Y Barcelona compr¨® el billete a la historia
El ¨¦xito de los Juegos Ol¨ªmpicos ubic¨® a la capital catalana en el mundo, que a¨²n explota este prestigio
Como con un largo suspiro, hace 25 a?os, Barcelona se despidi¨® de los Juegos Ol¨ªmpicos que muchos califican a¨²n hoy como los mejores de la historia. En un art¨ªculo publicado en este diario, el entonces presidente el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, agradec¨ªa a Catalu?a, Espa?a y Barcelona por los esfuerzos para celebrar las justas. Misi¨®n cumplida.
La organizaci¨®n de los Juegos fue una empresa con luces y sombras pero logr¨® poner en el mapa mundial a la capital catalana. Unas rentas de las que la ciudad sigue viviendo hoy en d¨ªa y sin las que, seguramente, la crisis econ¨®mica habr¨ªa tenido efectos a¨²n m¨¢s profundos. Y un triunfo que, despu¨¦s de un cuarto de siglo, revela excesos y problemas de convivencia que hay que abordar para no morir de ¨¦xito.
Son muchas las cr¨ªticas al modelo y a la marca Barcelona. Voces tan cr¨ªticas como las del antrop¨®logo Manuel Delgado ven en ambas cosas una venta descarada de la ciudad. Se alega que con los Juegos se abri¨® la puerta a las privatizaciones y a la especulaci¨®n inmobiliaria. La llegada de Ada Colau al Ayuntamiento hace dos a?os, con Iniciativa dentro de la coalici¨®n electoral, fue motivo de cuestionamientos por parte de muchos intelectuales que consideran que no pod¨ªa haber una ruptura real en la ciudad con unos compa?eros de viaje responsables de un modelo cuestionado. Los barceloneses viven una paradoja particular: sue?an con ser una gran capital mundial, una ciudad global, pero sin perder ni un cent¨ªmetro de su vida de barrio. Y esto es casi imposible.
Lo cierto es que la telegenia de la Barcelona ol¨ªmpica fue fundamental para que la ciudad tuviera el a?o pasado 20 millones de pernoctaciones hoteleras y 7,5 millones de visitas registradas en hoteles y pensiones. Unas cifras que se han duplicado en tan solo 12 a?os. Los hoteleros y expertos en turismo reconocen que se trata de vol¨²menes en los que hay grupos de visitantes prestados por la inestabilidad pol¨ªtica y de seguridad en otros destinos como el norte de ?frica. Pero la capital catalana tiene lo suyo y de entrada ning¨²n indicador alerta de un posible decrecimiento tur¨ªstico en el horizonte.
En Am¨¦rica Latina y en Asia se reconoce a Barcelona por el deporte y la cultura ¡ªEl Bar?a, los Juegos Ol¨ªmpicos y Gaud¨ª¡ª, y en el resto de Europa se reconoce su capacidad innovadora y universitaria. El sol y playa pesan, s¨ª, pero la marca ofrece m¨¢s. El lifestyle, la manera c¨®mo se ha configurado, para bien o para mal, la ciudad de hoy.
La transformaci¨®n que vivi¨® Barcelona con los Juegos, la premisa de tener un espacio p¨²blico de calidad independientemente del barrio donde se viviera ha hecho escuela en el mundo. La transformaci¨®n de una ciudad como Medell¨ªn, por ejemplo, quiere seguir esa estela. Hong Kong en su b¨²squeda de abrir el litoral a los ciudadanos se mira en el espejo de los planes del arquitecto Josep Acebillo. Los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro, un fracaso a nivel social, intentaron apostar por el modelo Barcelona para que la ciudad saliera ganando.
El ¨¦xito de Barcelona, con sus problemas, contradicciones y ventajas, lo simboliza el lleno total que la ciudad se cuelga cada a?o con el Mobile World Congress. La feria cerr¨® 2017 con una cifra r¨¦cord de 108.000 visitantes, un 7% m¨¢s que el a?o anterior. Visitantes de 208 pa¨ªses y 2.300 compa?¨ªas de la industria m¨®vil y sectores adyacentes. El impacto econ¨®mico fue, seg¨²n los organizadores, de 465 millones de euros.
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