¡®Strip poker¡¯ en el Retiro

1. El Museo del Prado. Mi padre amaba la pintura. Siempre hab¨ªa querido ser director de cine pero era de Zaragoza y de una familia muy humilde y aquello entonces era impensable. De ni?a, nos llevaba muchos d¨ªas a mi hermano y a m¨ª al Museo del Prado. Tengo un recuerdo precioso de esas visitas en familia. Nos explicaba Brueghe y El Bosoco, pero se deten¨ªa especialmente en Goya y su etapa ultima que era tan surrealista. No era un erudito y nos lo explicaba a su estilo, pero las explicaciones de un padre siempre son maravillosas. Paseo del Prado s/n.

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Ver¨®nica Forqu¨¦: ¡°Yo ten¨ªa unas tetas preciosas que me han dado mucho trabajo¡±

Ver¨®nica Forqu¨¦

2. La Mallorquina. Esta pasteler¨ªa forma parte de mis recuerdos de colegio. Las jornadas de los ¨²ltimos cursos en el Liceo Italiano, en la calle Mayor, donde yo estudiaba, terminaban en la Mallorquina para horror de los camareros que ve¨ªan entrar a un grupo de estudiantes chillonas e insoportables a comer napolitanas. Sigo yendo all¨ª a comprar el rosc¨®n de Reyes. Mayor, 2.

3. Cines Verdi. Tanto la programaci¨®n como el lugar me resultan muy agradables. Yo no voy a ver pel¨ªculas dobladas, me gusta el cine en versi¨®n original y en los Verdi encuentro siempre t¨ªtulos de directores como Farhadi. Me fio mucho de lo que programan. Como no me gustan que me cuenten las pel¨ªculas, no leo ni los papeles que dan en la entrada. Me los reservo para el final. Bravo Murillo, 28.

4. Restaurante Nippon. Me llev¨® por primera vez Miguel Cuerdo, el productor de La respiraci¨®n. Aunque soy vegetariana, de vez en cuando me gusta ir a un restaurante japon¨¦s. Es una incongruencia, pero es as¨ª. La due?a es encantadora y el espacio es c¨®modo y confortable. Una maravilla. Mi plato favorito es el at¨²n picante. Calle Reina 31.

5. El Palacio de Cristal del Retiro. En la etapa diab¨®lica de los 15 y 16 a?os, un grupo de amigos ¨ªbamos de madrugada all¨ª y jug¨¢bamos al escondite ingl¨¦s, pero tambi¨¦n al strip p¨®ker y nos desnud¨¢bamos, aunque nunca nos quit¨¢bamos las bragas. Correte¨¢bamos por all¨ª con los nervios por si ven¨ªan los guardias. El Retiro es un lugar al que voy mucho. Nac¨ª al lado y es el jard¨ªn de mi infancia. Mi abuela Rafaela me llevaba a pasear por la Rosaleda. Paseo Rep¨²blica de Cuba, 4. El Retiro.

6. El Teatro de la Abad¨ªa. No solo porque ahora est¨¦ trabajando aqu¨ª. Jos¨¦ Luis G¨®mez me lo ense?¨® cuando todav¨ªa estaba en obras e hice con ¨¦l Las sillas, de Ionesco, en 1997. Mi vuelta, esta segunda vez, la vivo como una vuelta a casa. En realidad, todos los teatros son un poco mi casa, pero a este le tengo especial cari?o. Fern¨¢ndez de los R¨ªos, 42.

7. Las tortillas de Gabino. Hacen una tortilla de patatas deliciosa y un postre con avellanas que es insuperable. Son muy amables. Me lo recomend¨® mi amiga Pilar Castro y desde entonces voy mucho. Rafael Calvo, 20.

8. La Plaza de Olavide. Viv¨ªa aqu¨ª cuando naci¨® mi hija Mar¨ªa y ha sido un parque al que tengo especial cari?o. Fue una ¨¦poca muy feliz. En la plaza, entonces, hab¨ªa borrachos, drogadictos, te encontrabas preservativos y jeringuillas por el suelo. Hab¨ªa mucho polvo y las madres est¨¢bamos todas apelotonadas en un rinc¨®n. Sigue siendo un lugar que me gusta mucho.

9. Hotel Suecia. Es un establecimiento muy moderno y desde sus habitaciones se ve la plaza de Cibeles y el Ayuntamiento. Hace poco me mud¨¦ de casa y estuve all¨ª unos d¨ªas que me resultaron muy agradables. Es todo sencillo y as¨¦ptico. Marqu¨¦s de Casa Riera, 4.

10. Embassy. Tengo un disgusto tremendo por el cierre de este sal¨®n de t¨¦ en la Castellana. Yo ven¨ªa mucho a merendar con Ana Mar¨ªa Ventura y Julia Guti¨¦rrez Caba. Es verdad que hay otros establecimientos de la misma cadena, pero no es lo mismo. ?C¨®mo se puede cerrar un lugar hist¨®rico como ¨¦ste? En Espa?a somos excesivamente poco tradicionales. No hay que conservarlo todo, pero es una pena que se pierdan lugares as¨ª. Los pasteles de lim¨®n y las tartaletas de fresas eran mis dulces favoritos. Tambi¨¦n los s¨¢ndwiches de lechuga. Es verdad que todo esto se puede comprar en las otras tiendas, pero el sal¨®n de t¨¦ se ha perdido. Potos¨ª, 8.