Relaciones rotas entre los cuerpos de seguridad

Las relaciones entre la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil, por un lado, y los Mossos, por otro, est¨¢n rotas. Los equipos conjuntos est¨¢n congelados, se han devuelto medallas, algunos guardias y polic¨ªas se han dado de baja como profesores en la escuela de los Mossos, incluso en lo m¨¢s elemental, como puede ser compartir una mesa en una cantina, los agentes notan c¨®mo ese trato se ha deteriorado. La fractura en esta ocasi¨®n ha ido m¨¢s all¨¢ de los mandos, y salpica a todas las ¨¢reas y escalafones de las polic¨ªas que trabajan en Catalu?a.

Un gesto muy simb¨®lico de ese d¨ªa a d¨ªa lo cuenta un mosso de base. ¡°Normalmente, cuando hay colas en la Ronda de Litoral, entramos por el puerto de Barcelona para esquivar el atasco. Antes entrabas, saludabas y sal¨ªas. Ahora te piden que te pares y te escolta una patrulla de la Guardia Civil¡±, relata. Otro agente admite que en el aeropuerto, donde conviven los tres cuerpos policiales, el trato es m¨¢s fr¨ªo, y algunos polic¨ªas ya no comparten mesa en la cantina, como sol¨ªan hacer.

A nivel operativo, las ¨¢reas de investigaci¨®n e informaci¨®n, donde Guardia Civil, Mossos y Polic¨ªa Nacional suelen trabajar de forma conjunta, son las m¨¢s afectadas. En informaci¨®n, los desencuentros empezaron con el atentado terrorista de Barcelona del 17 de agosto, seg¨²n diversas fuentes policiales consultadas, debido a las acusaciones cruzadas de deslealtad. Pero a pesar de esa situaci¨®n, admitida por todos, nadie duda de que la lucha antiterrorista es primordial. ¡°Seguimos adelante con la investigaci¨®n que est¨¢ coordinada desde el CITCO [Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado] sobre los atentados de Barcelona, como no puede ser de otra manera¡±, asegura un mando. Los Mossos tambi¨¦n asisten a las reuniones semanales sobre la evaluaci¨®n de la amenaza terrorista. ¡°Vamos all¨ª donde se nos invita como polic¨ªas¡±, subraya.

En investigaci¨®n, las operaciones conjuntas judicializadas sobre crimen organizado est¨¢n congeladas, a la espera de que alguien tome la iniciativa, coinciden distintas fuentes de los cuerpos policiales. ¡°La comunicaci¨®n es ¨²nicamente la imprescindible. A la espera de acontecimientos¡±, a?ade otro mando de la polic¨ªa.

En las gestiones diarias, tambi¨¦n ha habido un retroceso. ¡°Ahora se tarda m¨¢s en responder una petici¨®n normal, como puede ser de Extranjer¨ªa [competencia exclusiva de la Polic¨ªa Nacional]. Y cosas que antes se solucionaban con una llamada de tel¨¦fono ahora se piden por escrito¡±, lamentan investigadores. ¡°Se ha acabado el colegueo, pero la relaci¨®n de trabajo diaria es la misma. No nos podemos permitir que por nuestras diferencias salgan perjudicadas las mujeres, que son v¨ªctimas¡±, suaviza una fuente policial de Extranjer¨ªa.

Tambi¨¦n en la calle se palpa la frialdad. Mossos y polic¨ªas comparten la vigilancia de los edificios estatales. Antes era habitual que ambos cuerpos se dividiesen una fachada. ¡°Ahora no solemos compartir acera, y nos toca colocarnos enfrente, o, si hay mucha gente, entonces entre la masa de gente y los polic¨ªas¡±, explica una fuente de los Mossos. ¡°Tambi¨¦n se ha perdido el trato cordial y la facilidad con la que se hac¨ªan las cosas¡±, a?ade.

En las sedes judiciales, la situaci¨®n es parecida. ¡°Si la Polic¨ªa Nacional trae detenidos, llegan con ganas de irse. Antes era distinto, saludaban, habl¨¢bamos un rato...¡±, relata otra fuente policial. Lo mismo pasa en algunas prisiones, donde la custodia la ejercen los Mossos. ¡°Cuando entra la Guardia Civil hay tensi¨®n en el ambiente, nada fuera de tono, pero frialdad¡±, explican.

Nadie oculta que las relaciones entre cuerpos policiales nunca han sido f¨¢ciles. ¡°Tambi¨¦n la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional las hemos tenido. Todo el mundo se quiere poner esa medalla¡±, apunta un agente veterano en Catalu?a. Pero hasta ahora, los rifirrafes y recelos se viv¨ªan sobre todo en la c¨²pula. Los equipos operativos intentaban trabajar alejados de esos conflictos.

¡°Eso va a costar ahora. No se les perdona que hubiese personas rompiendo los cristales de los coches que sacaban a los detenidos y ellos estuviesen con los brazos cruzados¡±, a?ade otra fuente de la Guardia Civil sobre la polic¨ªa catalana. Algunos agentes han roto sus relaciones personales con mossos. Hasta entre sindicatos ha habido reproches. Pero no todo el mundo lo vive igual: ¡°Sigo manteniendo a mis amigos, da igual del cuerpo que sean¡±. Incluso hay quien se muestran confiado sobre el futuro: ¡°El tiempo lo cura todo. Esta ¨¦poca pasar¨¢ y los polic¨ªas de abajo volveremos a ser compa?eros¡±.