Adi¨®s al bulevar m¨¢s rompedor de Barcelona

Antes de que la gente m¨¢s innovadora -en lo est¨¦tico- de Barcelona, desfilara por el Bulevard Rosa, en el paseo de Gracia 55 hab¨ªa un sal¨®n de t¨¦ para se?oras, llamado Sal¨®n Rosa, que abri¨® en la d¨¦cada de los treinta del siglo XX. Y de aqu¨ª viene el nombre del bulevar m¨¢s rompedor que ha tenido Barcelona, que cambi¨® para siempre esta avenida entonces plagada de bancos por un paseo entregado a la moda. Inaugurado en 1978, los bajos techos y los pasillos angostos que acogen un centenar de tiendas en el centro de la ciudad han sido testigos de c¨®mo el dise?o guio la apertura e innovaci¨®n de la sociedad democr¨¢tica.

As¨ª de claro lo tiene Lurdes Bergada, dise?adora que tiene tienda en el ¡°Bule¡±, c¨®mo ella lo llama, desde el principio. Despu¨¦s de casi cuarenta a?os de moverse por estas galer¨ªas, recuerda que en sus mejores a?os ¡°hab¨ªa lo m¨¢s rompedor de Barcelona, lo m¨¢s loco estaba all¨ª¡±. Todo el mundo quer¨ªa poner una tienda en el Bulevard, hab¨ªa cola para entrar, ya que era sin¨®nimo de novedad, con locales multimarca que tra¨ªan lo ¨²ltimo de Par¨ªs y tiendas de dise?adores independientes, ¡°de los que ya no queda casi nadie¡±, lamenta Bergada. Como ella, Javier Simorra y Zambo son de las pocas que est¨¢n abiertas des de los inicios.

Qui¨¦n ya no est¨¢ pero dej¨® huella fue el peluquero Marcel, que sigue en la calle Valencia pero marc¨® muchas melenas durante sus 25 a?os en el Bulevard. Entr¨® en el sitio de moda cinco a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n y fue una gran decisi¨®n, all¨ª conoci¨® la popularidad. El Bulevard era un lugar de referencia para toda Espa?a, todo el mundo que ven¨ªa a Barcelona quer¨ªa ir. ¡°Era un hervidero, los s¨¢bados se llenaba de gente, el g¨¦nero se agotaba y muchos tambi¨¦n iban a ligar¡±, recuerda. ¡°No solo la ropa, los aparadores y las dependientas, por c¨®mo vest¨ªan, tambi¨¦n eran un reclamo¡±, a?ade.

Adem¨¢s de locales emblem¨¢ticos como Marionetas, de Teresa Ramallal; Zas, de Pilar Mijangos; Efectos Especiales, de Pilar Pasamontes; o Francisco Valiente, el Bulevard tambi¨¦n tuvo una discoteca de moda, Studio 55, que animaba la noche del Eixample con fiestas y desfiles. En la cafeter¨ªa y el cine Publi, los barceloneses tambi¨¦n pasaron muchas horas.

Enric Vives fue el empresario que levant¨® el Bulevard Rosa, fij¨¢ndose en el ¨¦xito de las galer¨ªas de Par¨ªs, y gener¨® un goteo de aperturas de galer¨ªas en otras zonas de la ciudad. Este modelo de comercio permiti¨® que peque?as y medianas tiendas se instalaran en un c¨¦ntrico paseo dominado por locales demasiado grandes para negocios modestos. El mismo Bulevard tuvo dos r¨¦plicas en la avenida Diagonal, la primera con V¨ªa Augusta y la segunda en Pedralbes Centre.

Pero el dise?o interior, con techos muy bajos, de unos tres metros, y pasillos estrechos, fue quiz¨¢ uno de sus errores. Con el tiempo, sus caracter¨ªsticas arquitect¨®nicas le han puesto freno, as¨ª como el declive general que viven los comercios multimarca y los dise?adores independientes, ahogados por los grandes grupos internacionales de moda.

¡°Vives era un hombre incansable, ten¨ªa la necesidad de hacer cosas y hacerlas crecer¡±, recuerda Marcel, que lo incluye en la lista de personas que transformaron Barcelona. Lo mismo opina Enric Pantaleoni, quien fue amigo de Vives y tambi¨¦n empresario del comercio textil. ¡°Hab¨ªa bofetadas para poner una tienda en el Bulevard, ¨¦l pod¨ªa hacer una selecci¨®n de los que entraban¡±. Bergada a?ade que ¡°de moda no sab¨ªa mucho, pero era humilde y se dejaba aconsejar¡±, para que las tiendas que entraran conectaran con el estilo moderno de las galer¨ªas.

Actualmente, el centro est¨¢ gestionado por los hijos del fundador, Nacho y Sandra Vives, que hace pocos d¨ªas comunicaron a las tiendas que en verano de 2018 tendr¨¢n que bajar la persiana. Empieza una nueva ¨¦poca para el Bulevard, y todo apunta que sus 5.000 metros cuadrados acoger¨¢n menos tiendas y de la misma ¨ªndole de las que invaden el paseo de Gracia y casi todo el centro de Barcelona.

Hubo un tiempo en que la gente se reun¨ªa en el Bulevard Rosa, era un lugar de referencia, motor de innovaci¨®n junto con Vin?on. Corr¨ªan los a?os ochenta y noventa, y la transformaci¨®n de Barcelona era galopante. Pero un d¨ªa la creatividad se fren¨®, para dar paso a un paseo que podr¨ªa ser el de cualquier gran ciudad, donde conviven las marcas de lujo m¨¢s inalcanzables con los ropajes m¨¢s asequibles de grandes cadenas internacionales. En todo el paseo, de otra ¨¦poca solo resisten Furest, Bel o Santa Eulalia. El tiempo dir¨¢.