Millet y Montull dictaban a sus secretarias las notas que incriminan a CDC

Las secretarias de F¨¨lix Millet y Jordi Montull han confirmado este jueves en el juicio por el expolio del Palau de la M¨²sica que sus jefes les daban manuscritos o les dictaban los documentos hallados en sus ordenadores, que detallan supuestas mordidas de Ferrovial a CDC a trav¨¦s de la instituci¨®n cultural. Ante el tribunal, una secretaria de Montull ha desvelado adem¨¢s que el extesorero de CDC Daniel Os¨¤car ¡ªque afronta una petici¨®n de siete a?os y medio de c¨¢rcel¡ª llam¨® dos veces en siete d¨ªas en enero de 2008 a su jefe y, como no estaba en el Palau, le dej¨® el encargo de que antes de que le devolviera la llamada hablara con el exdirectivo de Ferrovial Juan Elizaga, tambi¨¦n acusado.

Maria Eugenia Morante y Rosa Maria Roca, secretarias de Jordi Montull, han confirmado que vieron a su jefe mantener entre tres o cuatro encuentros en el Palau con Os¨¤car y que ambos intercambiaron varias llamadas, aunque no saben de qu¨¦ hablaron.

Por su parte, Maria Pilar Casanovas, que ayudaba a Elisabet Barber¨¤ como secretaria de F¨¨lix Millet, ha confirmado, como ayer desvel¨® la secretaria de confianza del saqueador confeso, que ¨¦sta acud¨ªa a la caja fuerte a sacar sobres ¡ªdonde el Fiscal sospecha que hab¨ªa dinero en efectivo¡ª antes de que ¨¦ste recibiera en su despacho al extesorero de CDC Carles Torrent, fallecido en 2005.

Las tres secretarias han corroborado ante el tribunal que pasaron a limpio los documentos intervenidos en sus ordenadores que, seg¨²n el fiscal Anticorrupci¨®n Emilio S¨¢nchez-Ulled, incriminan a CDC, a trav¨¦s de sus extesoreros Carles Torrent y Daniel Os¨¤car, en el supuesto cobro de comisiones de Ferrovial a cambio de la adjudicaci¨®n de obra p¨²blica. En algunas ocasiones, Millet y Montull entregaban a las secretarias un manuscrito con las anotaciones contables para que las pasaran a limpio en el ordenador y en otras simplemente les dictaban las cifras.

En ambos casos, ellas elaboraban el documento en su ordenador, lo imprim¨ªan y lo daban a revisar a los saqueadores confesos, sin cuestionarse en ning¨²n momento, han alegado, su contenido.