El debate sobre la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica no llega a las aulas
La Generalitat afirma que un 14,1% de escuelas catalanas dan clase en castellano
¡°?Raquel, t¡¯agraden mis zapatos nuevos?¡±, pregunta Mohamed a la directora de la escuela Joaquim Ruyra de L¡¯Hospitalet de Llobregat. Con algo m¨¢s de 400 alumnos ¡ªel 92% de origen extranjero de 30 nacionalidades diferentes¡ª, este colegio ha roto todos los esquemas: en un entorno deprimido, con muchas familias en riesgo de exclusi¨®n social, la escuela destaca por su elevado nivel acad¨¦mico. Tambi¨¦n en castellano y catal¨¢n. La pol¨¦mica de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, que ha copado la atenci¨®n de la calle por el anuncio del Gobierno de poner una casilla en la preinscripci¨®n para elegir la lengua vehicular en la escuela ¡ªhasta ahora era el catal¨¢n¡ª, no est¨¢ ni se la espera en el Joaquim Ruyra. Sindicatos, asociaciones de docentes y familias coinciden en que el debate de la calle no ha llegado a las aulas.
Raquel Garc¨ªa, directora del Joaquim Ruyra, sostiene que la pol¨¦mica sobre la inmersi¨®n ¡°es poco ajustada a la realidad¡±. ¡°En las aulas no hay este problema. La lengua vehicular para socializar entre ellos es el castellano, aunque su lengua materna sea otra. Alumnos catalanohablantes aqu¨ª no creo que lleguen a cinco. Los profesores se expresan en catal¨¢n, los ni?os se comunican en castellano y vamos compensando. Se hace todo de forma muy natural¡±, apunta. Aunque, eso s¨ª, intervienen ¡°cuando hay errores o cruzan c¨®digos ling¨¹¨ªsticos¡±: ¡°Si me est¨¢s hablando en castellano, perfecto. Pero entonces tienes que decir almuerzo, no esmorzar¡±. Al ser un centro de alta complejidad, la escuela dispone de una sexta hora que dedica a reforzar castellano, catal¨¢n y matem¨¢ticas. Tambi¨¦n hacen tertulias literarias con cl¨¢sicos en castellano, como el Lazarillo de Tormes, o en catal¨¢n como La Odisea. Garc¨ªa insiste en que tampoco hay problemas conlas familias. ¡°Todos queremos que lleguen a ser competentes en las dos lenguas¡±.?
En el otro extremo de la realidad socioecon¨®mica, en el Eixample de Barcelona, el director de la escuela concertada Ipsi, Oriol Blanxart, sostiene el mismo mensaje. ¡°El uso del catal¨¢n nunca ha sido un problema. La mayor¨ªa del alumnado [1.620 desde infantil a bachillerato] es catalanoparlante. Pero no tendr¨ªamos ning¨²n problema en reforzar horas de castellano si fuese necesario. Eso se regula en funci¨®n de los resultados: si alguna lengua est¨¢ en regresi¨®n, intervenimos¡±, se?ala.
En Catalu?a, la lengua vehicular en la ense?anza es el catal¨¢n, excepto en Lengua Castellana (dos horas a la semana en primaria, tres en secundaria y dos en bachillerato). En los ¨²ltimos a?os, sin embargo, algunas familias acudieron a los tribunales para exigir m¨¢s horas en castellano y el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a dict¨® varias sentencias en las que obligaba a los centros a dar el 25% de las clases en castellano. La Generalitat, sin embargo, defiende que, dentro del sistema de inmersi¨®n, los colegios definen su proyecto ling¨¹¨ªstico y, si lo ven necesario, refuerzan las horas en castellano. Ense?anza afirma, de hecho, que un 14,1% de los centros ya imparten m¨¢s horas semanales en castellano.
En ese 14,1% est¨¢, por ejemplo, la Escuela Can Puig de Banyoles (Pla de l¡¯Estany). Cuenta con 434 alumnos, el 40% de origen extranjero, principalmente gambianos y marroqu¨ªes. El resto son catalano parlantes en su mayor¨ªa. La directora, Anna Ferrer, asegura que los chavales logran un buen nivel de competencia ling¨¹¨ªstica. ¡°Las horas de libre disposici¨®n las utilizamos para las tres lenguas, catal¨¢n, castellano e ingl¨¦s y competencia digital¡±, explica.?
En la otra punta de la costa catalana, en el colegio L¡¯Antina de Torredembarra (Tarragon¨¨s), los alumnos que se han quedado a comer a mediod¨ªa en el centro juegan en el patio. Rosi es una abuela malague?a. Lleva a sus dos nietas a la escuela. En un correcto catal¨¢n dice que en casa alternan las dos lenguas sin problemas: ¡°Esto es una riqueza¡±. Ya agrega que las ni?as anteponen el castellano al catal¨¢n. En la escuela hay un 21% de alumnos extranjeros de un total de 455 escolares. Seg¨²n una encuesta realizada a los alumnos, solo un 24% usa el catal¨¢n como lengua familiar. Del coche de Olga bajan tres criaturas. ¡°Todos m¨ªos¡±, resopla. En casa hablan catal¨¢n y dice que sus hijos dominan las dos lenguas: ¡°Me doy cuenta de que en el patio o cuando juegan con ni?os que son castellanohablantes se pasan autom¨¢ticamente al castellano¡±.
¡°No queremos segregaci¨®n, solo m¨¢s horas de castellano¡±
Con todo, s¨ª hay centros donde el debate ha entrado en los centros. Por ejemplo, en el Guinovart de Castelldefels, que acumula varias sentencias judiciales que lo obligan a dar el 25% de las horas en castellano. Hace dos a?os, 40 familias solicitaron a Ense?anza m¨¢s horas de castellano. Este se neg¨® y una veintena de padres fueron a los tribunales. Dafne Ungerer, una de las madres que lo pidi¨®, dice que desde P4 a quinto curso han aumentado las horas de castellano. "En tercero, cuarto y quinto hay dos l¨ªneas en cada curso. En una de las l¨ªneas dan m¨¢s castellano y la otra no. A m¨ª me da igual. Dicen que no se ha dividido a los alumnos por este tema pero qu¨¦ casualidad que los 15 ni?os que pidieron castellano est¨¦n en la misma clase", se?ala. La direcci¨®n del centro ha declinado pronunciarse sobre la situaci¨®n de la escuela. "El ambiente est¨¢ roto. Algunos padres no se hablan. Todos hemos sufrido, tambi¨¦n la direcci¨®n", lamenta Rebeca Carpi, otra madre que fue a los tribunales.
"No queremos segregaci¨®n ling¨¹¨ªstica, solo m¨¢s clases en castellano", defiende Ana Losada, de la Asamblea por una Escuela Biling¨¹e. Ella apunta que, con dos horas a la semana, los alumnos "no dominan el castellano en todos sus registros". Adem¨¢s, critica, "la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica es la autopista del nacionalismo"
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