La conquista vecinal pendiente

Contaban bien las cr¨®nicas de hace 25 a?os el ambientazo que vivi¨® la monta?a de Montju?c, epicentro de los Juegos Ol¨ªmpicos. En un solo anillo se concentraban las principales competiciones: atletismo en el Estadio Llu¨ªs Companys; nataci¨®n y sincronizada en las piscinas Bernat Picornell; saltos en la Sant Jordi; baloncesto en el Palau Sant Jordi, yudo en lo que hoy es el INEF... Instalaciones flamantes que era un orgullo ense?ar.

Ya desde la plaza de Espanya, de donde sal¨ªan autobuses lanzadera hacia la parte alta, no era dif¨ªcil encontrar visitantes dispuestos a ver cualquier competici¨®n. Les daba igual un partido, que una final de medio fondo, que la sincro por equipos. Aquello era un frenes¨ª de gente en las escaleras mec¨¢nicas.

La casualidad ¡ªo una gesti¨®n llena de buena fe pero equivocada¡ª ha querido que este lunes se anunciara el cierre de Open Camp, el parque tem¨¢tico del deporte. Se instal¨® en el estadio Ol¨ªmpico, un equipamiento que tras el breve uso por parte del Espanyol pr¨¢cticamente solo se emplea para conciertos o grandes eventos como la fiesta del Club Super3. Pero apenas ha permanecido abierto un a?o. El proyecto, de inversores privados, supuso un desembolso de 13 millones de euros y cierra con muy buena reputaci¨®n en el sector, pero con una deuda de 16 y sin haber pagado al Ayuntamiento el canon por utilizar las instalaciones.

Y es que la monta?a de Montju?c no acaba de arrancar en uso ciudadano. Por lo menos por parte de los barceloneses, que no se hacen con el que en realidad es el gran parque de la ciudad. Y no ser¨¢ por falta de oferta. Cerr¨® el parque de atracciones, pero se cuid¨® el espacio que ocupaba ¡ªson espectaculares los toboganes¡ª abrieron otros equipamientos, como el CaixaF¨°rum. El MNAC y la Fundaci¨® Mir¨® funcionan, el INEF aporta una dosis de estudiantes; las Picornell de usuarios; el Castillo se ha incorporado a eventos de ciudad como la Merc¨¨; el paseo del Mirador del Alcalde o el del Migdia son una chulada; el Mercat de les Flors tiene vidilla todo el a?o y el Grec en verano; el telef¨¦rico y el funicular tienen viajeros... el Poble Espanyol sigue ah¨ª, como si hubiera estado toda la vida, igual que la Foixarda o el Tenis Pompeia y el estadio Serrahima.

Todo ello en una monta?a y parque donde tambi¨¦n hay cuatro mini barrios: El Polvor¨ª, La Satalia, La Font de la Guatlla y Can Clos. Suman apenas 2.000 hogares. En el Centro de Estudios de Montju?c (CEM) son muy cr¨ªticos al hacer balance de lo que ha ocurrido en la monta?a 25 a?os despu¨¦s de la gloria ol¨ªmpica. ¡°Los Juegos, en el imaginario, dieron la idea de que en Montju?c cab¨ªa todo¡±, lamenta Ana Men¨¦ndez desde el CEM. Y subraya que el uso m¨¢s intensivo de los espacios lo hacen los turistas. La Font M¨¤gica concentra hasta 200 autocares diarios. Y no ser¨¢ que el centro de estudios no se esfuerce en difundir la zona.

El CEM entiende que la modificaci¨®n del Plan General Metropolitano (PGM) que se hizo en v¨ªsperas a los Juegos fue la oportunidad perdida de reequilibrar la ¡°excesiva calificaci¨®n de equipamiento¡± que el PGM original hab¨ªa dado a la monta?a. ¡°Se edific¨® en exceso hasta que otra modificaci¨®n en 2014 lo limit¨® parcialmente¡±. Otra cr¨ªtica: ¡°Las enormes superficies destinadas a viales¡± que ¡°han transformado Montju?c en un bypass para evitar los atascos de la ronda litoral y la Gran Via y que no tendr¨¢n soluci¨®n hasta que se limite el tr¨¢fico del coche privado¡±.

El parque tiene otros problemas, como el ruido que origina el Poble Espanyol o eventos como los picnic o brunch electronic. O que la mitad de las construcciones est¨¢n en ¡°superficies recintadas, infranqueables para los peatones¡±. La palma se la lleva el hotel Miramar que privatiz¨® parte de los jardines p¨²blicos ¡°e hizo desaparecer uno de los caminos hist¨®ricos de acceso al Castillo¡±. Los vecinos piden un plan de usos para recuperar la condici¨®n de parque. Pero no tiene ni fecha.