Los muebles barrocos del Palau Mox¨®, a la venta

No existe un inventario detallado del rico mobiliario que se conservaba en el Palau Mox¨® de Barcelona hasta hace unos meses, cuando el edificio perteneciente a la familia que lo construy¨® en el siglo XVIII lo vendi¨® por 7,5 millones de euros. La compra del edificio situado en la plaza Sant Just, en pleno Barrio G¨®tico, se hizo sin mobiliario. ¡°Las fincas se venden vac¨ªas si no hay inter¨¦s por los muebles¡±, explic¨® In¨¦s Mox¨® hace unas semanas a este diario, cuando asegur¨® que el mobiliario estaba en Sevilla, donde reside esta arist¨®crata.

Pero no todo. En diciembre de 2016, un mes antes de que el edificio se ofreciera, por segunda vez, al Ayuntamiento para que ejerciera el derecho de preferencia por tratarse de un Bien Cultural de Inter¨¦s Local, la familia puso a la venta una de las piezas m¨¢s excepcionales de todo el mobiliario: una gran librer¨ªa-vitrina con mesa escritorio creada entre 1780 y 1790, poco despu¨¦s de construirse el palacio; permaneciendo all¨ª durante m¨¢s de dos siglos, de tal forma que en el inventario postmortem de Francisco Graell, el noble que mand¨® construir el palacio en 1770, aparece citado.

El mueble, que subastaba la sala Balclis de Barcelona con un precio de salida de 20.000 euros, no se adquiri¨® y al cabo de unos meses ¡ªtodav¨ªa estaba en la sala a comienzos de marzo¡ª fue retirado por la familia y no se sabe su paradero actual. La originalidad de esta pieza realizada en nogal, palisandro y boj, la ha llevado a ser el protagonista del n¨²mero de julio de la revista Estudio del mueble de la Asociaci¨®n para el Estudio del Moble que lo califica de excepcional y ¨²nico por su tipolog¨ªa y resalta la gran labor de talla, marqueter¨ªa y chapeado, ejemplo del buen trabajo de ebanister¨ªa de la Barcelona del siglo XVIII. Algo que, al parecer, le encantaba a la alta sociedad de entonces ya que significaba su posici¨®n social.

Nadie sabe si han salido a la venta m¨¢s muebles en los ¨²ltimos meses, porque ninguna administraci¨®n, ni la municipal ni la Generalitat que vela por los bienes muebles catalanes, se ha preocupado de saber qu¨¦ piezas hab¨ªa en el palacio hasta hace unos meses, ni su importancia patrimonial.

¡°En diciembre de 2005 tres personas de la asociaci¨®n hicimos una catalogaci¨®n de parte del mobiliario del Palau Mox¨® y destacamos 25 piezas¡±, explica M¨°nica Piera, presidenta de la Asociaci¨®n para el Estudio del Mueble. ¡°Hasta hace muy poco este tipo de muebles excepcionales hechos en Barcelona pasaban por mallorquines, porque tenemos pocos ejemplos ya que nos los hemos cargado casi todos¡±.

En cuanto al precio en el que sal¨ªa a la venta, la experta destaca que ¡°el mobiliario antiguo es muy barato y los muebles catalanes no los compra nadie¡±. Sin embargo, resalta ¡°se trata de una pieza que podr¨ªa estar perfectamente en el Museo del Dise?o, donde no hay ning¨²n mueble bueno del siglo XVIII¡±. De las 25 piezas que se catalogaron hace unos a?os, Piera destaca como m¨¢s relevante, aparte de esta vitrina y del retablo del siglo XVI que hab¨ªa a la entrada atribuido a Joanot de Pau, una alcoba con una cama pintada estilo Carlos IV y una siller¨ªa blanca del mismo estilo, adem¨¢s de una fant¨¢stica arquilla de nogal del siglo XVI con tem¨¢tica geom¨¦trica de tradici¨®n musulmana y marqueter¨ªa de pinyolet ¡°que era de las m¨¢s puras que he visto¡± y que Piera tambi¨¦n cree que se merec¨ªa estar en un museo por su singularidad.

Piera asegura que ¡°m¨¢s all¨¢ del valor de cada una de estas piezas, lo que hace interesante estas casas es el conjunto¡±. Por eso, lamenta que se haya perdido esta oportunidad de que Barcelona contara con un edificio as¨ª. Pese a todo, Piera justifica que se vendan muebles como estos: ¡°los privados est¨¢n hartos de ellos, es un sacrificio, porque es complicado mantenerlos en buenas condiciones y no tienen ayudas, sino todo lo contrario: se les ri?e y se les multa por parte de la administraci¨®n; pero es un error, porque eso les lleva a desprenderse de ellos en cuanto pueden y tienen una oportunidad. Es un tema delicado que habr¨ªa que arreglar entre todos¡±, remacha Piera.