El peso del ¨¦xito pasa factura a Ivan Vasiliev en Terrassa

El numeroso p¨²blico que llenaba a rebosar el Centre Cultural de Terrassa y que recordaba la ¨²ltima actuaci¨®n de Ivan Vasiliev en el Gran Teatro del Liceo en 2012, qued¨® perplejo cuando le vio salir a escena. El bailar¨ªn ruso ha engordado peligrosamente, su mirada simp¨¢tica y picara se ha vuelto dura y su baile ha perdido disciplina. El peso del ¨¦xito le ha pasado factura y tras la actuaci¨®n se duda que este int¨¦rprete se convierta en un mito de la danza como lo son Nureyev o Barishnikov.

La primera pieza que el artista interpret¨® en Terrassa fue el paso a dos Amadeus, un estreno mundial con m¨²sica de Mozart del Andante del Concierto para piano n¨²m. 21, que fue interpretada en directo por el compositor y m¨²sico catal¨¢n, Albert Guinovart. Vasiliev, que tambi¨¦n firma la coreograf¨ªa, bail¨® esta pieza con Oxana Bondareva, del Teatro Mariinsky de San Petersburgo. Se trata de una pieza de estilo contempor¨¢neo sin inter¨¦s creativo, y que evidenci¨® ciertos desajustes en la interpretaci¨®n. En un af¨¢n de ser original, los bailarines abandonaron el escenario por el patio de butacas, bebiendo agua de una botella de pl¨¢stico.

Donde realmente brill¨® Vasiliev, como era de esperar, fue en el paso a dos de Don Quijote, de nuevo con una correcta Bondareva, pieza con la que finaliz¨® el programa. El bailar¨ªn hipnotiz¨® al p¨²blico con su gran salto alado y sus m¨²ltiples giros, no tan n¨ªtidos como en otras ocasiones. Su actuaci¨®n pec¨® de afectada, pero no hay que escatimar elogios a sus grandes condiciones t¨¦cnicas, que rozan lo sobrenatural, aunque ¨²ltimamente se ha descuidado.

Sin embargo, lo mejor de esta Gala de estrellas rusas fue la calidad y virtuosismo de las cuatro parejas participantes, procedentes del Ballet Bolshoi, Ballet Mariinsky, Ballet Nacional de Polonia y Teatre Russian State Ballet y la agilidad con que se desarroll¨®. Una de las parejas m¨¢s aplaudidas fue la formada por Diana Kosireva y Alexandr Smolianinov magn¨ªficos en Las llamas de Par¨ªs y en el Adagio de La Bayadera. ?l fue el rey de la noche. Maria Mishina y Andrei Bolotin brillaron en El Corsario para rendir al p¨²blico con su sublime interpretaci¨®n en La S¨ªlfide. Una delicada Anna Scherbakova junto a Dmitri Kotermin embelesaron en Palitra Zhizni y en la variaci¨®n del Cisne negro del Lago, mientras que Chinara Alizade y Vldimir Yaroshenko mostraron una t¨¦cnica matem¨¢tica en La bella durmiente y La Tempestad.