El Maestro de Sijena tuneado

Sijena se est¨¢ convirtiendo en sin¨®nimo de conflicto y guerra patrimonial entre Arag¨®n y Catalu?a. Todo lo que tiene que ver con los bienes de este monasterio de Huesca acaba en los juzgados y en una mara?a de acusaciones entre las dos comunidades. El ¨²ltimo episodio lo protagoniza La presentaci¨®n de Jes¨²s en el templo, una pintura del siglo XVI del llamado Maestro de Sijena del retablo mayor del monasterio. La obra formada por 34 tablas fue desmontada en el siglo XVIII y sustituida por un retablo barroco (a la moda) y acab¨® dispersa, primero por el edificio y luego se fue vendiendo por parte de las monjas que utilizaron su rico patrimonio para poder subsistir. Tras d¨¦cadas en manos privadas, la tabla ha salido a la luz tras ponerla a la venta la sala de subastas Balclis que pretend¨ªa venderla por 85.000 euros el pr¨®ximo 31 de mayo. La Generalitat de Catalu?a ya hab¨ªa manifestado su intenci¨®n de no pujar por ella.

A los pocos d¨ªas de anunciarse su subasta, el Ayuntamiento de Sijena ha puesto una denuncia por tres conceptos: por venderse con posterioridad a 1923, fecha en la que el monasterio fue declarado monumento nacional; por tratarse de una pieza falsa que no pertenece al Maestro de Sijena y por estafa, en el caso de que se pruebe de que no pertenece a este pintor. Un tres en uno que tuvo como resultado que el lunes la polic¨ªa nacional pidiera a Balclis la retirara de la pieza de la venta y que desapareciera de su p¨¢gina web. La polic¨ªa tambi¨¦n pidi¨® que no la entregue a sus due?os y la deje a disposici¨®n judicial. La denuncia fue admitida a tr¨¢mite por el juzgado n¨²mero 4 de Huesca, por lo que ya son tres los juzgados afectados por el caso Sijena.

¡°La autenticidad no ofrece ninguna duda, es del Maestro de Sijena. El estado de conservaci¨®n s¨ª y lo ve cualquiera que tenga el ojo acostumbrado a este tipo de pinturas¡±, explica Enric Carranco, especialista de pintura de Balclis. La clave la aporta una enorme radiograf¨ªa que se ha realizado a la pieza que desvela que, en efecto, en alg¨²n momento, se produjo un repinte de algunas de sus partes para "tunearla y transformarla en flamenca para adaptarla al gusto de los coleccionistas, porque se vend¨ªa mejor la pintura de Flandes que la de Arag¨®n. Este tipo de repintes son muy normales en esta ¨¦poca"; una intervenci¨®n que tuvo que hacerse entre 1921 y 1956 cuando en el Instituto Amatller de Arte Hisp¨¢nico se fotograf¨ªa la obra y se dice que es propiedad del conde de Torroella de Montgr¨ª, por lo que posiblemente la pieza llevaba muchos a?os en la colecci¨®n.

La radiograf¨ªa desvela que debajo de la capa superficial se ha conservado la pintura original del siglo XVI del maestro. "Est¨¢ intacta", remarca Carranco. La radiograf¨ªa permite ver como los personajes, que conservan el rostro y las manos originales y parte de la indumentaria, "se han adaptado al gusto y la moda del momento". Tambi¨¦n la arquitectura, ya que los arcos renacentistas del edificio que acoge la escena se han convertido en g¨®ticos. En la pintura sorprende ver como una de las mujeres tocada con un pa?uelo blanco, en el original no estaba. "Es por horror vacui", explica Carranco, mientras que otro de los personajes ha pasado de llevar unas tablas de la ley a llevar un enorme libro. En la radiograf¨ªa tambi¨¦n se ve como el suelo ajedrezado no es el original y a uno de los personajes se le han calzado unos zapatos nuevos, con plataforma. Lo que no hay rastro es de las t¨ªpicas coronas de doble aureola del maestro en todos los personajes. ¡°Qui¨¦n lo restaur¨® se las quit¨® porque no encajaba en el esp¨ªritu que se le quer¨ªa dar¡±, asegura Carranco.

En cuanto a la acusaci¨®n de venta ilegal, el Ayuntamiento de Sijena, hace valer el trabajo del historiador del arte Jos¨¦ Soldevilla que en 1933 public¨® que la tabla que vende Balclis y otras tres del retablo mayor estaba en el monasterio y por lo tanto sali¨® despu¨¦s del famoso 1923. Sin embargo, hay otros autores que dicen lo contrario. En 1920 y 1921, Ricardo del Arco asegur¨® que ya no quedaba nada del retablo porque las monjas lo hab¨ªan vendido por necesidades del edificio. M¨¢s tarde, en 1926, Chandler Rathfon Post, gran experto en el Maestro de Sijena, asegura lo mismo y que la obra ¡°hab¨ªa sido adquirida por alguien que no puedo precisar¡±. Lo comprob¨® tras dejarle las monjas "recorrer y mirar en todas las dependencias del monasterio". En 1926 tambi¨¦n August Mayer publica un art¨ªculo en el que aparece una de las piezas que Soldevilla dijo ver en 1933 todav¨ªa en Sijena y asegura que son propiedad del anticuario A. L. Nicholson que la ten¨ªa a la venta en Londres. Por cierto, se trata de la misma obra que se subast¨® en 1992 y m¨¢s tarde en 2003 compr¨® el Ministerio de Cultura y que deposit¨® en el Museo del Prado y que en ning¨²n momento Arag¨®n o Sijena han reclamado.

La denuncia presentada por el Ayuntamiento de Sijena ha estado avalada por el historiador del arte Antonio Naval Mas, que en 1999 public¨® un libro en el que desacreditaba las afirmaciones de Soldevilla de que las obras estaban en 1933: ¡°parece que no es exacto¡±, ¡°resulta desconcertante el trabajo de este escritor¡±. Unas afirmaciones que no le han impedido utilizarlo para la denuncia.

Pero hay m¨¢s datos que aporta la propia pintura. La parte posterior de la pintura conserva restos de la estopa y de la cola originales que se usaron para asegurar que las tablas no se movieran y la pintura se agrietara. Tambi¨¦n conserva varias etiquetas y chapas de identificaci¨®n. En una de ellas aparecen las siglas "E G C" que deben de corresponder a uno de sus primeros due?os. No se ha identificado. Otra es una etiqueta que se colocaba a los bultos que viajaban en ferrocarril y lleva una fecha: diciembre de 1921. "Es la fecha en la que fueron impresas y estuvo en vigencia unos a?os, hasta 1925. Solo explica que viaj¨®, no cu¨¢ndo, pero en todo caso antes de 1933, fecha en la que Soldevilla dice que la vio", prosigue Carranco.

Falta una semana para que se celebre la subasta y por ahora no puede venderse por la denuncia del ayuntamiento oscense. A Balclis nadie le ha reclamado ninguna documentaci¨®n. "Hasta ahora nadie ha venido a verla", se lamentan desde la casa de subasta. Desde la consejer¨ªa de Cultura de Arag¨®n aseguran que han encargado un informe a sus t¨¦cnicos y peritos para verificar in situ si la obra es aut¨¦ntica. Se les espera este jueves por la ma?ana en Barcelona. Del resultado de la visita depender¨¢ si optan a comprarla o no.