Condenado a 11 a?os de c¨¢rcel por abusar de su hija menor tutelada por la Generalitat

La Audiencia Provincial de Castell¨®n ha condenado a un hombre a 11 a?os y tres meses de prisi¨®n por un delito continuado de abusos sexuales a su hija, tutelada por la Generalitat Valenciana. Cometi¨® estos hechos durante siete a?os, desde que la ni?a ten¨ªa nueve y hasta los diecis¨¦is, aprovechando el r¨¦gimen de visitas de la menor, que viv¨ªa en un centro de acogida, al domicilio familiar. Los abusos se intensificaron, produci¨¦ndose casi a diario, cuando la ni?a pas¨® a estar de nuevo bajo la custodia de su progenitor.

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El fallo hecho p¨²blico este jueves por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana impone adem¨¢s al condenado seis a?os de inhabilitaci¨®n especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, cautela y guarda; una orden de alejamiento y la prohibici¨®n de comunicarse con su hija durante una d¨¦cada y el pago de 18.000 euros como indemnizaci¨®n a la v¨ªctima por los da?os psicol¨®gicos causados.

La menor y sus dos hermanos fueron declarados en situaci¨®n de desamparo en mayo de 2005, aunque estaban en acogimiento residencial, a solicitud de sus progenitores, desde un a?o antes. Los ni?os visitaban el domicilio familiar los fines de semana y en vacaciones. Tres a?os despu¨¦s se inici¨® un plan de intervenci¨®n familiar para la reintegraci¨®n progresiva de los menores en el n¨²cleo familiar paterno.

La sentencia considera como hechos probados que, desde que la ni?a ten¨ªa 9 a?os, el acusado aprovechaba los d¨ªas de visitas en que la menor pernoctaba en el domicilio paterno para ir a su dormitorio, donde dorm¨ªa sola, ¡°cuando estaba acostada, procediendo a besarla, y a tocarle, acariciarle por todo el cuerpo, en especial por el pecho, y sus partes genitales, tanto por encima como por debajo de la ropa, todo ello con ¨¢nimo lascivo o libidinoso¡±.

Los abusos se prolongaron durante siete a?os, desde el verano de 2009 a septiembre de 2016, cuando se interpuso denuncia contra el padre. Primero durante las visitas que el progenitor ten¨ªa a su favor los fines de semana y despu¨¦s estando ya la ni?a bajo su custodia, tras acordarse el cese y archivo de las medidas de protecci¨®n administrativas respecto de la menor. Fue en esta ¨²ltima etapa, desde que la peque?a pas¨® a residir en el domicilio paterno en 2014, cuando, seg¨²n la sentencia, los abusos se convirtieron en asiduos. Hechos que duraron hasta el d¨ªa anterior a la denuncia presentada. Fue el 12 de septiembre de 2016 cuando la ni?a nuevamente fue declarada en situaci¨®n legal de desamparo. La Generalitat asumi¨® su tutela y se acord¨® su acogimiento residencial en un centro de menores.

Durante el juicio el padre, en prisi¨®n provisional comunicada y sin fianza desde el 13 de septiembre de 2016, se acogi¨® a su derecho a no declarar.

La ni?a afirm¨® durante la sesi¨®n que ten¨ªa alrededor de 9 a?os ¡°cuando empezaron las visitas¡± y su padre empez¨® a "abusar". Dijo que antes de vivir en casa de su progenitor, estos actos se produc¨ªan casi todos los fines de semana, y desde que se fue a vivir con ¨¦l ¡°casi todos los d¨ªas". Precis¨® que la ¨²ltima vez que abus¨® de ella fue la noche antes de denunciarle, en septiembre de 2016.

La ni?a explic¨® los abusos a los que estaba siendo sometida a dos monitoras deportivas, quienes relataron que la menor era muy reticente a contarlo y que les dijo que prefer¨ªa hablar de ello por WhatsApp. Primero les dijo que el caso afectaba a una amiga suya. Finalmente reconoci¨® que era ella la v¨ªctima de los abusos.

Seg¨²n la sala, el testimonio de la menor re¨²ne ¡°todos los requisitos exigidos por la doctrina jurisprudencial para que el testimonio de la v¨ªctima pueda funcionar como prueba de cargo que desvirt¨²e la presunci¨®n constitucional de inocencia de la que se beneficia el acusado¡±.