Vuelve la ambici¨®n morena

¡°Una vez dije que de mayor quer¨ªa ser como [la cantante country] Linda Rondstadt, y lo mantengo¡±, cuenta. ¡°Pero ahora me gustar¨ªa ser tambi¨¦n como Michael Jordan. Un superdotado. Un dios. Si Madonna se convirti¨® en la ambici¨®n rubia, yo soy la ambici¨®n morena¡±. ?lvarez habla dulce, sonr¨ªe mucho, pesta?ea poco y no necesita de circunloquios. ¡°Se me puede conocer perfectamente a trav¨¦s de mis discos, porque mi personaje soy yo¡±, avisa. Pero hoy, tras tanto tiempo de guadianescas idas y venidas, se le notan las ganas de sincerarse. ¡°La vida son luces y sombras y yo tambi¨¦n he tocado la mierda y he sufrido como una perra, pero la luz no me ha abandonado. Ni en los momentos m¨¢s horrorosos, en lo m¨¢s profundo del t¨²nel. Jam¨¢s han dejado de visitarme las musas, de hecho. La vida es cualquier cosa menos f¨¢cil, pero es un regalo. Y s¨ª, me apasiona vivir¡±.

Nunca lo hab¨ªa verbalizado en p¨²blico antes, pero ahora ya puede contarse. En los tiempos de los discos Javier ?lvarez (1995), Dos (1996) y Tres (1999), mientras se erig¨ªa en cabecilla de la nueva canci¨®n de autor y vend¨ªa discos por centenares de miles, Javier hubo de hacer frente a dos brotes psic¨®ticos ¡°muy agudos¡±. Pero ni siquiera la enfermedad le dobleg¨®. ¡°Soy muy vulnerable, tengo much¨ªsima sensibilidad, soy bastante artista¡±, resume, ¡°pero he llegado al momento en que me noto centrado, concentrado y entero. Y esa sensaci¨®n es la hostia. Nunca he querido ser convencional y me siento muy feliz con el papel que me ha tocado desempe?ar en esta pel¨ªcula de la vida. Me lo creo y me siento contento conmigo mismo desde peque?ito. Ver¨¢s: no tengo abuela y soy medio gilipollas, pero soy coherente¡±.

Soy muy afortunado

Aquel muchacho ani?ado, de aspecto fr¨¢gil y con el pelo al uno que cantaba La edad del porvenir, Piel de pantera o De aqu¨ª a la eternidad luce hoy trenza, bigote y u?as esmaltadas en tonos dorados. Es una manera de simbolizar la dualidad chico/chica. Ya saben: la tierna hero¨ªna country y el baloncestista herc¨²leo. ¡°Con mi parte masculina soy muy t¨ªmido, la tengo m¨¢s censurada. La femenina aflora a cada rato, con independencia de mi sexualidad. Mi intuici¨®n, por ejemplo, es muy femenina. Sin ir m¨¢s lejos, muchas canciones de mi disco Dos las escrib¨ª sin acabar de entender bien qu¨¦ significaban. Y con algunas todav¨ªa me lo estoy preguntando¡­¡±.

Han pasado inviernos y, sobre todo, avatares, pero no hay a?oranza en el discurso de este hombre que soliviant¨® radios y discogr¨¢ficas cuando acert¨® a cantar aquello de ¡°Padre, soy pajillero, maric¨®n y drogadicto¡­¡±. ¡°No echo de menos a aquel t¨ªo de veintitantos¡±, avisa. ¡°La nostalgia puede ser preciosa, y hasta la palabra misma huele a oto?o, pero el pasado solo est¨¢ muy bien para los ratos tontos. Mi amado Pablo Guerrero, que es autor de las frases m¨¢s iluminadas de nuestra m¨²sica, acert¨® a explicarlo todo con el t¨ªtulo de uno de sus trabajos: Toda la vida es ahora. El presente es ley y el futuro es imaginar y so?ar¡±.

?Y los anhelos, ya que estamos? ?lvarez se detiene unos instantes para besar a su adorada Mercedes Ferrer, con la que ha preparado una excelente versi¨®n de U got the look (Prince), y luego esboza otra de sus longitudinales sonrisas. ¡°Tengo ya al productor de mi pr¨®ximo ¨¢lbum, The New Raemon, y estudio reservado para febrero de 2018. A¨²n faltan las canciones, pero ojal¨¢ sea capaz de entregar un disco de ¨¦xito¡±. Y remacha: ¡°Ser libre como yo no casa con los intereses sociales, pero compensa. Soy muy afortunado. Mi madre me lo ha repetido: Hijo m¨ªo, t¨² has nacido de pie¡±.