?Seamos serios!
Madrid nos roba hasta el rid¨ªculo. Ha llegado el momento que alguien pida a fiscales, cuerpos policiales y periodistas de a?adidura que se comporten
El unionismo nos est¨¢ malacostumbrando a tanto rid¨ªculo y no puede ser, que despu¨¦s, si rectifica, lo vamos a echar en falta. El independentismo es tan poca cosa que puede resistir sus formas grotescas y sus incompetencias, pero de un se?or Estado, con sus medios, sus polic¨ªas, sus instituciones y empresas, esper¨¢bamos otra cosa. Los independentistas tambi¨¦n pagamos impuestos y tenemos todo el derecho del mundo a ser maltratados de forma correcta. Lo de estos ¨²ltimos d¨ªas es tan cutre y tan penoso que no se puede aguantar.
Ha llegado el momento que alguien pida a fiscales, cuerpos policiales y periodistas de a?adidura que se comporten, que esto es un frenes¨ª. Que tengamos que ser los independentistas quienes les avisen es algo que pensaba que no ver¨ªa. He llegado a pensar que esa estrategia de crear la imagen de una Catalu?a violenta es un intento desesperado para que nos d¨¦ pena un Estado tan chapucero.
He asistido a todas las manifestaciones independentistas. Para alguien que no ha ido a esplais, las performances de colorines siempre dan cosa, la verdad. Y las camisetas han sido lo de menos, que si empates de la CUP, que si aguantar las fotos de Puigdemont con guitarra y Rahola¡ Pero miren, al final, todo eso no es nada comparado con cualquier ley Wert o con el desastre de Rodalies. Hay una escala que conviene no olvidar, sobre todo, cuando no se tiene un poder efectivo. Cuando no se manda, se llegan a perdonar incluso las batucadas. Cuando se manda, el rid¨ªculo es imperdonable, y eso es lo que est¨¢ haciendo el unionismo d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n.
Han sido semanas muy especiales. Recordaremos la bajada de escalinata, cigarrillo en mano, de la fiscal Magaldi en medio de un clima de terror y, por supuesto, la rueda de prensa posterior. C¨®mo olvidar las declaraciones sobre el fascismo en Catalu?a del inigualable Josep Piqu¨¦, el mismo que casi se rompe el espinazo haciendo reverencias a George Bush. Mientras la caverna dec¨ªa que el clima de violencia que se vive en Catalu?a es mucho peor que el del Pa¨ªs Vasco en tiempos de ETA¡ Todo ello, aderezado con el coro medi¨¢tico habitual, repitiendo una y otra vez todos los t¨®picos a los que nos vienen acostumbrando desde el principio de los tiempos: la tensi¨®n, las familias rotas, la persecuci¨®n cultural de los intelectuales exiliados en Madrid y lo ¨²ltimo, negociaciones ocultas, Junqueras planeando traiciones, que detengan a Mas y dos huevos duros¡
Oigan, que los chapuceros ¨¦ramos nosotros, los que pintamos cartulinas de colores mientras pagamos las multas a ?mnium y a la ANC, como en los mejores tiempos del r¨¦gimen. ?se era nuestro papel, salir a la calle y que las portadas se mofaran de nosotros, pero es que Madrid nos roba hasta el rid¨ªculo. Son insaciables, mira que hay de qu¨¦ re¨ªrse, que si los partidos independentistas andan hechos unos zorros, que si no hay manera de articular una acci¨®n conjunta, que si¡ Y miren que esas risas cuentan con el visto bueno de la izquierda revolucionaria catalana, que ah¨ª est¨¢n los Comuns a verlas venir, que ni un dedo han movido con todas las acusaciones de violencia, ellos, tan a favor de los bant¨²es, tan entretenidos con sus estatuas de Franco, sus carritos de la compra y sus superillas.
Pues ni as¨ª. Y sucede que nos enteramos de las ¨²ltimas noticias del caso de las escuchas de La Camarga y vuelven a salir la cutrez absoluta de S¨¢nchez Camacho, la colaboraci¨®n necesaria de Jorge Moragas y no s¨¦ qu¨¦ lucha ¡ªdisculpen, me pierdo¡ª entre facciones de la polic¨ªa. Recapaciten, que no todo va a ser re¨ªr, que esto es grave. Si es que no se lo podemos poner m¨¢s f¨¢cil. Si el fiscal anticorrupci¨®n era de los suyos y se tomaba caf¨¦s con leche con periodistas que eran verdaderos martillos de la anticorrupci¨®n convergente.
Es que nos est¨¢n consintiendo y empiezo a pensar que es una estrategia calculada para que nos quedemos en Espa?a. Porque¡ ?qui¨¦n va a querer perderse esta charanga? ?Qui¨¦n en su sano juicio querr¨ªa abandonar un lugar como ¨¦ste? En serio, ya: si despu¨¦s de tantos a?os de movilizaciones pac¨ªficas todo lo que tiene que ofrecer el Estado es lo que hemos visto hasta la fecha, este pa¨ªs est¨¢ mucho peor de lo que creemos. Qu¨¦ m¨¢s quisieran que el catal¨¢n fuese el principal problema que arrastra Espa?a. Lo malo es que no se van a solucionar, ni con Catalu?a, ni sin ella.
Francesc Ser¨¦s es escritor.
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