Arte del amor diferente
Rescate de artistas de la diversidad sexual, desde la antig¨¹edad en el Prado hasta la era moderna en la Tate y en el MNAC
Las colecciones de dos museos emblem¨¢ticos, el Prado y la Tate Britain, ofrecen esta temporada un significativo cambio en sus exposiciones que informa de nuevas exigencias en los gustos del p¨²blico: ver las obras desde el punto de vista del g¨¦nero sexual de sus artistas y de lo que representan en cuadros y esculturas. En Madrid la raz¨®n es la celebraci¨®n del Orgullo Gay, a la que tambi¨¦n el Thyssen se ha sumado con Amor diverso, que re¨²ne quince obras. En Londres, los motivos de la Tate son de memoria colectiva: Queer British Art conmemora los 50 a?os de la abolici¨®n de su ley contra la homosexualidad. En Barcelona, la instalaci¨®n fotogr¨¢fica Molt amor per fer recuerda en la plaza Reial los cuarenta a?os de la primera manifestaci¨®n gay y lesbiana el mismo mes de las elecciones de 1977, en la que 4.000 personas recorrieron la Rambla contra la ley de peligrosidad social.
El Prado y la Tate se han decidido a mostrar obras LGTBI, acr¨®nimo que re¨²ne las diferentes orientaciones sexuales (lesbianas, gays, transg¨¦neros, bisexuales e intersexuales). Bueno, en el caso del Prado, que titula su exposici¨®n La mirada del otro. Escenarios para la diferencia, la cosa queda en un recorrido por obras de marcado car¨¢cter gay, ya que tiene muy pocas autoras en su colecci¨®n, que termina en el XIX, cuando justo se empezaba a hablar de todo esto. De Rosa Bonheur (1822 - 1899), considerada como quien dice pintora de animales y basta, se presenta su impresionante cabeza de le¨®n El Cid, de 1879: no hay aqu¨ª ninguna forma expl¨ªcita que apele a amores fuera de la ley, sino una alegor¨ªa de lo que la Bonheur no pod¨ªa expresar de otra manera.
Todo est¨¢ documentado, aunque ahora se diga abiertamente. Se sabe que el Caravaggio fue homosexual y aqu¨ª lo vemos en contexto. El paseo por el Prado ofrece ¨¦sta y otras visiones. Es el momento de darse la raz¨®n ante obras que en otras visitas, o en reproducciones, te llamaban la atenci¨®n precisamente porque apelan a ser vistas as¨ª, como representaciones de amores diferentes, pero que no osabas decirlo, temiendo sobreinterpretar. Junto al Caravaggio, el busto de la poeta Safo (siempre reconocida como lesbiana y que ha dado nombre a lo s¨¢fico) y el Hermafrodito de Bonuccelli de expl¨ªcito t¨ªtulo (1652), el Rubens que se presenta alza el vuelo apresado por un ¨¢guila, y al contemplarlo en este contexto la alegor¨ªa del amor distinto sobresale con br¨ªo. El maric¨®n de la t¨ªa Gila, de Goya, un grabado poco conocido (hablo por m¨ª), hace desear que la pinacoteca revuelva m¨¢s y m¨¢s sus fondos para presentar tantas otras miradas: al amor, a la vida, a la historia¡
La Maddalena Ventura de Jos¨¦ de Ribera, una mujer barbuda de masculino rostro y pecho prieto con el que amamanta a su beb¨¦, es de impresi¨®n. Como lo son tantas de las obras reunidas. El Prado, que prepara su bicentenario, da muestras en esta exposici¨®n de afrontar lo que dec¨ªa al empezar: los tiempos han cambiado tambi¨¦n para el visitante de exposiciones, que desea ver lo que tantos divulgadores han dado a conocer respecto de los artistas y sus obras a lo largo de la historia. Ahora utilizamos palabras nuevas, porque las diferencias de g¨¦nero se han intensificado y diversificado, pero el hecho es que tantos artistas tuvieron que encerrar sus sentidos y sus sentimientos para complacer a sus mecenas. El p¨²blico lo quiere ver.
En Londres, la Tate Britain presenta hasta el 1 de octubre Queer British Art 1861 - 1967, con obras del prerrafaelita Simeon Solomon, el retratista John Singer Sargent, los bloomsburianos Dora Carrington y Duncan Grant y el artista pop David Hockney. Brilla el autorretrato de Gluck (Hannah Gluckstein) de 1942: la singular pintora de origen aristocr¨¢tico y fuera de convenciones, abiertamente lesbiana en su vida como en sus cuadros, aparece en ¨¦ste con honda mirada de resistencia, animal herido que se sobrepone a pesar de todo.
Cosas que se mueven, miradas que muestran visiones al descubierto. Una recuperaci¨®n catalana para terminar este recorrido por el arte que finalmente sale del armario, ya en el XXI. En el MNAC y en el Museu d¡¯Art de Cerdanyola, revisitaci¨®n de Ismael Smith (Barcelona, 1886 - Nova York, 1972), uno de los malditos del noucentisme, precisamente por su desenvuelta representaci¨®n homoer¨®tica de la imaginer¨ªa religiosa, hoy dir¨ªamos incluso queer, as¨ª como de las escenas de amor que dibuj¨®. Smith termin¨® encerrado en un manicomio.
Loemos ahora a estos hombres y mujeres famosos, dig¨¢moslo as¨ª.
Merc¨¨ Ibarz, escritora y profesora de la UPF
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