¡°Ser h¨ªbrido te ense?a a escuchar, que hoy deber¨ªa ser esencial¡±
Se publica la primera novela de Nii Ayikei Parkes, ghan¨¦s de formaci¨®n inglesa, bisnieto de esclavos
Como trabajaba de 9 a 5 de la tarde, se levantaba a las cinco de la ma?ana a leer. Para poder estar, pues, m¨¢s tiempo con su padre, acab¨® uni¨¦ndosele de madrugada, acurrucado en silencio a su lado y, con los a?os, tambi¨¦n se puso a leer. Es una curiosidad m¨¢s de su ¨¢lbum familiar, donde est¨¢ un bisabuelo esclavo. Y tambi¨¦n un viaje, a trav¨¦s de diversas generaciones, desde Guadalupe a Ghana, cuyo ¨²ltimo destino le ha llevado a ¨¦l a criarse y estudiar entre su Inglaterra natal y la misma Ghana. Unas coordenadas vitales as¨ª deb¨ªan marcar a la fuerza la mirada del mundo del poeta Nii Aykwei Parkes (1974), hace tres a?os elegido uno de los 39 escritores m¨¢s prometedores menores de 40 a?os de ?frica y que con su hasta ahora ¨²nica novela, El enigma del p¨¢jaro azul (Club Editor, en castellano y catal¨¢n), qued¨® finalista del Commonwealth Writers en 2010.
Con un tenue velo de novela policiaca macerada en pulsi¨®n po¨¦tica, la historia de Kayo, el ¨²nico forense de Ghana formado en Inglaterra y que se ve forzado por las corruptas autoridades a investigar, a lo CSI, unas extra?as v¨ªsceras de un crimen cometido en una aldea, no deja de ser un canto, sobre todo, a la diversidad y a que ¡°las cosas son s¨®lo lo que vemos, pero tambi¨¦n es verdad que las cosas son s¨®lo lo que no vemos¡±. O tambi¨¦n a que ¡°el mal no vive solo en ning¨²n corral, sino que tambi¨¦n ah¨ª vive el bien¡±. Si ambas frases del libro suenan afor¨ªsticas o proverbiales es porque la tradici¨®n cultural oral ghanesa y su lenguaje impregnan todo el relato, salpimentado de palabras en lengua twi (hay hasta un glosario al final), a caballo entre demostraci¨®n de diversidad y grito de alerta ante una riqueza que se extingue. ¡°En mi caso es una celebraci¨®n de lo que tenemos; en muchos escritores africanos hay un timbre ¨²nico, el ingl¨¦s¡±, lamenta Parkes, asiduo del Spoken World, de cuerpo atl¨¦tico, peinado afro y notable occipital, donde resuena el discurso del keniata Ng?g? wa Thiong¡¯o: ¡°Descolonizar la mente es un libro que le¨ª con 16 a?os y muchas de sus ideas casan con c¨®mo escribo y c¨®mo vivo; para m¨ª, cuantas m¨¢s lenguas aprendes y m¨¢s contactos tienes con los otros, mejor¡±.
El enigma del p¨¢jaro azul (Club Editor, en castellano y catal¨¢n), qued¨® finalista del premio Commonwealth Writers en 2010.
Parkes no deja de ser la punta del iceberg de un fen¨®meno que podr¨ªa leerse como una regeneraci¨®n de la literatura anglosajona proveniente hace unas d¨¦cadas de los pa¨ªses asi¨¢ticos, pero que ahora parece alimentarse m¨¢s de la cultura africana. ¡°Ya me gustar¨ªa pensar que las palabras las salvaremos desde ?frica, pero soy consciente de que nuestra eclosi¨®n es una moda pasajera del sector editorial; celebr¨¦moslo, pero deber¨ªamos aprovecharlo para crear una multired literaria africana y no depender as¨ª tanto del sistema literario occidental; en la era digital es posible, utilizando esta eclosi¨®n, crear un sistema literario propio que vaya m¨¢s all¨¢, entre los editores africanos, de centrarse en los libros de texto¡±. Cree que el proceso igual ha arrancado ya. ¡°Empieza a haber sellos con gran implantaci¨®n, cuyas propuestas narrativas trascienden sus pa¨ªses, como Kwani en Kenia, o Cassava Republic en Nigeria, y tambi¨¦n autores que han decidido publicar por principios siempre en ?frica, aunque en muchos casos no cobren derechos, como la ghanesa Ama Ata Aidoo. Deber¨ªa ser el momento¡±.
¡°En esta vida hemos de escoger qu¨¦ historia explicamos porque nos afecta; afecta a nuestra manera de vivir¡±, afirma un personaje del poblado. Parkes tambi¨¦n tiene su historia que contar: ¡°Pongo el foco en todo lo positivo: es mi manera de ver el mundo y de vivirlo y as¨ª lo escribo; tengo un origen esclavo y mis ancestros han sufrido de todo, hemos pasado por muchos pa¨ªses, culturas y lenguas, pero celebramos que a¨²n podemos hablar¡ En cualquier caso, quiero explicar que no hay una sola manera de ver y entender el mundo; la novela arranca con la frase: ¡®Los p¨¢jaros no han parado de cantar nunca¡¯; hay muchos p¨¢jaros y cada uno canta a su modo¡±. ?Moraleja? ¡°Soy un escritor africano de un peque?o pa¨ªs en una zona donde s¨®lo en ella hay 90 lenguas vivas; esta complejidad es dif¨ªcil de entender, pero hay que tenerla siempre en la cabeza¡±.
De las decenas de hilos que tejen El enigma del p¨¢jaro azul est¨¢ el duelo desigual entre una tradici¨®n olvidada y que nadie respeta ya y la modernidad: Oduro, el brujo de la tribu, no encuentra a quien transmitir su sapiencia; Yaw Poku es, evidentemente, el ¨²ltimo gran cazador. Kayo llega al pueblo con la intuici¨®n del respeto al pasado y el saber de la ciencia occidental, que no es suficiente. ¡°Los viejos oficios se pierden como en Occidente, aunque desde hace una decena de a?os hay pol¨ªticas gubernamentales para recuperar, por ejemplo, la medicina tradicional. Kayo me sirve de met¨¢fora: ¡®Si crees que lo sabes todo y no paras y escuchas, has perdido¡¯; Poku le har¨¢ ver que la vida es m¨¢s compleja que la ciencia¡±, suelta Parkes, con el mismo tono de proverbio antiguo que debe soltar su personaje.
"Soy consciente de que nuestra eclosi¨®n es una moda pasajera del sector editorial; celebr¨¦moslo, pero deber¨ªamos aprovecharlo"
La Ghana que retrata Parkes, que vive entre Londres y Accra, sufre una inexorable deforestaci¨®n. ¡°Las personas tenemos planes, pero tambi¨¦n antepasados; las necesidades de la tierra son m¨¢s importantes que las nuestras¡±, se dice en otra bella frase-aforismo, tan frecuentes en el libro. ¡°Tradicionalmente, antes de cortar un ¨¢rbol deb¨ªas consultar a los m¨¢s viejos de la tribu y explicarle por qu¨¦ y para qu¨¦ ibas a cortar un ¨¢rbol, la relaci¨®n con el medio ambiente era natural; con la colonizaci¨®n brit¨¢nica se impuso la idea de que si no explotabas al m¨¢ximo tus recursos es que eras simplemente idiota¡±. Tambi¨¦n es un pa¨ªs infestado de violencia y, sobre todo, corrupci¨®n en la administraci¨®n, con sobornos y extorsiones y, en la base, funcionarios que cobran tarde y mal. ¡°Es un pa¨ªs con todas las condiciones para la corrupci¨®n, lo que es impresionante de verdad es que no haya m¨¢s¡ Pero tampoco es tan distinto de Inglaterra: cuando se invit¨® a Roberto Saviano, el autor de Gomorra amenazado por la Mafia, la polic¨ªa de Londres dijo que no pod¨ªa garantizar su seguridad, dejando entrever, sutilmente, corrupci¨®n interna¡±.
En un contexto as¨ª, sorprende la pasividad y hasta cierta alegr¨ªa de la poblaci¨®n, seg¨²n desprende la novela. ¡°La gente no es feliz en la ignorancia sino por un pacto consigo misma, la necesidad de tener un poco de paz interior, no rebelarse m¨¢s¡ Pero eso tiene un punto a¨²n m¨¢s peligroso porque si se sobrepasa, vienen esos estallidos tan extremos, por ejemplo, lo de T¨²nez: ¡®Ya no me importa nada, ni que me mates, ya basta¡¯¡±.
Con el optimismo en su ADN, Parkes prefiere hablar de nombres a seguir en las letras africanas ¨C¡°recomendar¨ªa las voces de las sudafricanas Z?e Wicomb y Bessie Head¡±¡ªy del simbolismo ¨²ltimo del protagonista de su novela, Kayo: ¡°Es la calidad de ser h¨ªbrido, ser y estar en dos mundos; ser h¨ªbrido te ense?a a escuchar, que hoy deber¨ªa ser esencial¡±.
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