De neones y arados

Hay m¨²sicos que quiz¨¢ no tuvieron la suerte que merecieron y, su posici¨®n en los libros de texto y en las enciclopedias lo reflej¨®. Hijos de su tiempo, se vieron enzarzados en contiendas, situaciones pol¨ªticas convulsas, cambios sociales o, sencillamente, tuvieron la mala fortuna de coincidir en los a?os con otro compositor m¨¢s brillante, m¨¢s querido o m¨¢s conectado con el p¨²blico. La vida de Prokofiev tuvo un poco de todo eso, y quiz¨¢ algo m¨¢s ¨Cmuri¨® el mismo d¨ªa que Stalin, por lo que la gente tard¨® d¨ªas en enterarse de su fallecimiento-. Son los que han de buscar su propia suerte o reposar en el olvido. Este fin de semana, la Orquesta Nacional de Espa?a recuerda al compositor y su relaci¨®n cercana con Espa?a.

El programa se centra en el ¡®Concierto n?2 para viol¨ªn y orquesta¡¯ del creador ucraniano, que precisamente se estren¨® en Madrid y que en esta ocasi¨®n tocar¨¢ Arabella Steinbacher. Fue en un teatro que tampoco ha tenido una vida f¨¢cil ni la sigue teniendo: el Monumental de Ant¨®n Mart¨ªn. All¨ª, una placa recuerda el estreno en 1935, que vino motivado en parte por la esposa de Prokofiev, de ascendencia espa?ola, y que se insert¨® dentro de una gira por nuestro pa¨ªs que hizo en 1935. Un pa¨ªs en el que encontr¨® un amigo llamado Manuel de Falla, con el que se carteaba en una admiraci¨®n que era mutua. Al gaditano se dedica la segunda parte del programa, integrado por las suites de ¡®El Sombrero de Tres Picos¡¯ y piezas de ¡®La vida breve¡¯.

Y como complemento perfecto al programa, habr¨¢ un estreno absoluto de una obra de Jos¨¦ Manuel L¨®pez L¨®pez bajo el t¨ªtulo ¡®Herbe de Dune (Hierba de Duna)¡¯, un encargo de la orquesta y el coro nacionales.