Colau fracasa en sus dos objetivos: turismo y vivienda

Hace dos a?os y medio, los problemas relacionados con la vivienda y la gesti¨®n del turismo auparon a Ada Colau y su partido, Barcelona en Com¨², a la alcald¨ªa de la capital catalana. Fue una victoria justa, por 17.000 votos. Solo 11 concejales, en un Consistorio de 41, que gobernaron en minor¨ªa durante un a?o, hasta mayo de 2016, cuando pactaron con el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), encabezado en el Ayuntamiento por Jaume Collboni.

Un matrimonio de conveniencia en el que los cuatro concejales del PSC aportaron estabilidad, acerc¨¢ndose a sectores econ¨®micos y de la cultura, y aligeraron la carga de trabajo del equipo de Colau. El acuerdo ha durado un a?o y cinco meses. Acaba de saltar por los aires por una cuesti¨®n ajena a la gesti¨®n municipal: el apoyo de los socialistas al Gobierno central en la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n a la Generalitat.

Dos a?os y medio despu¨¦s de la victoria electoral, Colau vuelve a estar sola en el gobierno de una ciudad donde la principal preocupaci¨®n de los ciudadanos es el turismo y que el verano pasado, con cifras r¨¦cord de visitantes, sufri¨® por primera vez ataques contra intereses tur¨ªsticos, mientras los sectores econ¨®micos afearon a la alcaldesa la criminalizaci¨®n del sector.

La cuarta preocupaci¨®n de los barceloneses, despu¨¦s del paro y el tr¨¢fico, es el acceso a la vivienda, una inquietud que tiene origen en que los desahucios no se han frenado y en una subida desconocida hasta ahora de las rentas de alquiler que ha provocado que sea casi imposible pagar menos de 800 euros al mes.

Lo dice la ¨²ltima encuesta municipal, realizada a comienzos del pasado verano, antes del atentado yihadista de La Rambla y del punto ¨¢lgido de la crisis pol¨ªtica entre los Gobiernos catal¨¢n y espa?ol. La gesti¨®n de los problemas del alquiler ha provocado incluso cr¨ªticas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la asociaci¨®n que fund¨® Colau y donde creci¨® pol¨ªticamente, que le reprocha que ¡ªaparte de las cuestiones en las que no tiene competencias¡ª no haya terminado el censo de pisos vac¨ªos o el ¨ªndice de referencia del alquiler. Colau tampoco ha logrado reducir la brecha social entre barrios: la diferencia se ha frenado, pero sigue habiendo 53 (de 73 barrios) por debajo de la media y el n¨²mero de familias con rentas medias se ha desplomado.

Con todo, en lo que va de mandato, la alcaldesa se ha centrado precisamente en estas tres problem¨¢ticas: turismo, vivienda y desigualdad. En turismo ha logrado sacar adelante el PEUAT, un plan urban¨ªstico in¨¦dito que proh¨ªbe hacer m¨¢s hoteles en el centro de la ciudad y centrifuga los nuevos proyectos a la periferia (el plan no evit¨® 72 proyectos en marcha que ten¨ªan derechos adquiridos, pero s¨ª fren¨® 33); adem¨¢s, ha puesto en marcha un plan de choque para detectar pisos tur¨ªsticos ilegales, una cruzada que ha permitido cerrar m¨¢s de mil apartamentos, una quinta parte de los que operan sin licencia.

En vivienda, el gobierno de Colau ha aprobado un ambicioso plan para ampliar el parque p¨²blico de alquiler de 6.500 pisos a 10.000 que incluye medidas novedosas como la creaci¨®n de una sociedad mixta para construir y gestionar nuevos pisos; o aprovechar la edificabilidad no agotada de la trama construida para trufar cualquier barrio de la ciudad con alquileres asequibles. La sociedad todav¨ªa no se ha constituido, pero el consistorio ha activado suelo p¨²blico para construir m¨¢s de mil pisos de alquiler asequible.

Y para luchar contra la brecha social, la alcaldesa ha replicado la aplaudida ley de barrios que hizo el tripartito de izquierdas de la Generalitat y ha puesto en marcha un plan, con 150 millones de inversi¨®n, que se centra en los end¨¦micamente olvidados de la ciudad, los que tocan al r¨ªo Bes¨°s.

Moratorias de licencias

Otra de las f¨®rmulas de gesti¨®n del equipo de la alcaldesa han sido las moratorias en la concesi¨®n de licencias para locales de p¨²blica concurrencia. Una medida preventiva aplicada en zonas muy presionadas por el ocio nocturno o por el turismo (Ciutat Vella, Poble Sec, Sants o Sant Antoni) que tiene por objetivo estudiar la oferta existente y decidir qu¨¦ crecimiento se permite y d¨®nde.

Queda un a?o y medio de mandato en el que no hay que ser adivino para prever que el contexto pol¨ªtico seguir¨¢ interfiriendo en la actividad municipal. De la habilidad de Colau y la estrategia de una oposici¨®n hasta ahora blanda depender¨¢ que, aparte de las tres carteras citadas, el equipo de la alcaldesa pueda materializar otras promesas electorales. Colau prometi¨® en su programa unir por la Diagonal los dos tranv¨ªas que existen en los extremos de la ciudad. Tambi¨¦n la creaci¨®n de una funeraria p¨²blica, la reforma de la ordenanza de terrazas de bares y restaurantes, la de civismo, la remunicipalizaci¨®n del agua, un nuevo plan de usos en Ciutat Vella o construir vivienda en la antigua c¨¢rcel Modelo. Depender¨¢n del apoyo pol¨ªtico que la alcaldesa reciba. Ser¨¢ dif¨ªcil. Ayer, la comisi¨®n de Econom¨ªa logr¨® tramitar el presupuesto por su voto de calidad: hubo solo 11 votos a favor (los del gobierno), 11 en contra (Ciudadanos, el PP y la CUP) y 19 abstenciones (PDeCAT, ERC, el PSC y el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy).