Una Yerma actual que no traiciona a Lorca
¡°Hay que aceptar ciertos convencionalismos para acercar el teatro de Lorca a la gente¡±, dice Chornet, que dirige ¡®Yerma¡¯ en el Teatre Akademia
Yerma hablando con una pitonisa por el m¨®vil, orinando en vano sobre un predictor, hablando con su marido mientras se oye el Telediario¡ Sin embargo, no deja de ser la Yerma de Lorca en ning¨²n momento. La actualizaci¨®n de la obra que ha hecho Marc Chronet respeta al autor por encima de todo. ¡°Lorca no nos cuenta qu¨¦ mundo representa, ni siquiera si es contempor¨¢neo a ¨¦l. Nos lo imaginamos, porque lo conocemos¡±, se justifica el director.
La compa?¨ªa Projecte Ingenu vuelve (hasta el 4 de febrero) al Teatre Akad¨¨mia con Yerma, coproducida con esta sala barcelonesa donde obtuvo un gran ¨¦xito en marzo. Cuesta hacerse a la idea de que una chica del siglo XXI, por mucho que sea de pueblo, se sincere con las amigas como lo hace la protagonista, se emocione por o¨ªr cantar a los p¨¢jaros o, incluso, diga cosas como que ¡°tener un hijo no es tener un ramo de rosas¡±. ¡°En Lorca hay proximidad¡±, destaca Chornet. Lo cierto es que interpretar a los cl¨¢sicos (y entendemos que el teatro del poeta granadino es cl¨¢sico) ¡°lleva a aceptar ciertos convencionalismos para acercar el teatro a la gente¡±.
¡°Recitar versos de Lope de Vega, o a Shakespeare, o interpretar un musical nos hace asumir esa distancia que da el estilo¡±, comenta el director. ¡°Con Lorca pasa lo mismo, pero su teatro tiene una gran proximidad, y tambi¨¦n hay que pensar que muchas de las frases que dice Yerma son muy po¨¦ticas y parecen anacr¨®nicas pero no nos enga?emos, en los a?os 30 tampoco las deb¨ªa decir nadie¡¡± Es teatro.
Chornet reconoce que hay obras que le fascinan sin saber muy bien por qu¨¦. Yerma es una de ellas: ¡°Quiz¨¢s es que contiene la voz del autor, que le da momentos de aut¨¦ntica poes¨ªa a la representaci¨®n, y no solo en el texto: establece otros efectos que llevan a pensar en coreograf¨ªas invisibles que hacen de la obra m¨¢s bien un cuadro en desarrollo¡±. Partiendo del respeto profundo que le debe a Lorca, el director, junto con la escen¨®grafa Laura Clos y toda la compa?¨ªa, ha creado un universo po¨¦tico alrededor de la protagonista.
La escenograf¨ªa, de hecho, es el otro gran protagonista de la Yerma de Projecte Ingenu. Marca el paso del tiempo y el drama de la mujer como una danza macabra. Solapa escenas y personajes: ella en la cama, sufriendo, ajena (en apariencia) a sus amigas que trabajan en el campo y charlan. Prisionera, incapaz de engendrar un hijo, de sentirse amada, inmersa en un machismo latente. Hay cosas encerradas detr¨¢s de los muros que no pueden cambiar porque nadie las oye, escribe Lorca. ¡° Esto s¨ª es una prisi¨®n tambi¨¦n hoy en d¨ªa¡±, dice Marc Chornet. ¡°Si no se desencadenara la tragedia, Yerma y Juan podr¨ªan vivir 10 a?os juntos y no se entender¨ªan¡ Al principio se ven los defectos incluso como graciosos (ellos est¨¢n en la cama, se quieren¡ r¨ªen), despu¨¦s, con la carcoma de las relaciones humanas a lo largo de los a?os, pasar¨¢n a no soportarlos¡±. ¡°Todo es parte de la naturaleza que envuelve a Yerma hasta enterrarla¡±. Ah¨ª tenemos el cuadro en movimiento del que habla el director.
Todo ello, sin necesidad de traicionar a Lorca. ¡°Tuvimos un debate sobre si trasladar la acci¨®n a un entorno urbano pero decidimos no hacerlo por respeto a la alegor¨ªa. Bastaba con quitarle un m¨ªnimo de folclore (por ejemplo, en las canciones, cuya m¨²sica es original) para no llegar a hacer un recital del estilo de Lola Flores¡±. Chornet asegura que Lorca ¡°siempre sinti¨® un gran respeto por ese folclore gitano, que ¨¦l reivindic¨® como alta cultura, nada de cultura de bar¡±.
La mirada cr¨ªtica de la obra es otro de los aspectos que resisten al paso del tiempo. ¡°En su trilog¨ªa de la tierra (Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba) Lorca utiliza este mundo oscuro para criticarlo¡±, dice Chornet, recordando que el poeta ven¨ªa del Madrid progresista en el que hab¨ªa convivido con personajes como Dal¨ª o Bu?uel. ¡°Volver a la Andaluc¨ªa rural era un contraste que le serv¨ªa para criticar aquella sociedad. Y no dejaba de ser el mismo autor que ya hab¨ªa escrito una obra tan surrealista como El p¨²blico, por ejemplo ?nada que ver con el costumbrismo y el ruralismo de Yerma! Pero en ninguno de sus registros Lorca deja de ser el autor avanzado que cre¨® La barraca, el primer prototipo de teatro con vocaci¨®n p¨²blica, para el pueblo¡¡±.
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