Barcelona est¨¢ preparada y compite con los mejores
El precio de una mala decisi¨®n significa perder talento, reducir eficacia y poner en riesgo nuestra salud y seguridad farmac¨¦utica
Diecinueve ciudades europeas aspiran a acoger el traslado de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en ingl¨¦s) que como consecuencia del Brexit, abandonar¨¢ Londres. Tenemos dos buenas noticias: Espa?a ha presentado su mejor baza, Barcelona, y ¨¦sta presenta la candidatura m¨¢s completa y competitiva de todas.
La Agencia es una pieza clave en la seguridad y salud de los europeos al depender de ella la certificaci¨®n de medicamentos. S¨®lo en la Agencia trabajan m¨¢s de 900 personas altamente cualificadas y un gran n¨²mero de evaluadores, t¨¦cnicos y cient¨ªficos de toda Europa se re¨²nen continuamente en sus instalaciones.
Para entender la trascendencia de la decisi¨®n, lo primero que hay que tener en cuenta es que no se trata de decidir d¨®nde se crea una agencia (que es lo que se hizo en 1992 quedando Barcelona finalista) sino que lo que se decide es d¨®nde se traslada una agencia ya existente con su talento, sus procesos, su tecnolog¨ªa y know how. El precio de una mala decisi¨®n significa perder talento, reducir eficacia y poner en riesgo nuestra salud y seguridad farmac¨¦utica.
En consecuencia, la decisi¨®n sobre d¨®nde trasladar la EMA deber¨ªa basarse en la evaluaci¨®n de aspectos clave para su buen funcionamiento aportados por las ciudades candidatas: (1) su capacidad para retener el talento de la agencia; (2) su ecosistema cient¨ªfico; (3) su conectividad con toda Europa y el mundo; (4) su disponibilidad de escuelas, vivienda y trabajo para las familias de los trabajadores; (5) su calidad de vida; (6) y la facilidad e inmediatez para el traslado f¨ªsico de la agencia.
Barcelona cumple con creces todos estos criterios y adem¨¢s es la ¨²nica ciudad que ha presentado un edificio preparado para acoger de forma permanente la EMA: la Torre Glories.
Como no pod¨ªa ser de otra manera, Barcelona compite con los mejores: Amsterdam pone en valor su conectividad, su sistema educativo en ingl¨¦s, su cosmopolitismo y calidad de vida, como ya saben los trabajadores de otra gran agencia all¨ª ubicada: Europool. Copenhaguen, con menor dimensi¨®n, est¨¢ fuera del Euro pero su biling¨¹ismo y su calidad de vida no son despreciables. Estocolmo, tambi¨¦n fuera del Euro, con un sistema sanitario y de investigaci¨®n muy competitivo es otra gran candidata, como siempre lo es Viena para instituciones internacionales, pero todas ellas con altos costes. Mil¨¢n tambi¨¦n estar¨ªa en la liga de los mejores de no ser porque ya cuenta en Parma, a escasos kil¨®metros, con la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Lille, siendo la apuesta de uno de los grandes de Europa, no es una ciudad con las conexiones ni el ecosistema cient¨ªfico para ello, como tampoco Bonn. Bruselas ya es capital europea y est¨¢ saturada de instituciones comunitarias. Atenas cuenta con otras prioridades a resolver, y no podemos ni imaginar una agencia de esta importancia instalada en ciudades escasamente conectadas, con sistemas de investigaci¨®n poco maduros, o planta hotelera y de congresos escasa como Bratislava, Porto, Bucarest, Sofia, Helsinki, Varsovia, Dublin, la Veleta, o Zagreb.
Nos enorgullece que Barcelona est¨¦ sobradamente preparada y que compita con los mejores. El objetivo es posible y los que tienen la decisi¨®n en sus manos deber¨ªan priorizar los criterios t¨¦cnicos a los pol¨ªticos, como ya ha hecho Espa?a. El sistema de votaci¨®n aprobado no nos beneficia, pero s¨ª que esperamos que el sentido com¨²n de nuestros l¨ªderes haga que no juguemos con la seguridad y la salud de los europeos y escojan una ciudad que como Barcelona est¨¢ ya preparada para decir Hola a la EMA y a su talento.
Mateu Hernandez es CEO de Barcelona Global.
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