Juicio a una ¨¦poca
Es el juicio a una ¨¦poca, pero m¨¢s que eso es tambi¨¦n una pesad¨ªsima losa para Bonig y el resto de populares valencianos
Unos a?os atr¨¢s, cuando Camps y Costa declaraban en la Audiencia sobre el famoso caso de los trajes, fueron diversos los medios que se?alaron en aquel instante que nos encontr¨¢bamos ante el juicio a toda una ¨¦poca, a una manera de gobernar. El caso, empero, trataba de una causa que finalmente fue considerada menor e intrascendente por un jurado popular que declar¨® no culpables a nuestro antiguo Molt Honorable y al todopoderoso ex¨Csecretario regional de su mismo partido. El juicio, con un Camps acabado de dimitir, y un Costa todav¨ªa en el hemiciclo de Les Corts y con cierta ascendencia en su partido, tuvo bastante eco medi¨¢tico pero qued¨® en nada o en casi nada.
El Partido Popular sac¨® pecho y los encausados se jactaron hasta la saciedad de cu¨¢n honestos eran y cu¨¢n injustas estaban siendo todas las calumnias y acusaciones falsas que desde la oposici¨®n y desde determinados medios se vert¨ªan en aquellos d¨ªas sobre ellos. En ese momento, y a¨²n bajo el manto protector de un partido que segu¨ªa gozando de amplias mayor¨ªas en Valencia y que, sin quit¨¢rselos de encima, los segu¨ªa protegiendo y defendiendo interna y externamente, tal vez pensaban que su impunidad se alargar¨ªa ad-eternum, y que la historia les absolver¨ªa por haber puesto -no se cansaban de repetirlo- a la Comunitat Valenciana en el mapa.
Pero la G¨¹rtel es otra cosa. La vista que estos d¨ªas hemos seguido con atenci¨®n los valencianos, s¨ª que supone el aut¨¦ntico juicio a toda una ¨¦poca, a una forma de gobernar casi desp¨®tica de personajes iluminados, arrogantes y megal¨®manos que no tuvieron reparo a la hora de derrochar cientos de millones de dinero p¨²blico; y que como se est¨¢ demostrando tejieron estructuras absolutamente ilegales con las que financiar a su partido mediante la colaboraci¨®n de un nutrido grupo de empresarios.
Una manera de funcionar, que como declaraba la semana pasada un empresario que se neg¨® en su momento a ser part¨ªcipe del entramado, era propia de la mafia napolitana; y que implicaba contratos reales y ficticios, y mordidas de entre el 3% y el 30% para el Partido Popular. Ingresos millonarios durante a?os y a?os que ayudaban a consolidar las redes clientelares, la implantaci¨®n y la promoci¨®n pol¨ªtica de una organizaci¨®n que acud¨ªa siempre con ventaja ante sus rivales a cualquier contienda electoral. El juicio de estas semanas destapa las verg¨¹enzas de unos hechos grav¨ªsimos ante los que el PP valenciano y estatal sigue apenas sin condenar y poni¨¦ndose a de perfil, mientras los Costa, Rambla, P¨¦rez, Correa, los diversos empresarios encausados e incluso el propio Camps en declaraciones a los medios; se disparan los unos a los otros mientras esperan la benevolencia de los jueces e intentan salvar el poco honor que les queda.
Es el juicio a una ¨¦poca, pero m¨¢s que eso es tambi¨¦n una pesad¨ªsima losa para Bonig y el resto de populares valencianos, a cuya inacci¨®n pol¨ªtica se suma la incapacidad manifiesta para volver articular un discurso realista y cre¨ªble para el centro-derecha valenciano. Todav¨ªa menos para volver a erigirse en el imaginario colectivo aquello que h¨¢bilmente aparentaron ser durante mucho tiempo: los mejores defensores de los intereses de los valencianos.
Es m¨¢s que posible que el PP no tocara suelo en 2015 en medio de una coyuntura tremendamente desfavorable (crisis econ¨®mica y social, esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, aparici¨®n de nuevos fuerzas pol¨ªticas, falta de liderazgo,¡) y que muchos de los votantes que perdi¨® por el camino, los haya perdido para siempre. Muchos optaron por la abstenci¨®n y otros dieron su oportunidad a otros partidos. En este momento, y con el 2019 en el horizonte, se abre todo un mundo de incertidumbre y tambi¨¦n de oportunidades. El panorama es bien distinto al de tres a?os atr¨¢s. Unos van a la baja, algunos consolidan posiciones y otros navegan entre la indeterminaci¨®n y las tensiones internas.
Afortunadamente la oferta pol¨ªtica para los valencianos se ampl¨ªa y ya se van abriendo nuevos claros para cubrir un espacio del que durante muchos a?os, algunos, hemos estado hu¨¦rfanos. Es justo ahora cuando se hace necesaria m¨¢s que nunca una propuesta realista con los intereses sociales y econ¨®micos de esta peculiar sociedad nuestra, que se destaque desacomplejadamente por un valencianismo integrador y moderno, que reh¨²ye el sectarismo y los dogmas de fe; y que carece de hipotecas con los partidos con sede en Madrid. Un proyecto del que comienzan a participar ciudadanos de diversas procedencias pol¨ªticas, independientes y tambi¨¦n muchos j¨®venes que jam¨¢s hab¨ªan militado en ninguna organizaci¨®n; y que ha de ayudar a que los valencianos recuperemos nuestro orgullo como pueblo y como colectividad para dejar definitivamente atr¨¢s una de las ¨¦pocas m¨¢s oscuras de nuestra reciente democracia.
Roger Mira, secretari general de Dem¨°crates Valencians.
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