Los vecinos de la Barceloneta toman la playa en contra de los excesos del turismo

Dos centenares de vecinos del barrio de la Barceloneta han ocupado este s¨¢bado por la ma?ana la playa exigiendo el fin de los apartamentos tur¨ªsticos y de la especulaci¨®n inmobiliaria que sufren, a su juicio, por excesos del turismo. Los vecinos, ataviados con camisetas amarillas con el mensaje: ¡°La Barceloneta no est¨¢ en venta¡±, han tomado pac¨ªficamente la zona que denominan La Caleta y que separa la playa de la Barceloneta de la de Sant Miquel. All¨ª, decenas de pancartas en la arena en las que se pod¨ªa leer: ¡°Vecinos en traspaso. Stop masificaci¨®n tur¨ªstica¡±, ¡°la Barceloneta no se vende¡±, ¡°quiero crecer y jugar en la Barceloneta¡±, ¡°no queremos pisos tur¨ªsticos¡±¡­ Proclamas que se entremezclaban con toallas de ba?istas dispuestos a comenzar una jornada de agua salada y sol.

Pepa Picas de la asociaci¨®n de vecinos de la ?stia alertaba de que la situaci¨®n en el barrio es preocupante. En agosto de 2014, los vecinos salieron por primera vez a las calles dando un pu?etazo sobre la mesa y gritando contra los excesos de un turismo que les ahogaba. ¡°Desde entonces no hemos hecho m¨¢s que retroceder¡±, aseguraba Picas. ¡°El barrio est¨¢ invadido por los pisos tur¨ªsticos y cada apartamento destinado a esos usos significa un vecino menos¡±, denunciaba. Para la vecina el ¡°barrio est¨¢ desconocido, no hay vecinos, no hay comercios...¡±.

Paz Fern¨¢ndez es una vecina de la calle Pescadors. ¡°Nac¨ª en el barrio y cuando me cas¨¦ me fui a vivir al barrio de Vall d¡¯Hebron. Me separ¨¦ en 1990 y volv¨ª con mis hijos. Despu¨¦s de 27 a?os pagando religiosamente el alquiler, hace semanas me lleg¨® un burofax. Me dicen que en septiembre tengo que estar fuera de mi piso¡±, lamentaba Paz Fern¨¢ndez. La vecina paga 500 euros por un piso de unos 50 metros cuadrados. Sabe que el due?o del inmueble quiere duplicar la mensualidad. ¡°Yo cobro 900 euros de pensi¨®n. Antes, en el barrio viv¨ªamos con ladrones, drogadictos¡­ intent¨¢bamos convivir y lo consegu¨ªamos, pero el turismo lo ha arrasado todo¡±, denuncia.

Los vecinos comienzan con sus c¨¢nticos en contra del turismo. Critican los apartamentos destinados para los visitantes, la inseguridad en las calles, la privatizaci¨®n de algunas partes de la playa. Critican al exalcalde Xavier Trias, que firm¨® concesiones para que se explotaran econ¨®micamente sombrillas y hamacas en la arena y felicitan a Colau por anunciar que en 2018 ya no existir¨¢n estos servicios. A¨²n as¨ª, consideran que la maniobra es insuficiente.

Unos manifestantes despliegan una pancarta dentro del mar mientras el tradicional ca?¨®n con el que los vecinos descargan su ira en las protestas vecinales vomita un par de sonoros petardos.

Mientras, los ba?istas miran expectantes el espect¨¢culo, todos se apresuran a remarcar que no es ¡°turismof¨®bico¡±. Esther Jorquera, de la plataforma en defensa de la Barceloneta, a?ade matices al discurso: ¡°El problema es la especulaci¨®n. Cada mes hay decenas de desahucios a vecinos que viven en pisos de alquiler. No es admisible que los propietarios pidan 1.000 euros por pisos de 30 metros cuadrados¡±. Jorquera se niega a aceptar el calificativo de turismof¨®bica. ¡°Ahora parece que seamos un barrio privilegiado porque estamos en el centro y tenemos playa y por eso nos est¨¢n obligando a marchar¡±, concluye. Jorquera asegura que no existe un recuento del ¨¦xodo que han tenido que soportar los vecinos. ¡°El 80% de mis conocidos se han visto obligados a marchar y ahora sus pisos han ido a parar a turistas¡±, asegura. Critica las administraciones por ¡°no haber hecho nada, solo gestos que suponen unas simples cosquillas¡±.

A la concentraci¨®n acuden vecinos de otros barrios afectados por los excesos tur¨ªsticos. Jordi Gir¨®, presidente de la asociaci¨®n de vecinos del barrio de la Vila Ol¨ªmpica, manda un mensaje claro: ¡°No es turismofobia es pura especulaci¨®n. Cada vez que sale un piso al mercado del alquiler se lo acaban quedando turistas¡±.

La protesta acaba con cuatro gritos a alg¨²n ba?ista que considera que los manifestantes le estan robando el sol. Los vecinos abandonan la playa sin incidentes. Recogen las pancartas que saben que volver¨¢n a utilizar en breve y rescatan el ca?¨®n, que hoy surcaba las aguas de la playa de la Barceloneta a bordo de una peque?a barca hinchable. ¡°Todo vecino que necesite ayuda que no dude en reclamarla¡±, concluye Sebas, uno de los m¨¢s combativos. La pr¨®xima protesta ser¨¢ en septiembre.

En alguna pancarta se puede leer ¡°Ning¨²n verano m¨¢s como este¡±. Seg¨²n Picas ,desde 2014, cada verano ha sido ¡°peor¡± que el anterior.