Lecci¨®n magistral de lectura po¨¦tica ritmada
Franco Battiato triunf¨® este s¨¢bado en el castillo de Peralada
El viejo profesor volvi¨® a impartir su clase magistral ante un grupo de alumnos aventajados que ya se sab¨ªan de memoria la mayor¨ªa de sus ense?anzas. Esta vez fue en los jardines del castillo de Peralada en una noche agradable a pesar del bochorno y con todas las entradas agotadas de antemano. Sus alumnos, ni muy j¨®venes ni muy viejos, sacaron del armario algunas de sus mejores galas para la ocasi¨®n, entorno obliga, pero se rindieron con la misma euforia juvenil de siempre.
Franco Battiato es un habitual de nuestros escenarios pero en cada visita sorprende, para bien o para mal, pero sorprende. En cambio, en la noche del s¨¢bado no hubo sorpresas. La suerte de sus fieles seguidores fue que su ¨²ltimo lanzamiento discogr¨¢fico (en tres o seis ced¨¦s con sus correspondientes dvds) se titula Anthology y eso fue precisamente lo que ofreci¨® en Peralada: una antolog¨ªa muy bien seleccionada de sus cuarenta y dos a?os de carrera profesional. Otra cosa es c¨®mo la ofreci¨®, porque poco o nada tuvieron que ver muchas de sus versiones actuales con los originales clavados en la memoria de sus incondicionales. Pero como el p¨²blico lo era, incondicional, la velada discurri¨® entre el ¨¦xito y la apoteosis. Y, al final, todo el mundo olvid¨® restricciones sociales y acab¨® bailando Voglio vederti danzare. El profesor tambi¨¦n intent¨® bailar con su perenne adem¨¢n patoso que le hace todav¨ªa m¨¢s entra?able.
Hace tiempo que la voz de Franco Battiato perdi¨® muchos de sus atributos pero el siciliano compensa esas carencias (por otra parte normales a sus setenta y dos a?os) con carisma. Y carisma le sobra. Ahora recita de forma ritmada sus poemas sobre melod¨ªas muy bien construidas, sensuales y cercanas. Aunque esta vez m¨¢s que de recitar deber¨ªa hablarse de leer porque el cantautor no despeg¨® los ojos en toda la noche de un enorme teleprompter que presid¨ªa el escenario. A¨²n as¨ª lee con tanta sensibilidad y emoci¨®n que pronto se olvida la ausencia de voz y la presencia del cachivache electr¨®nico.
En Peralada su viejo amigo y colaborador Juri Camisasca m¨¢s que ayudarle le traicion¨® un poco. Compartieron tres canciones pero fue en Nomadi, obra de Camisasca popularizada por Battiato, donde las diferencias vocales se hicieron demasiado evidentes. Pero como nadie espera encontrar en Battiato a un tenor oper¨ªstico en su mejor momento todo prosigui¨® como si no hubiera pasado nada.
Durante casi dos horas Franco Battiato viaj¨® a lo largo de su carrera acompa?ado de piano, sintetizadores y un magn¨ªfico cuarteto de cuerda cl¨¢sico, el Nuovo Quartetto Italiano, con mucha y potente presencia en la mayor¨ªa de temas. Sentado sobre un gran coj¨ªn oscuro en una tarima con su correspondiente alfombra de tonos rojizos, una taza de infusi¨®n y sus enormes auriculares, Battiato pas¨® de la cercan¨ªa instrumental casi acariciante al techno con bases pregrabadas, incluy¨® alg¨²n toque de viejo rockero y mucho minimalismo deudor de Philip Glass. No falt¨® pr¨¢cticamente ninguno de sus grandes ¨¦xitos desde I treni di Tozeur, Prospettiva Nevski o L¡¯era del cinghiale bianco a E ti vengo a cercare que cerr¨® el concierto antes de los bises. Version¨® a Sergio Endrigo y a Jacques Brel y acab¨® la velada convirtiendo las gradas del castillo en una pista de baile con su ya mencionada Voglio vederti danzare. Noche redonda a pesar de la falta de voz del protagonista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.