El inspector M¨¦ndez ya tiene pasado
La hija del escritor Gonz¨¢lez Ledesma recrea los or¨ªgenes del polic¨ªa ideado por su padre
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
¡°Soy un polic¨ªa con pasado, pero sin futuro¡±, sol¨ªa decir Ricardo M¨¦ndez, el tan solitario, c¨ªnico y malcarado como entra?able inspector creado por Francisco Fern¨¢ndez Ledesma (1927-2015). Pero en ninguna de las 10 novelas y el conjunto de relatos que encarn¨® el protagonista de Cr¨®nica sentimental en rojo afloraba por qu¨¦ o contra qui¨¦n ferment¨® una personalidad as¨ª. Sobre ese pasado ha indagado quien quiz¨¢ s¨®lo pod¨ªa hacerlo, Victoria Gonz¨¢lez Torralba (1966), hija del escritor y que ahora debuta como novelista. El resultado: Ll¨¢mame M¨¦ndez(Planeta), donde el futuro inspector, aqu¨ª adolescente de 17 a?os,?de ¡°pelo negro y espeso, peinado hacia atr¨¢s¡± y que ¡°hubiera podido presumir de complexi¨®n atl¨¦tica de haber nacido en otro tiempo o en otras calles¡±, aborda ya en julio de 1945 un crimen macabro en Montju?c, lo que le enfrentar¨¢ a un comisario franquista de mal pelaje y a un profesor republicano represaliado que le tutela.
¡°Entre que me dec¨ªan ¡®Eres como tu padre¡¯ y que ya ayudaba a pasarle cosas de la m¨¢quina de escribir al ordenador o a enviar emails, sali¨® de natural que fuera yo quien explicara los or¨ªgenes de M¨¦ndez¡±, recuerda la autora de la precuela, periodista como su hermano Enric Gonz¨¢lez, hasta ahora el otro reconocido escritor de casa. Fue ella la que ya hizo notar a su padre que ¡°no sab¨ªamos por qu¨¦ M¨¦ndez era como era; naci¨® demasiado hecho¡±; un traductor al franc¨¦s hizo luego una observaci¨®n similar y el reto qued¨® ah¨ª. Un ictus del padre se interpuso no s¨®lo a ese posible proyecto sino al repaso final de la que ser¨ªa su ¨²ltima novela, Peores maneras de morir, que ya remach¨® la hija (2013). Si bien arranc¨® Ll¨¢mame M¨¦ndez estando su progenitor con vida, poco le pudo consultar.
Gonz¨¢lez Ledesma no trabajaba con fichas ni ten¨ªa un retrato-robot del personaje ni una planificaci¨®n detallada de los argumentos de las obras. Todo el armaz¨®n de sus novelas era ¡°un folio con una lista de personajes y los esbozos de sus relaciones¡±. En casa ¡°tampoco hablaba de lo que escrib¨ªa: s¨®lo notabas que, de golpe, estaba como ausente y no te escuchaba, y eso era se?al de que pensaba en ellas¡±. O sea, que buena parte del comportamiento f¨ªsico y espiritual del joven M¨¦ndez lo ha sacado Gonz¨¢lez Torralba ¡°de su autobiogr¨¢fico Historia de mis calles y de lo que nos contaba en casa¡±. Por eso, M¨¦ndez puede evocar el h¨²medo olor de los sacos de tierra de los refugios antia¨¦reos excavados durante la guerra o lo que es dormir con los zapatos puestos por miedo a los bombardeos porque son las vivencias reales del ni?o Gonz¨¢lez Ledesma.
Desentonar hoy en La Rambla
Victoria Gonz¨¢lez Torralba, que hab¨ªa publicado solo alg¨²n relato, admite que su voz literaria, supeditada para no defraudar a los lectores de su progenitor, est¨¢ ¡°en la creaci¨®n de los dos mentores de M¨¦ndez¡±. A pesar de ello, cree que ¡°toda la novela tiene un lenguaje menos crudo y procaz y a medida que avanza es m¨¢s mi voz¡±. Eso es notable en la figura del comisario, cuya humanidad acaba sorprendiendo al lector. Es por ah¨ª por donde, quiz¨¢, escriba en el futuro: ¡°Casta?eda da juego¡±. No as¨ª, piensa, sobre el inspector: ¡°M¨¦ndez es de Gonz¨¢lez Ledesma y se explica con ¨¦l; es un personaje poco vers¨¢til y de escasos intereses; pasearlo hoy por La Rambla desentonar¨ªa¡±.
Hab¨ªa en el reto una parte supuestamente m¨¢s f¨¢cil, como era el escenario, impuesto ya en los 11 libros anteriores: deb¨ªa de ser el famoso Distrito Quinto y el Poble Sec, donde naci¨® Gonz¨¢lez Ledesma. Es Nou de la Rambla, el Paral¡¤lel, la Ronda de Sant Pau, Escudillers, la calle Lancaster (donde viv¨ªa la v¨ªctima y con los a?os lo har¨¢ M¨¦ndez)¡ pero tambi¨¦n ¡°un patio interior de vecinos y alguien mir¨¢ndolo todo por ah¨ª: siempre hay en sus obras¡±. Como ha desmontado cada libro de M¨¦ndez (¡°era como la catequesis, los tres hermanos los le¨ªmos todos¡±), tambi¨¦n ha usado expresiones que le eran muy propias (¡°matrona¡±) y un humor ¨¢cido. La estructura ¡°est¨¢ sacada de la serie de M¨¦ndez y de su etapa como autor de novelas de quiosco como Silver Kane: siempre dejar algo colgado, un misterio¡±.
M¨¢s complejo parec¨ªa retomar el perfil psicol¨®gico de M¨¦ndez. ¡°S¨¦ que deb¨ªa ir con libros en los bolsillos; estar en la calle pero como lobo solitario; escuchar a la gente antes que remover archivos¡ pero lo dif¨ªcil era c¨®mo construir a alguien que tiene un coraz¨®n de izquierdas, buscando siempre m¨¢s la justicia que el cumplimiento de la ley, en formas de conducta de derechas¡±, define a M¨¦ndez. Un personaje que, admite ¡°me cae mal, por zafio, porque siempre dice tacos y reparte bofetadas, pero es fruto de algo realista: reciclar a la polic¨ªa franquista en democr¨¢tica de un d¨ªa para otro tampoco era f¨¢cil¡±.
La clave lleg¨® con su invenci¨®n del comisario Casta?eda (ex combatiente de la Divisi¨®n Azul) y el maestro Raimundo, que hace de madre (muerta en un bombardeo) y de padre (desaparecido en plena guerra) de M¨¦ndez, morboso d¨²o de pigmaliones. ¡°Para que amara los libros deb¨ªa haber en su vida un profesor de los de antes, republicano; con el comisario, M¨¦ndez se repele, pero acabar¨¢n trabajando juntos, se retroalimentan¡±. Incluso el tono desafiante y descre¨ªdo del chico contra el comisario parece excesivo en la Espa?a de 1945. ¡°La adolescencia de un chico entonces era mucho m¨¢s valiente y rebelde, menos infantilizada, que la de ahora; adem¨¢s, era un truco necesario porque esa actitud har¨¢ que Casta?eda le respete: ve c¨®mo M¨¦ndez le habla desde el dolor y ¨¦l se reconoce ah¨ª¡±. El resultado es que la obra rezuma autenticidad gonz¨¢lezledesmiana: ¡°Creemos que los padres nos pasan ense?anzas, pero suelen pasarnos una manera de mirar las cosas; creo que ten¨ªa ese consenso con mi padre¡±.
Sue?a Gonz¨¢lez Torralba que su progenitor, de haber le¨ªdo la novela, concluyera que ¡°se ha sido honesto con su M¨¦ndez y su manera de ver las cosas¡±. Tambi¨¦n lo dijo Gonz¨¢lez Ledesma / M¨¦ndez: ¡°Todos vivimos mientras alguien nos recuerda¡±.
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