Arruinar al rival pol¨ªtico
La ¨²ltima respuesta del PP al movimiento independentista es la amenaza contra el patrimonio econ¨®mico de sus dirigentes
Se ha repetido mucho estos d¨ªas la idea de que Neus Munt¨¦, una de las caras amables del Gobierno de Junts pel S¨ª, ha salido del Ejecutivo catal¨¢n porque su partido quiere reservarla para futuras apuestas. Se tratar¨ªa de proteger a la que se supone que es una de las pocas buenas bazas electorales del PDeCAT de la persecuci¨®n penal que se da por descontado que tendr¨¢n que afrontar los miembros del Gobierno de Puigdemont si intentan llevar a t¨¦rmino el refer¨¦ndum que preconizan.
Esta reserva indica que, por muy convencidos que estuvieran la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, y el presidente, Carles Puigdemont, de que el 1 de octubre celebrar¨¢n su refer¨¦ndum, esa convicci¨®n no va tan lejos como para suponer que el C¨®digo Penal espa?ol deje de ser efectivo el 2 de octubre en Catalu?a. Y lo que de ello cuelga. Es decir, que los fiscales del ministro de Justicia, Rafael Catal¨¤, seguir¨¢n teniendo jurisdicci¨®n en Catalu?a. Que la Guardia Civil, o los Mossos d¡¯Esquadra, tanto da, seguir¨¢n asegurando que los citados comparezcan ante el juez, etc¨¦tera, etc¨¦tera. As¨ª es como se ha confirmado que la previsi¨®n del Gobierno catal¨¢n ¡ªno por lo que dice, sino por lo que hace¡ª es prepararse para unas nuevas elecciones en las que presumen que sus actuales miembros pudieran estar inhabilitados legalmente.
Tambi¨¦n se ha considerado comprensible que los consejeros est¨¦n preocupados, tal como verbaliz¨® sin tapujos el exconsejero Jordi Baiget, por la amenaza de perder su patrimonio en esta endiablada batalla. ?ste es un aspecto particularmente s¨®rdido de la actual coyuntura pol¨ªtica. De siempre se ha sabido que la lucha por la patria, cualquiera que sea, exige grandes sacrificios. Incluso puede que el de la vida, cuando se trata de defenderla del enemigo en la guerra, en defensa de la libertad o en aras de la justicia. Si hasta la vida puede estar en juego en las grandes conmociones pol¨ªticas, ?c¨®mo no va a estarlo la hacienda? En este pa¨ªs, adem¨¢s, hay experiencias relativamente recientes de p¨¦rdida de patrimonio por razones pol¨ªticas. Es lo que les sucedi¨® a miles de republicanos a los que la dictadura franquista confisc¨® bienes y haciendas despu¨¦s de ganar la guerra. Es tambi¨¦n lo que tuvieron que afrontar no pocos luchadores antifranquistas en la ¨²ltima etapa de la dictadura, cuando la persecuci¨®n policial iba acompa?ada a menudo de cuantiosas multas gubernativas.
Algo de todo eso sabe el predecesor de Puigdemont, Artur Mas, al que le ha ca¨ªdo ya una pena de inhabilitaci¨®n legal para cargo p¨²blico y sobre el que ahora pende la amenaza de un castigo econ¨®mico por haber organizado la consulta del 9-N de 2014. Es un ilustrativo gui?o de la historia que el miembro del Tribunal de Cuentas del Reino que va a ocuparse del expediente contra Mas y las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau sea la exjueza conservadora Margarita Mariscal de Gante, exministra en el primer Gobierno de Aznar. Y es ilustrativo porque se trata de la hija de uno de los que fue se?alad¨ªsimo juez del Tribunal de Orden P¨²blico de la dictadura franquista, Jaime Mariscal de Gante. Es decir, un perseguidor de enemigos pol¨ªticos. A veces hay rupturas en las tradiciones familiares, pero a veces no. El PP es, a fin de cuentas, el heredero de la nomenclatura estatal franquista, como es f¨¢cilmente comprobable tanto por las biograf¨ªas y los apellidos de muchos de sus dirigentes como por el enfoque que ahora hace de la cuesti¨®n catalana como un mero asunto de C¨®digo Penal.
La amenaza de persecuci¨®n econ¨®mica de los l¨ªderes del movimiento independentista no es un detalle menor en la presente crisis constitucional. El Gobierno del PP lleva tiempo esforz¨¢ndose en convertir a los dirigentes independentistas en meros delincuentes penales. Ahora, en plena escalada, sus portavoces, empezando por el presidente Mariano Rajoy, pretenden que la sociedad espa?ola identifique al independentismo catal¨¢n como un movimiento totalitario y antidemocr¨¢tico. Quiz¨¢ esto cuele fuera de Catalu?a en los medios sociales sometidos a la lluvia continua de la propaganda gubernamental. En Catalu?a, sin embargo, la estrategia gubernamental contra el independentismo se orienta a que cunda el miedo a la persecuci¨®n econ¨®mica. La ruina personal y familiar es lo que les espera a quienes dirijan un intento de salirse del Estado espa?ol. Este es el mensaje. El independentismo ha tocado hueso y esta es la respuesta. Lo aterrador del caso es que, seg¨²n Rajoy, esta es la respuesta democr¨¢tica.
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