El zika persiste, tambi¨¦n en Espa?a

Apenas se habla del virus del zika. Nada, al menos, comparado con lo que se dec¨ªa hace un a?o, cuando las infecciones se contaban por miles cada d¨ªa y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) manten¨ªa la emergencia global por el virus, asociado a casos de microcefalia en beb¨¦s de madres infectadas y a algunos casos de s¨ªndrome de Guillain-Barr¨¦. ¡°El virus no ha desaparecido, est¨¢ end¨¦mico. No afecta de manera epid¨¦mica como cuando encontr¨® poblaci¨®n virgen, pero el virus est¨¢, se mantiene y sigue habiendo casos¡±, avisa el doctor Israel Molina, coordinador del programa de Salud Internacional del hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona. Seg¨²n el Ministerio de Sanidad, desde que se inici¨® la epidemia en 2015, en Espa?a se han confirmado 325 casos de infecci¨®n por zika. En 2017 se han detectado 12.

Vall d'Hebron fue uno de los hospitales que tuvo que ponerse las pilas a marchas forzadas. Con m¨¢s preguntas que respuestas y escasa informaci¨®n en la literatura cient¨ªfica, el hospital barcelon¨¦s empez¨® a recibir los primeros casos importados. En poco m¨¢s de una semana, un equipo de m¨¦dicos redact¨® el primer protocolo de actuaci¨®n, que luego se replicar¨ªa en Catalu?a y Espa?a. ¡°Como m¨¦dico fue muy emocionante porque ves el inicio de una infecci¨®n; pero como cl¨ªnico es estresante porque tienes muy poca informaci¨®n para dar al paciente¡±, explica Anna Suy, de la unidad de infecciones perinatales del servicio de Obstetricia de Vall d¡¯Hebron. Precisamente, en este centro sanitario naci¨®, tal d¨ªa como hoy de hace un a?o, el primer beb¨¦ de Europa con microcefalia vinculada al zika. ¡°El ni?o tiene un gran d¨¦ficit motor y psicol¨®gico. Tiene un per¨ªmetro encef¨¢lico de un beb¨¦ de dos meses. Es una situaci¨®n muy grave e incapacitante¡±, se?ala Antoni Soriano, pediatra de la unidad de patolog¨ªas infecciosas e inmunodeficiencias pedi¨¢tricas de hospital barcelon¨¦s.

Aunque el impacto medi¨¢tico en torno al virus ha bajado, los m¨¦dicos insisten en que siguen diagnosticando casos. Quiz¨¢s no tantos, agregan, pero el zika no se ha ido. ¡°Es verdad que estamos viendo un descenso pero esto es porque hubo muchos casos y hay mucha gente que ya es inmune al virus. Tambi¨¦n se tomaron medidas de control vectorial [se transmite a trav¨¦s de la picadura de un mosquito]. Pero desde un pa¨ªs no end¨¦mico como este, la ¨²nica intervenci¨®n que podemos hacer y que ha calado es que las embarazadas o las que desean tener hijos, eviten viajar¡±, apunta Molina.

La amenaza del virus y su avance oblig¨® a los m¨¦dicos a investigar r¨¢pido y compartir informaci¨®n. ¡°Hasta el a?o 2000 hab¨ªa 44 art¨ªculos publicados sobre el zika. De 2015 hasta ahora hay m¨¢s de 2.500¡±, apunta Soriano. Quedan, no obstante, muchas lagunas. ¡°Sigue habiendo zika y naciendo ni?os con malformaciones, y esto nos preocupa porque no tenemos buenas herramientas diagn¨®sticas ni tratamiento para prevenir la mala evoluci¨®n de estos ni?os. Adem¨¢s, los test serol¨®gicos son poco espec¨ªficos y no sabemos si estamos diagnosticando dengue o zika¡±, lamenta el pediatra. Suy agrega que el mayor problema es diferenciar cu¨¢ndo se han infectado las madres, si durante el embarazo o hace un a?o, pues no pueden saber de cu¨¢ndo son los anticuerpos que detectan en las anal¨ªticas. La vacuna preventiva, que ahora se est¨¢ ensayando con voluntarios, es la gran esperanza para poner diques a la progresi¨®n del virus.