Los antisistema toman el relevo de la ANC
Los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica, instigados por la CUP, lideran las movilizaciones independentistas contra el Estado en la calle
Un d¨ªa por semana, en unos 300 barrios y municipios de Catalu?a, ciudadanos y colectivos del independentismo m¨¢s recalcitrante se re¨²nen en asambleas para mantener vivo el desaf¨ªo al Estado. En peque?os c¨ªrculos, en plazas, centros c¨ªvicos o ateneos populares, los autodenominados Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR) debaten acciones para que se lleve a t¨¦rmino la independencia unilateral. Son operaciones a peque?a escala, comparadas con las movilizaciones masivas de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de ?mnium Cultural. Son entes aut¨®nomos pero la izquierda antisistema, en especial la CUP, ha sido la principal instigadora y coordinadora de estos CDR a nivel de toda Catalu?a. Su protagonismo ha ido en aumento tras la estrategia m¨¢s pasiva que han asumido ANC y ?mnium, las plataformas sociales del separatismo en los ¨²ltimos a?os.
La primera menci¨®n a una figura como los CDR se hizo p¨²blica en marzo de 2017, en un documento de Poble Lliure, fracci¨®n dentro de la CUP, en el que se propon¨ªa ¡°el despliegue de Grupos de Defensa de la Rep¨²blica Catalana. Es necesario que todas las organizaciones con implantaci¨®n territorial ofrezcan al pueblo de Catalu?a instrumentos de organizaci¨®n y de lucha m¨¢s y m¨¢s amplios¡±. Personas conocedoras de la conceptualizaci¨®n de los CDR explican que estos est¨¢n en parte inspirados en los Comit¨¦s de Defensa de la Revoluci¨®n, en Cuba. Los CDR cubanos son grupos de acci¨®n, control pol¨ªtico y tambi¨¦n de delaci¨®n del Partido Comunista en los municipios y barrios de esta isla caribe?a. La primera etapa de los CDR fue como Comit¨¦s de Defensa del Refer¨¦ndum: eran estructuras organizadas para bloquear la intervenci¨®n policial en cada punto de votaci¨®n de la consulta ilegal del 1 de octubre. Estos grupos se reformularon el pasado noviembre como equipos para exigir la instauraci¨®n de la rep¨²blica catalana. Su gran puesta en escena se produjo el 8 de noviembre, cuando provocaron el caos circulatorio en Catalu?a al cortar setenta carreteras, l¨ªneas de tren y accesos de frontera. La Polic¨ªa Nacional y los Mossos de Esquadra tienen abierta una investigaci¨®n sobre los CDR para determinar los posibles delitos cometidos aquel 8 de noviembre. El Tribunal Supremo tambi¨¦n investiga a los CDR para dilucidar su responsabilidad en el entramado para materializar la independencia de Catalu?a.
PDeCAT y ERC se distancian de las actuaciones de estos grupos
Las principales fuerzas soberanistas mantienen una prudente distancia respecto a los CDR. Fuentes de ERC aseguran que no tienen ¡°nada que ver con los CDR; ning¨²n v¨ªnculo¡±. Los republicanos consideran que estos tienen una finalidad de movilizaci¨®n, no son actores pol¨ªticos ni canalizan el sentir mayoritario del independentismo, como s¨ª lo har¨ªan ANC y ?mnium. Un portavoz del PDeCAT explica que mantienen ¡°una relaci¨®n circunstancial¡± sobre todo en secciones locales, cuando piden apoyo log¨ªstico puntual previamente valorado. ¡°ANC y ?mnium son un activismo m¨¢s cercano al PDeCAT. Los CDR surgen de un colectivismo que no casa mucho con el PDeCAT, son m¨¢s cercanos a la CUP¡±, dicen estas fuentes del PDeCAT.
Los CDR son m¨¢s dif¨ªciles de controlar y la prueba fue el choque con los Mossos de Esquadra del pasado 30 de enero en el Parlamento de Catalu?a. ANC y los CDR llamaron a manifestarse frente a la C¨¢mara para exigir la investidura de Carles Puigdemont. La ANC desconvoc¨® el acto pero los CDR lo mantuvieron e incluso rompieron el cord¨®n policial que rodeaba el Parlament, protagonizando un enfrentamiento con los Mossos. La ANC reaccion¨® defendiendo la necesidad de acciones no violentas. Varios CDR respondieron criticando a la ANC: ¡°Han criminalizado una protesta pac¨ªfica del pueblo que no convocaron ellos. Se han adjudicado la movilizaci¨®n pac¨ªfica y le han puesto el logo¡±, escribi¨® en Twitter la coordinadora de los CDR de Lleida. Los CDR reunieron a unas 600 personas y en un primer momento plantearon acampar en el parque donde se ubica el Parlamento, pero por la noche, arguyendo que el operativo policial fue ¡°brutal¡±, desistieron de esta iniciativa.?
Molestar para tener visibilidad
La confidencialidad a la hora de coordinar a los CDR a nivel de Catalu?a es una norma clave porque, explican miembros de estos colectivos, temen la presi¨®n judicial y policial. El diario digital El M¨®n entrevist¨® el pasado 20 de enero a la portavoz de los CDR de Sabadell Txus Merino, miembro de la Crida, la coalici¨®n de la izquierda antisistema que gobierna Sabadell. La izquierda independentista de Sabadell fue en octubre el primer motor para la coordinaci¨®n de los CDR. Pau Llonch, impulsor de la Crida, explic¨® a P¨²blico: ¡°Exist¨ªa la necesidad de estar organizados ante un escenario como el que se ha producido. La CUP plante¨® la necesidad de organizar estos comit¨¦s sin la voluntad de patrimonializarlos¡±. Merino explicaba que el secretismo es clave y que los portavoces de los CDR se relevan con periodicidad para evitar ¡°una excesiva exposici¨®n¡±. Aquel 20 de enero se celebr¨® una asamblea nacional de los CDR en el Vall¨¨s, sin que trascendiera el lugar exacto ni el contenido de la reuni¨®n. Merino describi¨® algunas de las ideas en la estrategia de los CDR: ¡°La tendencia ser¨ªa buscar acciones m¨¢s contundentes y menos simb¨®licas porque la gente est¨¢ un poco harto de colgar lacitos¡±, en referencia al icono de los lazos amarillos que sirve para reclamar la excarcelaci¨®n de los presidentes de ANC y ?mnium, Jordi S¨¤nchez y Jordi Cuixart, y de los exconsejeros de la Generalitat Oriol Junqueras y Joaquim Forn.
Los CDR, seg¨²n Merino, ¡°tienen que hacer acciones que demuestren m¨¢s c¨®mo estamos organizados y c¨®mo estamos dispuestos a defender nuestro pa¨ªs desde el fundamento del pacifismo. Acciones que no sean violentas pero s¨ª visuales¡±. Merino defendi¨® estrategias que afecten a la econom¨ªa y a la movilidad, como cortes de carreteras o la ocupaci¨®n permanente de lugares ¡°donde molestemos un poco. Si no molestas, no tienes visibilidad¡±. Tambi¨¦n en El M¨®n, el periodista Quico Sall¨¦s public¨® el 10 de enero una informaci¨®n que aseguraba que la ANC prepara una reformulaci¨®n de su organizaci¨®n ¡°para evitar ser engullida por los CDR¡±.
Su estrategia
incluye acciones contra la movilidad y la econom¨ªa
El resultado de la filosof¨ªa de acci¨®n de los CDR fue el altercado en el parlamento pero tambi¨¦n la movilizaci¨®n casi sorpresiva que concentr¨® a 5.000 personas el 28 de enero frente a la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Girona. Aquella convocatoria surgi¨® del CDR de Celr¨¤ pero se acabaron sumando partidos y otras organizaciones. El CDR de Celr¨¤ cort¨® 20 minutos el pasado viernes la circulaci¨®n de trenes a su paso por este municipio de la provincia de Girona. ¡°Estamos preparadas para continuar saliendo a la calle, para abrir un nuevo ciclo de movilizaciones para construir la Rep¨²blica al servicio de las clases populares, feminista y antifascista y solidaria con la emancipaci¨®n de los pueblos¡±, rezaba un manifiesto de los CDR de Barcelona del 24 de enero.?
Cursos de ¡°resistencia civil¡±
Los CDR son hiperactivos. Sus miembros, que son vecinos del barrio en el que act¨²an, participan regularmente en protestas, pegadas de carteles pero tambi¨¦n en intervenciones p¨²blicas para exigir propuestas de la izquierda anticapitalista como un transporte p¨²blico gratuito ¨C24 de enero, CDR de la Izquierda del Eixample-, el acercamiento de los presos vascos ¨C15 de enero, CDR de Vilafranca del Pened¨¨s- o jornadas para informarse sobre c¨®mo no ser cliente de empresas que cotizan en el IBEX 35. Las sesiones de trabajo de los CDR tambi¨¦n organizan peri¨®dicamente talleres de ¡°resistencia civil pac¨ªfica y no violenta¡±. Estos talleres est¨¢n desarrollados por el colectivo En Peu de Pau. Nacido en octubre, En Peu de Pau est¨¢ apadrinado por nombres conocidos del pacifismo en Catalu?a como Jordi Armadans, presidente de la Fundaci¨® per la Pau, Eduard Vallory, del Centre Unesco, Pepe Beunza, objetor de conciencia hist¨®rico, pero tambi¨¦n por Ruben Wagensberg, hoy diputado de ERC, el exdirigente de la CUP David Fern¨¤ndez o la fil¨®sofa Marina Garc¨¦s, referente intelectual de los Comunes de Ada Colau.
Los documentos de trabajo de En Peu de Pau ense?an a los miembros de los CDR a protegerse frente a cargas policiales, crear diferentes tipos de barreras humanas, actuar siempre en grupo, distribuirse tareas en las movilizaciones o c¨®mo actuar frente a una detenci¨®n. ¡°Los actos de desobediencia civil est¨¢n considerados ilegales y, por lo tanto, pueden ser declarados delictivos. Los activistas dan a conocer la desobediencia de forma p¨²blica y han de estar dispuestos a asumir la responsabilidad y las consecuencias que se deriven de ella¡±, dice uno de sus cat¨¢logos formativos. Dolores De Cebri¨¢n, de En Peu de Pau, explica que los talleres los dirigen personas con amplia experiencia, aunque no quiere precisar el n¨²mero de formadores ni el total de personas a las que han preparado por la presi¨®n judicial y por lo que ella considera ¡°una l¨®gica de excepci¨®n, criminalizaci¨®n y persecuci¨®n contra pr¨¢cticas democr¨¢ticas leg¨ªtimas¡±.
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