Catalanas musulmanas
La hermana de dos de los terroristas adolescentes de Ripoll ha dado voz a las mujeres invisibles de su comunidad pol¨ªtica
Puede que una de las diferencias m¨¢s significativas de los terroristas del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils con respecto a los de otros atentados recientes en Europa sea que sus conciudadanos conocemos a sus familiares. Estos adolescentes terroristas son catalanes. En catal¨¢n chateaban por whatsappincluso, lo que no es tan habitual en muchos catalanes j¨®venes. En su d¨ªa descubrimos que eran franceses los que atacaban Par¨ªs y brit¨¢nicos los que lo hac¨ªan en Londres y Manchester, igual ahora. Pero es que adem¨¢s, aqu¨ª, conocemos a sus familias desde el primer d¨ªa. En Ripoll son sus vecinos, sus estudiantes, sus amigos, en alg¨²n caso uno de sus trabajadores. El resto de nosotros, hemos visto y o¨ªdo a los familiares por los medios. Las hemos visto y o¨ªdo, pues han sido sobre todo mujeres las que han dado la cara.
Me refiero a la madre del conductor de la furgoneta asesina y a la hermana de los Oukabir. El mismo d¨ªa del atentado, Ghanno Gaanimi, madre del conductor, Younes Abouyaaqoub, pidi¨® a su hijo que se entregara: ¡°Es mejor que est¨¦ preso a que muera¡±. Imagino que tem¨ªa su propia inmolaci¨®n o lo que sucedi¨®, que fue abatido por los Mossos. Nadie puede ya interrogar a su hijo convertido en asesino m¨²ltiple, ni comprender nada de ¨¦l.
La madre habl¨® en ¨¢rabe, si no es que lo hizo (no encuentro informaci¨®n), en amazic, la lengua de buena parte de los inmigrantes de Ripoll de su edad, bereberes de origen. Previamente hab¨ªa aparecido en televisi¨®n el padre de dos de los terroristas muertos en Cambrils, los Oukabir. Su manera de estar deb¨ªa de ser una forma del estado de shock, de tan inanimado que parec¨ªa. Como si no fuera con ¨¦l, impelido por los hechos y el miedo, aparec¨ªa en la puerta de su casa ante los focos de la televisi¨®n y los disparos de la c¨¢mara, inexpresivo, hablando en un espa?ol casi nulo.
Pero las mujeres hablaron: la madre de uno, como dec¨ªa, en su lengua de origen; la hermana de otros dos, en catal¨¢n. En una comunidad cultural y pol¨ªtica como la musulmana, en la que las mujeres tienen negado el papel p¨²blico, es de notable relevancia que dos mujeres hayan hablado. Sobre todo la joven hermana, Safira Oukabir. Fue de impacto escuchar a Safira Oukabir en el acto de conjuro antiterrorista en Ripoll. Su hermano Moussa hab¨ªa sido abatido en Cambrils y su hermano Driss estaba detenido.
En un primer momento tuve mis dudas sobre si hab¨ªa sido razonable pedir a la hermana de dos terroristas hablar en aquel acto colectivo. Tras pensarlo y hablarlo, he llegado a un cierto criterio: puede que esta sea la ocasi¨®n de plantear que las mujeres musulmanas han de ser ya reconocidas como sujetos pol¨ªticos, y no me refiero a ocupar cargos ni dem¨¢s, sino a ser visibles y tener voz en sus familias y en la vida p¨²blica. El problema de la mujer, grave entre nosotros, es probablemente el m¨¢s serio y hasta el m¨¢s determinante en el mundo ¨¢rabe y sus radios de influencia.
Sabemos ahora de profesores de Ripoll y sus dificultades para tratar con los padres de sus alumnos: o no van a las reuniones o necesitan a sus hijos como traductores (tambi¨¦n para ir al m¨¦dico o para cualquier cuesti¨®n administrativa o p¨²blica). N¨²ria Perpiny¨¤, t¨¦cnica municipal de participaci¨®n y convivencia, explica que muy a menudo, cuando finalmente puede hablar con el padre, nunca con la madre, advierte que el progenitor no sabe nada de sus hijos varones. Muchos se preguntan ahora c¨®mo es que las familias no sab¨ªan nada de la radicalizaci¨®n de estos j¨®venes, casi todos adolescentes. De la misma forma que se quiere creer en la bondad inmaculada de la integraci¨®n de acogida, no se quiere ver la desintegraci¨®n que campa entre muchas familias de pocos recursos como ¨¦stas. ?Son las familias, los conocidos, los educadores y formadores, los responsables de la sectarizaci¨®n de estos chavales?
Las palabras de Safida Oukabir han de seguir resonando, no fueron solo emotivas: ¡°Cuando un joven que ha nacido o llegado de peque?o a Catalu?a se rebela contra el pa¨ªs y contra lo m¨¢s preciado que tiene, su ciudad, quiere decir que tenemos un verdadero problema que no debemos esconder¡±. Es un primer paso para hablar de los terroristas y su subjetividad, que buena falta hace. No son cuerpos a abatir sin m¨¢s, hay que saber el por qu¨¦ de cada uno. Estos d¨ªas en Ripoll, cuna de la Catalu?a secular, el curso empieza y hay que lidiar con estas heridas. Que las catalanas musulmanas sigan hablando.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF.
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