Como abejas en la Fundaci¨®n Mir¨®
La exposici¨®n ¡®Beehave¡¯ recoge el inter¨¦s del arte contempor¨¢neo por estos insectos y reivindica su papel en el equilibrio del medioambiente
Pese a las bajas temperaturas, el almendro que crece junto a la puerta principal de la Fundaci¨®n Joan Mir¨® de Barcelona ya est¨¢ en flor, anunciando, aunque no lo parezca por el intenso fr¨ªo de los ¨²ltimos d¨ªas, que la primavera est¨¢ cada vez m¨¢s cerca. Las ros¨¢ceas flores de este ¨¢rbol ser¨¢n uno de los primeros objetivos de las m¨¢s de 15.000 abejas de Arb¨²cies que se han mudado a la azotea del blanco edificio construido por Josep Llu¨ªs Sert. Estar¨¢n all¨ª ¡ªestas u otras, porque las abejas obreras viven solo una media de 45 d¨ªas¡ª, hasta el 20 de mayo, mientras est¨¦ abierta la exposici¨®n Beehave, juego de palabras de los t¨¦rminos ingleses bee (abeja) y behave (comportarse) que invita a comprender a estos inquietos y sensibles insectos (haciendo al visitante sentirse un poco como ellos) y concienciar sobre su papel en el equilibrio del medioambiente y en nuestras vidas. La muestra, comisariada por Martina Mill¨¤, responsable de Programaci¨®n y Proyectos de la Fundaci¨®n (despu¨¦s de dos a?os de trabajo), recoge, en una veintena de instalaciones, el inter¨¦s del arte contempor¨¢neo por las abejas y la miel.
Superado el rechazo que genera el miedo al dolor de la picada, estos animales representan como ning¨²n otro la met¨¢fora de la sociabilidad y del trabajo organizado y en grupo. Tambi¨¦n sufren la amenaza del cambio clim¨¢tico y de especies depredadoras como la gigante avispa asi¨¢tica. Como muestra inmersiva que es, la visita permite adentrarnos en el mundo de la abeja desde el primer momento, tras producirse un cambio de escala sorprendente convirtiendo al visitante por arte del arte en unas simples y trabajadoras abejas rodeadas de suculentas y olorosas flores. Lo consigue Jer¨®nimo Hagerman con Relaciones mutualistas unas enormes esferas transparentes colgadas del techo en cuyo interior ha colocado flores ¡ªorqu¨ªdeas y mimosas¡ª que se cambiar¨¢n cada semana. Las esferas, abiertas en su parte inferior, permiten meter la cabeza e inundarse de est¨ªmulos olorosos como los que debe tener la abeja en plena polinizaci¨®n para obtener el preciado n¨¦ctar y polen.
Ojos como colmenas
Nos sentimos como abejas y queremos conocer como es nuestra nueva especie. Nos ayudan las est¨¦ticas fotograf¨ªas ampliadas de Anna Marie Maes en la que se muestran detalles anat¨®micos de estas m¨¢quinas de crear miel. Entre las m¨¢s sorprendentes, que la estructura reticular de sus ojos es hexagonal, igual que las colmenas que crean de forma fren¨¦tica. De ah¨ª se pasa al interior de una colmena, en una instalaci¨®n interactiva del estudio Goig, en la que la actividad e intensidad de las abejas (electr¨®nicas) depende del n¨²mero de visitantes que pasan por delante de la pieza. ?Y qu¨¦ hacen las abejas dentro de la colmena?: trabajar, trabajar y trabajar sin descanso. Como en los dos enormes dibujos del alem¨¢n Philip Wiegard realizados (con maicena y miel) en un taller en el que participaron una decena de personas que dialogan con el peque?o bronce Nena amb rusc per barret creado por Joan Mir¨® en 1966, en el que la peque?a est¨¢ coronada por un panal metalizado.
Polinizando la ciudad
Con ganas de llegar a toda Barcelona la muestra tendr¨¢ una extensi¨®n (desde el 15 de marzo) en 10 instalaciones repartidas por la ciudad. ¡°Pretenden polinizar Barcelona para que florezca el debate sobre la convivencia actual entre humanos y abejas¡±, explica Mill¨¤ que cree firmemente en el papel positivo de estos insectos y recuerda que desde los a?os setenta est¨¢ prohibido practicar la apicultura en Barcelona, tras ser consideradas explotaciones ganaderas, y que solo existen tres colmenas permitidas en Collserola, Montju?c y el Tibidabo. ¡°Me gustar¨ªa que se quedara siempre la colmena de la Fundaci¨®n¡±, remacha.
Pero nada mejor que ver a las protagonistas de esta exposici¨®n en su medio. Emjambres es una instalaci¨®n del artista Xavi Manzanares y el apicultor ?lex Mu?oz en la que es posible fisgonear y adentrarse, a tiempo real, en la colmena instalada en la terraza. Se consigue tumbados sobre una plancha multisensorial que vibra con los zumbidos de las abejas que no paran de pasar delante de la c¨¢mara. La sala se completa con dos proyecciones m¨¢s de Marine Hugonnier y Toni Serra, una realizada en Austria y otra en Marruecos que demuestran que la pr¨¢ctica ap¨ªcola es universal. Por el camino, la columna seccionada de Luis Fernando Ram¨ªrez creada con una estructura hexagonal rellena de miel y sellada con cera que habla del delicado equilibrio del medioambiente y el papel de las abejas en la estabilidad del ecosistema.
La visita a la exposici¨®n (que ha contado con la colaboraci¨®n de la Fundaci¨®n Sabadell y que podr¨¢ verse desde septiembre en la Kunsthaus Baselland de Basilea) es la primera que presenta Marko Daniel, como director de la fundaci¨®n, no garantiza superar el temor at¨¢vico a la picada de la abeja, pero seguro que la visi¨®n que se tiene de este peque?o, pero importante ser de la naturaleza, ser¨¢ otra.
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