Creatividad, dise?o y ciencia en la Mobile Week
El DHub muestra el impacto de la tecnolog¨ªa en la exposici¨®n 'El futuro cotidiano' en diez propuestas art¨ªsticas
El visitante del Disseny Hub Barcelona acaba de entrar en el gigantesco edificio y ya se encuentra rodeado de pitidos, crujidos y chasquidos que no sabe bien de d¨®nde proceden. Hace falta un momento para reconducir el ruido de interferencias que se siente hacia la Mobile Fields, una instalaci¨®n del valenciano Edu Comelles que reconoce las ondas magn¨¦ticas emitidas por cualquier dispositivo m¨®vil y las transforma en material sonoro. De ese modo cualquier visitante s¨®lo con pasearse con su tel¨¦fono en el bolsillo ya contribuye a generar una composici¨®n m¨¢s o menos r¨ªtmica.
El proyecto forma parte de El futuro cotidiano, una iniciativa de la Mobile Week Barcelona, que re¨²ne hasta el domingo pr¨®ximo en el DHub, el museo del dise?o, diez propuestas que integran creatividad, ciencia y tecnolog¨ªa. ¡°La muestra reflexiona sobre el impacto de la transformaci¨®n digital en la vida cotidiana y plantea posibles escenarios futuros¡±, indica el comisario Juan Baselga, destacando que ¡°todas las obras son in¨¦ditas y han sido seleccionadas a trav¨¦s de una convocatoria p¨²blica entre 55 candidaturas¡±.
Del infierno al cielo, en tres minutos
Como broche de El futuro cotidiano est¨¢ Civilization, v¨ªdeo del artista italiano Marco Brambilla, propiedad de la Fundaci¨®n Sorigu¨¦. La obra, creada para ser exhibida en el ascensor del Standard Hotel de Nueva York, es un gran collage visual, con m¨¢s de 400 fragmentos de v¨ªdeo, que llevan el espectador en un asombroso viaje a trav¨¦s de la historia de la civilizaci¨®n, deudor de la lecci¨®n de El Bosco. Como un recorrido del infierno al cielo y viceversa, seg¨²n se desplace el ascensor, condensa en tres minutos m¨²ltiples referencias literarias, art¨ªsticas y vitales, que la convierten en un espectacular fresco ¨¦pico, kitsch, apocal¨ªptico y perturbador.
Resulta especialmente representativa de esta aproximaci¨®n especulativa The Human Feelings Bank, un banco de donaci¨®n de sentimientos humanos, pensado para contribuir al desarrollo de la inteligencia artificial, que funciona a partir de cuatro emociones primarias: felicidad, tristeza, rabia y miedo. ¡°Tras formularle unas preguntas, la m¨¢quina pide al visitante la donaci¨®n. Sin embargo no puede elegir libremente el sentimiento, ya que el propio sistema le obliga a donar lo que necesita en aquel momento. M¨¢s adelante queremos realizar tambi¨¦n una captaci¨®n sensorial a trav¨¦s de diademas neuronales¡±, explica David Haro, fundador del colectivo Col.lec, destacando la tendencia del p¨²blico a humanizar los robots a trav¨¦s de los dibujos y mensajes que dejan en la instalaci¨®n.
Otro ejemplo del dise?o especulativo es Clickbait Counter de Rom¨¢n Torre, un router que visualiza las conexiones, muchas veces inconscientes, a las webs consideradas ciber-anzuelos, que en Estados Unidos se denominan clickbait. ¡°Cada vez que detecta una, el dedo rob¨®tico aprieta el bot¨®n de un contador¡±, explica Torre. Cada obra plantea una reflexi¨®n. Blockchain, de Miquel Garc¨ªa, reproduce el sistema de creaci¨®n de los bitcoins, la moneda de Internet, para imaginar nuevos modelos econ¨®micos y divisas que impidan fraudes y malversaciones, gracias a sistemas de registros inmutables como la cadena de bloques, la blockchain que da t¨ªtulo al proyecto. ¡°La Ley ?mnibus, aprobada por la Generalitat en 2011, incluye un decreto por el cual los artistas para acceder a subvenciones p¨²blicas deben demostrar que su obra genera beneficios econ¨®micos, reconfirmando la imposici¨®n del capital econ¨®mico al capital simb¨®lico¡±, lamenta Garc¨ªa.
Completan la muestra Strong Independent Plant de Fierro, Zambrano & Arias, unas plantas m¨®viles que buscan las condiciones ¨®ptimas, las paredes electr¨®nicas de F¨¨lix Vinyals, que sobresaltan a los visitantes con ruidos imprevistos y unas m¨¢scaras sensoriales de Nicole Vindel, que se encargar¨¢n de recordar el placer de la comida cuando la alimentaci¨®n sea solo una cuesti¨®n de supervivencia.
La nostalgia de un mundo abocado a un futuro cada vez m¨¢s dist¨®pico se plasma en la instalaci¨®n de Maliverni & Valero formada por viejos celulares que revelan las memorias de sus antiguos propietarios y en el autorretrato de la artista Elizabeth Bigger, una pintura manierista de una mujer amamantando mientras escribe un c¨®digo fuente que brilla verde y electr¨®nico entre las pinceladas oscuras.
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