Sobrecostes y codicia

El pr¨®ximo 17 de abril se cumplir¨¢n 26 a?os de la reuni¨®n que el entonces ministro de Obras P¨²blicas, Josep Borrell, mantuvo con los presidentes de las grandes constructoras para exhortarles a no pagar comisiones a ning¨²n partido para obtener concesiones de obras. A la reuni¨®n asistieron los representantes de Ferrovial, Agrom¨¢n, Cubiertas y MZOV, Dragados y Construcciones, Entrecanales y T¨¢vora y Construcciones y Contratas. No se puede decir, pasado m¨¢s de un cuarto de siglo, que la humanidad haya evolucionado en la buena direcci¨®n. Los papeles de B¨¢rcenas, el caso Palau o el caso 3% han mostrado, fehacientemente, lo viva que est¨¢ la tendencia al pecado. Eso s¨ª, siempre con cargo al contribuyente, que es quien acaba expiando tanto la generosidad del donante como la codicia del receptor de la mordida. Esa acci¨®n parasitaria, con cargo a ciudadanos y ciudadanas, se realiza muchas veces gracias a los sobrecostes. Y es que los llamados modificados de obras se han convertido en una tradici¨®n transversal con tanta raigambre como la Semana Santa zamorana, los toros en la Maestranza de Sevilla o el 11 de Setembre en la Catalu?a catalana.

Solo entre 2008 y 2014, el Ministerio de Fomento pag¨® 10.000 millones de euros en sobrecostes de obra p¨²blica. La propia Uni¨®n Europea exigi¨® acabar con los modificados fara¨®nicos. El cemento en modificados y derivados equival¨ªa a los recortes en sanidad y educaci¨®n que decret¨® Mariano Rajoy en 2012. Entre 2004 y 2013, la UE transfiri¨® m¨¢s de 30.000 millones de euros a Espa?a, de los que m¨¢s de 20.000 se fueron a transporte. La orograf¨ªa espa?ola es muy peculiar, pero no menos que nuestros constructores o nuestros pol¨ªticos. Y Catalu?a forma parte de ella.

La comparecencia de Artur Mas en el Parlament a finales del pasado mes de marzo puso de relieve que, al igual que el PP, Converg¨¨ncia ten¨ªa sus grandes aportadores movidos no solo por el altruismo, sino tambi¨¦n por la ideolog¨ªa contagiosa y ese proyecto tan estimulante de pa¨ªs que irradiaba el viejo partido de Pujol, seg¨²n explic¨® el propio expresidente. CDC se financiaba ¡°en la frontera de la moralidad¡±, reconoci¨® Mas, pero asegur¨® que siempre en la legalidad. El proyecto result¨® ser tan atractivo para los empresarios que, entre 2008 y 2013, CDC ingres¨® m¨¢s de siete millones de euros, am¨¦n de los 6,6 millones que seg¨²n el auto judicial del caso Palau se llev¨® en comisiones supuestamente pagadas por Ferrovial.

Nadie pregunt¨® por los modificados y Mas pudo sacar pecho y retar al fiscal del caso Palau a auditar la obra p¨²blica. En el toma y daca parlamentario, nadie se acord¨® del informe de la Sindicatura de Cuentas que en los a?os 2003 y 2004 detect¨® una desviaci¨®n del 80% en las rehabilitaciones del parque de vivienda p¨²blica (Adigsa, por tres millones de euros). Tampoco nadie mencion¨® que un alto cargo p¨²blico de CDC, Josep Antoni Rosell, en una demostraci¨®n de puertas giratorias, dise?¨® la adjudicaci¨®n de canal Segarra-Garrigues, luego dirigi¨® el proyecto desde la empresa privada adjudicataria de esta obra y volvi¨® de nuevo a la empresa p¨²blica, Infraestructures.cat. El sobrecoste de todo este movimiento de tropas lleg¨® al 81%, pero la austeridad ¡ªque a veces es altamente positiva¡ª paraliz¨® su realizaci¨®n. Con tan brillante expediente, Rosell volvi¨® con salvas de honor al sector p¨²blico, a Infraestructures.cat, hasta ser detenido por la Guardia Civil. Esquerra logr¨® echarle el a?o pasado del cargo de consolaci¨®n que por los servicios prestados le ofreci¨® CDC. Los independentistas de Junqueras ahora est¨¢n colaborando con las investigaciones del caso 3%. Joan Jaume Oms, consejero delegado y presidente de Infraestructures.cat, ha remitido al juez documentaci¨®n que acredita c¨®mo se ¡°flexibiliz¨®¡± el criterio de puntuaci¨®n a favor de un determinado adjudicatario. De acuerdo con la documentaci¨®n aportada, fue el propio Rosell quien lo pidi¨® por escrito a la Oficina T¨¦cnica de Evaluaci¨®n.

Pero la historia no acaba aqu¨ª. Este diario desvel¨® el pasado 30 de marzo que la adjudicaci¨®n del t¨²nel de la plaza de Les Gl¨°ries Catalanes se fragu¨® en la sede de CDC, en la calle de C¨°rsega, a finales de 2014, cuando CiU gobernaba en Barcelona. La casualidad quiso que simult¨¢neamente se conociera que el sobrecoste de dicha obra se eleva al 60%. 36 millones a?adidos a los 60 del contrato p¨²blico. La constructora Copisa ¡ªla adjudicataria¡ª ingres¨® 65.000 euros en dos pagos a la fundaci¨®n de Converg¨¨ncia. Todo muy legal, por supuesto. Y fruto sin duda de la fascinaci¨®n por el proyecto de pa¨ªs.