Sobre el espacio madrile?o de Educaci¨®n Superior
El autor se muestra contrario al borrador de la ley porque cercena la autonom¨ªa universitaria y establece barreras incompatibles con la unidad de mercado
En pr¨®ximas fechas intuyo un intenso debate p¨²blico sobre la iniciativa del Gobierno de la Comunidad Aut¨®noma de Madrid para aprobar en la Asamblea una Ley sobre el Espacio Madrile?o de Educaci¨®n Superior. Ser¨¢ un debate interesante para todos aquellos que sentimos con pasi¨®n la vocaci¨®n universitaria, pero sobre todo, ser¨¢ un debate que podr¨ªa decidir las l¨ªneas maestras y el futuro de la educaci¨®n superior en nuestra comunidad aut¨®noma para consolidarla como referencia nacional o, por el contrario, para seguir diluyendo nuestra potencia universitaria en un marem¨¢gnum burocr¨¢tico de creciente insostenibilidad.
La iniciativa, que parte de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y muy particularmente de la Direcci¨®n General de Universidades, ha sido cuestionada desde su origen, en parte por razones de fondo de los distintos actores involucrados, en parte por la peculiar forma en la que viene siendo presentada y tramitada en las distintas fases de su configuraci¨®n.
Bajo una aparente voluntad de consenso, distintos papeles e ideas han sido circulados por las universidades, los consejos sociales y dem¨¢s ¨®rganos consultivos o de gobierno del sistema. Sin embargo, a cada paso dado, a cada sugerencia recibida, ha seguido un silencio por parte de sus impulsores cuando no una sofisticaci¨®n de la l¨ªnea inicial plasmada en forma de nueva propuesta legislativa. Escasos son los aportes admitidos sobre la idea original y muy llamativo el empe?o precipitado en acelerar los tiempos de reflexi¨®n chocando con la realidad, siempre tozuda, y que por ejemplo en el caso de la gobernanza propia de las universidades p¨²blicas, impide materialmente a estas pronunciarse en los plazos deseados por el Gobierno auton¨®mico, cuanto m¨¢s en el sentido que quisieran.
Las universidades privadas madrile?as hemos respondido con prontitud al reto participando activamente en la informaci¨®n previa, en el Consejo Universitario y a trav¨¦s de los medios a nuestro alcance. Hay consenso entre nosotros en que el borrador de texto legislativo m¨¢s parece un reglamento por su nivel de detalle y recreaci¨®n en cuestiones operativas; un reglamento que parece concebido para cercenar la autonom¨ªa universitaria con un intervencionismo propio de ¨¦pocas pasadas y una propuesta que establece nuevas barreras de entrada incompatibles con la unidad de mercado. Entendemos que el enfoque dado supone una oportunidad perdida para Madrid y que una norma, sin duda oportuna y hasta necesaria, va a servir precisamente para lo contrario de lo que se supone la justifica.
Todav¨ªa hoy permanecen las incertidumbres sobre el futuro de esta importante novedad legislativa. La posici¨®n de las privadas, con severas objeciones, ya est¨¢ consensuada y los sindicatos UGT y CC.OO. han hecho p¨²blico su rechazo al anteproyecto; no me consta respuesta formal de las universidades p¨²blicas y a¨²n queda el pronunciamiento previo de varias direcciones generales afectadas y, sobre todo, de las secretar¨ªas t¨¦cnicas de las distintas consejer¨ªas. Lo que sabemos con certeza es que la reuni¨®n del Consejo Universitario que tratar¨¢ la cuesti¨®n ya se ha aplazado respecto del cronograma inicialmente previsto y que la comisi¨®n de estudio constituida no tiene ni siquiera calendario.
Ojal¨¢, por el bien del sistema madrile?o, que la iniciativa se corrija y reoriente sin necesidad de conflicto judicial o protestas en nuestras calles. Lo contrario ser¨¢ una nueva ocasi¨®n perdida por Madrid para ocupar el lugar que por derecho le corresponde en el panorama educativo espa?ol. Y es que la copia literal de algunas otras legislaciones auton¨®micas que se propone no parece ser el mejor camino para labrarse un futuro prometedor. Y no s¨®lo porque las copias suelen ser peores que los originales, sino, fundamentalmente, porque lo que se echa en falta en Madrid es verdadera innovaci¨®n, aut¨¦ntico liderazgo, compromiso real con el consenso; en definitiva, ambiciosa voluntad de querer ser el referente educativo nacional y uno de los polos de atracci¨®n internacional m¨¢s importante de Europa. S¨®lo lo lograremos mirando al futuro con ilusi¨®n y sin prejuicios, nunca acogiendo por v¨ªa de ley los a?orados tiempos pasados de intervencionismo y burocracia.
Juan Cay¨®n es rector de la Universidad Antonio de Nebrija.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.