La fosa de los brigadistas de Fuencarral, en riesgo por unas obras

Una fosa com¨²n donde fueron arrojados, tras ser exhumados, restos mortales de al menos 424 voluntarios brigadistas internacionales de 16 nacionalidades de todo el mundo, m¨¢s otra fosa de, al menos, 64 v¨ªctimas, algunas de ellas falangistas, registradas durante descontrol de los primeros meses de la Guerra Civil, pueden peligrar. El riesgo procede de la inminencia de unas obras de rehabilitaci¨®n del cementerio de Fuencarral, en el hoy distrito municipal de su nombre y entonces, 1936-1939, municipio aut¨®nomo, donde en su d¨ªa fueron enterrados. Desde el Ayuntamiento de Madrid mantienen que las obras no afectar¨¢n a la tumba, ya que, en caso de que la catas previas a los trabajos descubran restos, se paralizar¨ªan los trabajos.

Las obras se proponen restaurar 118 metros de muro perimetral que sufri¨® desplomes en enero ¡ªtarea a la que se destinar¨¢ una cuarta parte de 1.962.000 euros presupuestados¡ª, as¨ª como la de distintos viales y tumbas, adem¨¢s de una amplia reurbanizaci¨®n interior que absorber¨¢ las tres cuartas partes restantes de la inversi¨®n prevista.

El reciente anuncio de las obras alert¨® a Luis Avial Bell, georradarista profesional y titular de una compa?¨ªa de prospecciones geof¨ªsicas, que ha explorado m¨¢s de un centenar de fosas de la Guerra Civil y de la posguerra. Fue ¨¦l quien en 2015 dirigi¨® la exploraci¨®n geof¨ªsica para el hallazgo de los restos de Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias. Su alerta obedece a que conoce que este cementerio madrile?o, microcosmos funerario de la contienda de 1936-1939, alberg¨® en su d¨ªa dos tipos de enterramientos vinculados hoy a la Memoria hist¨®rica: por una parte, las sepulturas de centenares de combatientes voluntarios de las Brigadas Internacionales, al menos 424 identificados, ca¨ªdos en la defensa de Madrid, como rezan varias placas en un muro que jalonaba su sepultura; por la otra, las de al menos 64 v¨ªctimas de los primeros d¨ªas de la contienda, entre ellas, falangistas y supuestos simpatizantes del bando alzado franquista, cuyos nombres figuran en una estela funeraria.

Entre 1936-1937, el general h¨²ngaro Luk¨¢cks, responsable de la XII Brigada Internacional, ante el creciente n¨²mero de v¨ªctimas en las filas de los voluntarios internacionalistas, solicit¨® al secretario municipal de Fuencarral, Francisco Herreros, disponer de una amplia parcela, ensanchada luego, para enterrar a los brigadistas muertos. En 1940, tras concluir la Guerra Civil, los restos mortales de brigadistas estadounidenses, ingleses, franceses, alemanes, italianos, canadienses, polacos, yugoslavos; as¨ª como austr¨ªacos, b¨²lgaros, jud¨ªos, cubanos, chipriotas, griegos, rusos y espa?oles, enterrados en Fuencarral, fueron exhumados de all¨ª de manera expeditiva por las autoridades franquistas en un acto de represalia post m¨®rtem contra los voluntarios. Llevados a un paraje cercano, fueron a dar a una fosa com¨²n.

El monte de El Pardo

El georradarista Avial teme que este enterramiento pueda coincidir con el espacio de ampliaci¨®n del propio cementerio, hoy intramuros, extramuros entonces, muy acrecido luego, o bien que la fosa se encuentre en alg¨²n lugar del contiguo monte de El Pardo. En cuanto a los restos de los falangistas y de las v¨ªctimas, 64 en total identificadas, de los primeros d¨ªas de la guerra en Madrid, permanecen hoy sepultados y mezclados en el ¨¢rea de entrada a un amplio cuartel vallado del cementerio, a unos cien metros de distancia de los restos de los voluntarios brigadistas.

Por ello, el georradarista madrile?o, en un escrito dirigido al Consistorio, se ofrece ¡°a realizar gratuitamente un barrido del subsuelo del camposanto, mediante georradar y perfil¨®metro, t¨¦cnicas ambas no intrusivas¡±. Con tal instrumental se propone confirmar, como ¨¦l sospecha, que quedan a¨²n los restos mortales de unos y otros difuntos en distintos lugares del cementerio e impedir as¨ª que las obras previstas puedan vulnerar la ley de Memoria Hist¨®rica, que protege estos enclaves funerarios e impide alterarlos.

Severiano Montero, l¨ªder de la Asociaci¨®n de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), cree tambi¨¦n que los restos exhumados podr¨ªan estar en un espacio muy cercano, incluso dentro de la ampliaci¨®n del cementerio. ¡°Me parece bien que antes de las obras se realice una exploraci¨®n previa¡±, afirma. Una fuente del Comisionado para la Memoria Hist¨®rica del Ayuntamiento, que regenta Francisca Sahuquillo, se?al¨® su disposici¨®n a explicar a Avial y a la AABI en qu¨¦ consistir¨¢n las obras, que son responsabilidad de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, S.A.

Fuentes municipales aseguran, no obstante, que antes de actuar se realizan catas y si descubren restos, las obras quedar¨ªan paralizadas. De este modo, quedar¨ªan a salvo los restos de los 424 brigadistas identificados y de las 64 v¨ªctimas de los primeros d¨ªas de la contienda.