¡®Jaque mate¡¯ al destripador de cajeros

Iba con las gafas en la mano, la toalla en el hombro y el ba?ador. Todo listo para coger el metro e irse a la playa. Pero no pudo, los Mossos le detuvieron antes. Antonio Cavall¨ªn, de 57 a?os, el supuesto art¨ªfice en Catalu?a del robo de cajeros con explosivos, fue arrestado el pasado 13 de junio por tercera vez. En los ¨²ltimos cinco a?os es sospechoso de haber destripado una veintena de dispensadores y de ganar m¨¢s de medio mill¨®n de euros con ello. Es su tercera estancia en prisi¨®n preventiva, pero todav¨ªa no ha sido juzgado por ninguna de las causas pendientes. Cada vez que ha quedado en libertad ha reincidido. ¡°Y si sale de nuevo, repetir¨¢¡±, augura el inspector Jordi Oll¨¦, jefe del ¨¢rea de patrimonio de la polic¨ªa catalana. Los Mossos han bautizado la operaci¨®n como Jaque mate.

En su casa, un piso de 50 metros, en Nou Barris, una zona obrera de Barcelona, no hab¨ªa cuadros, fotos o elementos de decoraci¨®n. Apenas una cama, un ba?o, una cocina¡­ Y un libro de qu¨ªmica. ¡°Es una persona austera¡±, destaca el inspector. Ni tel¨¦fonos de ¨²ltima generaci¨®n, ni Facebook, ni Wi-Fi... Ni ninguna de esas cosas por las que suelen caer los delincuentes. Caminaba por la calle atento, gir¨¢ndose, o dando alg¨²n rodeo antes de llegar a casa. Se mov¨ªa en transporte p¨²blico y si hab¨ªa que hacer alguna llamada comprometida, acud¨ªa a un locutorio.

Jaquemate

Tampoco hay rastro de los 529.000 euros que presuntamente ha ganado en sus a?os en Catalu?a. No tiene coche, moto, casa o piso. No hay cuentas en el banco a su nombre. En los registros, la polic¨ªa no le encontr¨® un solo euro. No gasta dinero en ropa, ni se le ha visto yendo a casas de juegos o saliendo por la noche. Vive solo, sin familiares o amigos ¨ªntimos que le frecuenten.

Sus ¨²nicos contactos eran los del equipo de trabajo, que ha ido cambiando. Cavall¨ªn es el presunto l¨ªder, y ¨¦l escoge a sus compa?eros, seg¨²n la polic¨ªa. Unos pocos elegidos. En esta ¨²ltima detenci¨®n, le vinculan con j¨®venes del barrio del Carmelo, expertos conductores, y especialistas en el robo de veh¨ªculos, con m¨²ltiples antecedentes. Y tambi¨¦n con un compatriota, Michele Asta, un empresario de 53 a?os acuciado por las deudas. La polic¨ªa cree que la desesperaci¨®n llev¨® a Asta a reventar un cajero en Pals, un domingo 14 de mayo, a las siete de la tarde, en una zona tur¨ªstica. Con su parte de bot¨ªn (27.000 euros) sald¨® deudas, seg¨²n fuentes policiales.

Tambi¨¦n vinculan a Cavall¨ªn con Israel Oller, un vecino de las casas baratas de Nou Barris, que se encuentra en la actualidad en prisi¨®n. Oller se vio implicado en el secuestro de una mujer en Castelldefels, en 2008, del que acab¨® absuelto. Oller y Cavall¨ªn viv¨ªan a apenas 300 metros. Antes, en 2013, el italiano trabaj¨® con un hombre de Sant Adri¨¤. Los Mossos les pillaron in fraganti. En 2015, cay¨® por sus propios m¨¦ritos. El italiano estaba manipulando un cajero que iba a robar cuando salt¨® por los aires antes de hora. Se destroz¨® la pierna. Su cuadrilla le dej¨® delante del hospital, donde luego fue detenido.

Esta ¨²ltima vez, fue clave en su detenci¨®n un Seat Le¨®n robado. La noche del 10 de marzo condujeron con el coche hasta La Rambla de Marina de L'Hospitalet. Los Mossos detectaron cinco meses antes a Cavall¨ªn vigilando ese cajero. Iban a por la caja de tr¨¢nsito (por donde se introduce el dinero en el banco) que estaba al lado. La hicieron explotar y en la deflagraci¨®n sali¨® volando una puerta de m¨¢s de 100 kilos que impact¨® contra un banco de piedra y lo destroz¨®. Las dos personas que dorm¨ªan en el cajero se despertaron de golpe. A las dos de la madrugada se largaron con un bot¨ªn de 70.000 euros. El conductor dej¨® al resto del grupo, uno a uno, en la puerta de su casa con el Seat Le¨®n, que luego quem¨® en Montcada. Pero el veh¨ªculo ten¨ªa un sistema antirrobo con GPS que grab¨® el trayecto.?

Antes de ese golpe, los Mossos ya ten¨ªan de nuevo en el punto de mira a Cavall¨ªn. La noche de San Juan, estallaron dos cajeros autom¨¢ticos en Sant Quirze del Vall¨¨s. El sistema era clavado al de italiano. Al huir, los ladrones dejaron un reguero de pinchos (miguelitos), colchones ardiendo y pincharon las ruedas de los coches de la polic¨ªa local para que no les siguiesen. Los Mossos corrieron a comprobar si Cavall¨ªn segu¨ªa en prisi¨®n preventiva¡­ Llevaba tres d¨ªas en la calle. Nunca le acusaron de aquel golpe (lo atribuyen a un grupo de chilenos), pero no pas¨® por alto un detalle. Un chileno relacionado con los acusados era el compa?ero de Cavall¨ªn en la Modelo. Compartieron la celda 416.