Conciertos y cine en la azotea
La Terraza Magn¨¦tica ofrece sesiones de m¨²sica electr¨®nica y pel¨ªculas de tem¨¢tica fiestera en La Casa Encendida
Este domingo, cuarenta personas se pegaron la fiesta de sus vidas, y no bebieron ni una gota de alcohol ni tomaron ning¨²n tipo de sustancias. Tampoco vieron nada. Una pena, porque el paisaje del Madrid enladrillado desde la azotea de La Casa Encendida -especialmente cuando atardece- es digno de paladeo visual. La experiencia sumergible que propon¨ªa del d¨²o art¨ªstico Beaches se llamaba, c¨®mo no, Party: 40 minutos con los ojos vendados, recorriendo todas las fases de una noche crapulosa, a golpe de est¨ªmulos sonoros. As¨ª abr¨ªa este fin de semana la temporada de La Terraza Magn¨¦tica, en lo alto del edificio de La Casa Encendida, del 1 de julio al 27 de agosto.
Un mont¨®n de propuestas cin¨¦filas y mel¨®manas, con un denominador com¨²n: la fiesta. ¡°Elegimos esta tem¨¢tica bajo el punto de vista de quienes la usan para escapar de una realidad a veces triste, aburrida y rutinaria, pero que al final acaban atrapados por la noche, y no pueden escapar de ese estilo de vida¡±, explica Roc¨ªo Mateo, programadora de audiovisuales de La Casa Encendida. Ha sido la selectora de las pel¨ªculas que se proyectar¨¢n en la azotea este verano: entre otras, la s¨¢tira de Jan Nemec La fiesta y los invitados, donde un grupo de burgueses son sometidos por unos desconocidos mientras est¨¢n de picnic en el campo; una analog¨ªa irreverente del acogotamiento comunista de los a?os sesenta. Habr¨¢ espacio para m¨¢s excesos, como la reuni¨®n suicida de La gran comilona, de Marco Ferreri, el tri¨¢ngulo amoroso de Millennium Mambo, el callej¨®n sin salida en el que se queda atrapada Yo, Cristina F, de Uli Edel, o el parox¨ªstico desenfreno de las cuatro adolescentes que protagonizan Spring Breakers, de Harmony Korine.
En una buena fiesta no puede faltar la m¨²sica, y a ser posible, electr¨®nica: este g¨¦nero dominar¨¢ las jornadas de La Terraza Magn¨¦tica el verano, con un cartel a cargo de Andr¨¦s Noarbe, due?o de la m¨ªtica tienda de discos Rotor y, en general, personaje habitual de la escena sint¨¦tica madrile?a. ¡°He programado un men¨² ecl¨¦ctico, buscando siempre la novedad y la vanguardia¡±, cuenta. As¨ª, Jon G¨®mez representar¨¢ una nueva figura, la del DJ music¨®logo coleccionista de discos. Este seleccionador acaba de lanzar un recopilatorio despu¨¦s de bucear en los mercadillos de Brasil, a la caza de piezas electr¨®nicas y nuevaoleras de los a?os 70 y 80. ¡°Es m¨²sica desconocida incluso para los propios brasile?os¡±, explica Noarbe, ¡°ha descubierto autores que se salen de los t¨®picos sonoros del pa¨ªs, con teclados, cajas de ritmos, ysonidos totalmente rompedores¡±.
Tambi¨¦n actuar¨¢ la holandesa Marcelle van Hoof, mucho m¨¢s que una pinchadiscos. Crea m¨²sica sobre tres platos con su mir¨ªada de vinilos, y rompe todos los estilos a golpe de mezcla: techno, house, reguet¨®n... El resultado es tan bailongo como inusitadamente elegante. Otra DJ, la japonesa Kyoka, trasladar¨¢ los sonidos tokiotas a la azotea madrile?a. Practica un tecno minimalista y entrecortado, a empellones, que har¨¢ las delicias de los bailones desacompasados.
El reverenciado Tolouse Low Trax no se limitar¨¢ esta vez a pinchar, sino que dar¨¢ un concierto con todas las letras: acopia las influencias kraut de su pasado en bandas de rock alemanas, y las adereza con m¨²sicas tribales africanas que, curiosamente, tienen mucho en com¨²n, tanto en ritmos como en tempos. Son solo algunos ejemplos de las casi 20 propuestas esc¨¦nicas, visuales y sonoras, con las que La Terraza Magn¨¦tica quiere refrescar las tardes del est¨ªo madrile?o. ¡°Si la fiesta te atrapa, es complicado resistirse¡±, opina Mateo. Un buen resumen del apetitoso cartel de La Casa Encendida.
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