Juerga en una noche de verano

?Qui¨¦n no se apunta a la fiesta cuando te invitan a una boda de alto copete? Supongamos que es el casorio de la reina Hip¨®lita y el duque Teseo. Adem¨¢s, por ah¨ª andan cuatro j¨®venes con sus tragedias postadolescentes de desamores, trajina un grupo de simp¨¢ticos y r¨²sticos incompetentes con el work-in-progress de su funci¨®n de teatro; un rey y una reina de las hadas van a la gre?a por un adorable paje, y un duende travieso y librepensador la l¨ªa parda. ?Qui¨¦n no se adentra en un bosque sin leyes acompa?ado por un revuelo de hadas? No es Arden, pero aqu¨ª ¡ªen la espesura de una Atenas imaginaria¡ª funcionan las p¨®cimas de amor y andan cabezas de burro.

Adri¨¤ Aubert se ha entregado del todo a esta golosa tentaci¨®n en su adaptaci¨®n de El sue?o de una noche de verano de Shakespeare. Tambi¨¦n confiesa que ha entendido y aceptado el lado oscuro de un texto que disuelve el amor y la fidelidad en un c¨¢liz de cicuta. Pero de este peligroso brebaje s¨®lo se ha mojado los labios con cuidado. Este es el momento de disfrutar de la comedia, de poner todos los acentos de la puesta en escena sobre las m¨¢scaras m¨¢s risue?as. Que suene la m¨²sica ¡ªobligada en un proyecto de Pirates¡ª y empiece el desenfreno. Empieza, en realidad, una funci¨®n que invita a los fools a hacerse con el escenario. Primero hay que mejorar la elecci¨®n del texto a representar. Salen P¨ªramo y Tisbe y entran Romeo y Julieta ¡ªtanto monta, monta tanto en su infortunio¡ª y a partir de este nuevo juego shakespeariano la compa?¨ªa se mete en una hilarante caricatura de la vida secreta de los c¨®micos, del talento necesario para salir vivo de la modernidad. Una verbena de gui?os al peque?o reino del teatro barcelon¨¦s liderado por un generoso Ricard Farr¨¦ (Nick Bottom-Modest).

Quedan algo perjudicados nobles, enamorados y seres sobrenaturales por esta apuesta decidida por la Liberalia ancestral, aunque la presencia de unas hadas sacadas de una piscina coloreada de Esther Williams, despu¨¦s de pasar por una granja av¨ªcola, es una imagen vivificante. Titania ¡ªLluna Pindado vestida de Dior¡ª y Ober¨®n ¡ª?lvar Tiay vestido de petimetre op-art¡ª forman una agradable pareja de alta comedia. Puck tambi¨¦n sale bien vestido: Laura Aubert preparada para acompa?ar a Barbara Bach a una party de James Bond. Un inesperado giro est¨¦tico y de edad que aleja al personaje de la asexualidad del duende. Se esfum¨® Guillermo el Travieso. Es un Puck adulto, una conseguidora de la comedia dell¡¯arte un punto inquietante. Madurez que Aubert casi siempre controla, aunque se permite alguna travesura del car¨¢cter que fue.

Lo que s¨ª que se ha evaporado del todo es la magia. Este sue?o prescinde alegremente de ella para quedarse con la felicidad terrenal de la juerga.