?Que suenen los m¨®viles!

Cuando suena un m¨®vil en pleno concierto, cientos de espectadores dirigen la peor de sus miradas al incordiante de turno. Pero este fin de semana, en el Auditori, nadie rechist¨®: fueron los m¨²sicos de la OBC quienes, como pide partitura, hicieron sonar sus tel¨¦fonos mientras tocaban, bajo la direcci¨®n de Kazushi Ono, la sorprendente Deus ex machina,del compositor catal¨¢n Ferran Cruixent (Barcelona, 1976). No era un capricho: en su innovador relato sinf¨®nico, los m¨²sicos interact¨²an con los dispositivos electr¨®nicos creando un sugerente tejido orquestal que convirti¨® en ¨¦xito su deb¨²t con la OBC.

M¨¢s vale tarde que nunca. Tras triunfar en Alemania y Estados Unidos -¡ªinaugur¨® la temporada de la Sinf¨®nica de Detroit con el estreno en 2016 de Big Data, dirigido por Leonard Slatkin¡ª Cruixent ha podido saborear, por fin, las mieles del ¨¦xito en su bautismo sinf¨®nico en Barcelona, Deus ex machina, cuarta pieza de la Tetralog¨ªa Cyborg, escrita por encargo de la Fundaci¨®n SGAE, la Asociaci¨®n Espa?ola de Orquestas Sinf¨®nicas (AEOS) y la OBC.

Por si las moscas, el compositor advirti¨® al inicio del concierto que solo los m¨²sicos ten¨ªan permitido usar sus tel¨¦fonos. Lo hacen al principio y al final de una pieza de orquestaci¨®n sutil y exuberante fantas¨ªa en la que interact¨²an e incluso cantan, usando archivos sonoros descargados previamente. Es un original recurso t¨¦cnico ¡ªcybersingsing (cibercanto)¡ª que le permite explorar la relaci¨®n entre humanidad y tecnolog¨ªa.

Ono y la OBC dieron brillo a los detalles de la precisa escritura orquestal como a sus poderosos contrastes. Triunf¨®, pues, Cruixent, y lo hizo ante una sala repleta de p¨²blico, atra¨ªdo, por la presencia de la gran pianista portuguesa Maria Jo?o Pires en su pen¨²ltima actuaci¨®n en Barcelona ¡ªsu despedida tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo 15 de mayo en el ciclo de Ibercamera¡ª compartiendo escenario con el pianista catal¨¢n Ignasi Cambra como solistas del Concierto para dos pianos, KV365, de Mozart.

Ambos ofrecieron un Mozart elegante y luminoso que, sin embargo, sonaba de forma un tanto decorativa en algunos momentos, sin ese plus de intensidad expresiva que, adem¨¢s de atrapar la atenci¨®n, emociona. Tambi¨¦n hubo brillo y correcci¨®n en la versi¨®n de la Primera sinfon¨ªa, de Brahms, que cerr¨® la velada, pero sin esa grandeza interpretativa capaz de dejar huella en repertorios trillados.

Como hecho ins¨®lito, destacar que el viernes, mientras la OBC y Ono estrenaban la obra de Ferran, su hermano gemelo, Oriol Cruixent, triunfaba con el estreno en el foyer del Liceo de Zeichen im sand duo, pieza de gran intensidad teatral que, gracias a la fascinante actuaci¨®n del tenor Antoni Comas y la percusionista Nuria Andorr¨¤, fue el momento culminante de la inauguraci¨®n de la segunda edici¨®n de Off Liceu.