Cuaresma, penitencia y desenfreno
Estamos instalados en una normalidad que compatibiliza contratos en precario con tr¨¢fico de influencias. La cuenta se paga siempre a escote
La Cuaresma tuvo este a?o un telonero de lujo. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, premiado en 2007 por las juventudes protestantes por denostar el sexo en televisi¨®n, se?al¨® con precisi¨®n el origen del mal de los pa¨ªses del sur de Europa: la lujuria y el desenfreno. ¡°Yo no puedo gastarme todo mi dinero en licor y mujeres y a continuaci¨®n pedir ayuda¡±, dijo el holand¨¦s. Cat¨®lico de esp¨ªritu calvinista, socialdem¨®crata de alma neoliberal, Dijsselbloem interpret¨® en su literalidad el ¨®leo El combate entre don Carnal y do?a Cuaresma. Se trag¨® con la fe del carbonero la parodia, incapaz de compartir la socarroner¨ªa erasmista de su compatriota Brueghel el viejo.
Si este era el aperitivo de purificaci¨®n, la despedida de la Cuaresma tuvo tambi¨¦n una componente penitencial. Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), propon¨ªa hace unos d¨ªas en una entrevista a este diario una nueva reforma laboral para Espa?a. Lagarde ¡ªen un cargo previamente prestigiado por Rodrigo Rato y Dominique Strauss-Kahn¡ª suger¨ªa acabar con la dualidad de ¡°trabajadores temporales muy expuestos¡± frente a poseedores de ¡°contratos fijos m¨¢s protegidos¡±. Consejos que tienen la fuerza moral del personaje del que proceden, con un expediente tan inmaculado como valorado por la justicia francesa, que ha impedido que en su historial penal figure que fue investigada por su rol en el arbitraje del empresario-amigo Bernard Tapie, al que ¡ªseg¨²n algunos testimonios¡ª favoreci¨® con 400 millones de euros p¨²blicos. As¨ª que Espa?a, seg¨²n Lagarde, precisa otra reforma laboral que no redundar¨¢ ¡ªa la vista de la experiencia de la de 2012¡ª en mejorar la calidad del empleo sino en engrosar las filas de precariado, esa masa que trata de sobrevivir en un universo salarial que no le permite llegar a fin de mes.
Pues bien, mientras la voz de los predicadores atronaba en los p¨²lpitos, algunos datos han venido a colorear su fresco penitencial. Este diario cont¨® la historia de Luc¨ªa, una doctora de 37 a?os que lleva dos a?os encadenando contratos mes a mes. El Colegio de M¨¦dicos de Barcelona, en un informe, relata que casi la mitad de los facultativos menores de 45 a?os tienen contratos temporales, de los que el 30% son de menos de un a?o. Claro que, aplicando la doctrina Lagarde, en el sector sanitario debe haber mucho ¡°contrato fijo protegido¡±.
Nada pues de privilegios. Se acab¨® la protecci¨®n de pap¨¢ Estado, que solo debe actuar en cuestiones estructurales serias. Am¨¦n del rescate bancario ¡ªque a Espa?a ya le ha costado el 4,8% del PIB¡ª, tambi¨¦n se debe hacer frente solidario a la mochila de la deuda de las autopistas radiales mayoritariamente de Madrid, que a mediados del a?o pasado sumaban ¡ªseg¨²n estimaciones del Gobierno¡ª m¨¢s de 4.000 millones de euros.
A cada ciudadano le corresponder¨ªa pagar unos 50 euros por esas v¨ªas en caso de que el Estado decidiera finalmente nacionalizarlas. Vivimos en una sociedad que ya ha perdido su capacidad de asombro cuando alguien afirma durante un juicio sobre blanqueo y corrupci¨®n que las comisiones del 4% son ¡°habituales¡± para lograr que algunas empresas logren adjudicaciones de la Administraci¨®n.
Estamos instalados en una normalidad que compatibiliza contratos en precario con tr¨¢fico de influencias. Viven en conllevancia natural el evasor de impuestos y el que percibe un salario inferior al m¨ªnimo interprofesional.
Es habitual que sobreprecios y pagos de comisiones con cargo al erario p¨²blico env¨ªen al calabozo a lo m¨¢s granado de la clase pol¨ªtica, como Ignacio Gonz¨¢lez, ex presidente de la Comunidad de Madrid. El Canal de Isabel II, utilizado en beneficio propio. Y como colof¨®n, la declaraci¨®n como testigo de Mariano Rajoy en la trama G¨¹rtel da idea de ese agujero negro para el dinero p¨²blico en que se ha convertido el PP.
Tampoco nadie se rasga las vestiduras cuando, en el juicio del caso Pretoria, se reproduce una grabaci¨®n en la que Llu¨ªs Prenafeta, ex consejero de Jordi Pujol, le pide a Artur Mas un encuentro con ¡°un se?or controvertido¡± de Terrassa que quiere ¡°facilitar cosas¡±. Y Prenafeta le sugiere a Mas que asista al desayuno de marras con el hombre de las finanzas del partido, Germ¨¤ Gord¨®. Verde y con asas.
Quiz¨¢s Dijsselbloem deber¨ªa haber precisado m¨¢s en su brochazo sobre ese sur de Europa entregado al desenfreno. La fiesta la han vivido unos cuantos. Lo peor es que la cuenta se paga siempre a escote.
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