Una muerte impune
Las causas de la liquidaci¨®n de Uni¨® no fueron la escisi¨®n y la p¨¦rdida de la presencia parlamentaria sufridas en 2015, sino una deuda de 22,4 millones de euros
Qu¨¦ alarde de sincron¨ªa! La misma semana en que era preciso poner punto y final ¡ªen acatamiento de la liquidaci¨®n concursal dictada por un juez¡ª a la casi centenaria historia de Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya (UDC), llegaba a las librer¨ªas la ¨²ltima obra de quien fue durante tres d¨¦cadas el todopoderoso l¨ªder de la hoy extinta formaci¨®n pol¨ªtica, Josep Antoni Duran i Lleida. Se trata de un volumen editado por ED Libros bajo el t¨ªtulo ¡ªmuy pertinente para un democristiano¡ª de Un pa com unes h¨°sties.
El libro contiene apenas 25 p¨¢ginas in¨¦ditas repartidas entre pr¨®logo y ep¨ªlogo; por lo dem¨¢s, es una selecci¨®n, un raccourci de las cartas-web semanales que el autor escribi¨® entre enero de 2012 y enero de 2016 para instruir a los militantes de Uni¨®. La modestia no ha sido nunca el fuerte de Duran, de manera que ¨¦ste sostiene sin empacho que ¡°el tiempo me dar¨¢ la raz¨®n¡±, reitera su falsa equidistancia entre el independentismo catal¨¢n y el inmovilismo espa?ol y nos brinda la oportunidad de rememorar los esfuerzos ¡ªtan desesperados como est¨¦riles¡ª que despleg¨® para preservar un espacio electoral propio en los comicios de septiembre y diciembre de 2015. Aunque ¨¦l ya no lo haga constar, la respuesta ciudadana fue del 2,51 % y el 1,74 % de los votos, respectivamente.
Pero, como todo libro que se precie, Un pa com unes h¨°sties (que su autor califica de ¡°acto de justicia con la realidad¡±, nada menos) suscita m¨¢s preguntas de las que responde. Por ejemplo: si Duran consideraba inviable la independencia desde principios de 2012, o desde siempre; si ya no asisti¨® a la Via Catalana de 2013 y sostuvo a partir de entonces una tercera v¨ªa expl¨ªcitamente alternativa a la secesi¨®n; si su actitud el 9-N (votar S¨ª-No) fue distinta del S¨ª-S¨ª convergente en un tema tan crucial, ?por qu¨¦ esper¨® hasta despu¨¦s de las municipales de mayo de 2015 para consumar el inevitable divorcio? ?Por qu¨¦ no prob¨® suerte pol¨ªtica en solitario dos o tres a?os antes? A mi juicio s¨®lo cabe una respuesta: para reba?ar el plato de una alianza que le hab¨ªa resultado tan rentable y extraer a¨²n de ella, casi in art¨ªculo mortis, algunos cientos de cargos institucionales m¨¢s.
El reciente revival medi¨¢tico de Duran i Lleida, sin embargo, no se ha limitado a la promoci¨®n del libro. El pasado 30 de marzo, y a ra¨ªz de la extinci¨®n de UDC, publicaba en La Vanguardia el art¨ªculo A reveure, Uni¨®!, en el que, adem¨¢s de tristeza por el desenlace y gratitud hacia quienes han sostenido la sigla hasta el fin, expresaba su fe en la vigencia de los ideales de Uni¨®. Un texto impecable..., si el firmante hubiese sido un abnegado militante de base o un cuadro comarcal del veterano partido; pero una escandalosa elusi¨®n de responsabilidades pol¨ªtico-personales, cuando su autor fue desde 1987 hasta 2016 el omn¨ªmodo capit¨¢n de la nave democristiana.
Porque, contra lo que sostiene la versi¨®n oficial del duranismo p¨®stumo, las causas de la liquidaci¨®n de Uni¨® no fueron la escisi¨®n y la p¨¦rdida de la presencia parlamentaria sufridas en 2015, sino una deuda de 22,4 millones de euros. Y esta deuda, lejos de haberla generado las dos modestas campa?as electorales de aquel oto?o, ven¨ªa acumul¨¢ndose desde hac¨ªa lustros debido a que, bajo la batuta de Duran, el partido vivi¨® largo tiempo muy por encima de sus posibilidades y de sus dimensiones reales. A un gran l¨ªder le correspond¨ªa un gran partido y, si este no exist¨ªa, era preciso inventarlo.
Para empezar, Duran y los suyos hincharon hasta la hip¨¦rbole la cifra de militantes; en 2005 se atribu¨ªan ¡°poco m¨¢s de 20.000¡±, cuando a la hora de la verdad, ante la crucial consulta interna de junio de 2015, resultaron ser menos de 2.700. La pugna con CDC, la obsesi¨®n por no ser el ¡°hermano peque?o¡± de la federaci¨®n, exig¨ªa tambi¨¦n locales suntuosos ¡ªalgunos a¨²n recordamos aquel espectacular d¨²plex de Travessera de Gr¨¤cia cerca de Francesc Maci¨¤...¡ª y, cuando el estallido de los casos Treball o Turisme cort¨® determinadas fuentes de financiaci¨®n, no qued¨® otro remedio que endeudarse cada vez m¨¢s.
Tal es la piedra al cuello que ha hundido a UDC, y que Duran i Lleida soslaya ech¨¢ndole las culpas al proceso independentista. Pero no hay que desesperar: el de Alcampell est¨¢ escribiendo sus memorias; quiz¨¢ ah¨ª sea m¨¢s autocr¨ªtico.
Joan B. Culla es historiador.
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