Lavapi¨¦s

Han pasado varios d¨ªas desde lo sucedido en Lavapi¨¦s y a¨²n no puedo entender algunas de las cosas que s¨ª sucedieron, m¨¢s all¨¢ de las especulaciones. No puedo entender que el Gobierno municipal tardara horas en explicar a los madrile?os y madrile?as lo que ven¨ªan contando vecinos y vecinas, testigos y Polic¨ªa. Explicaron lo sucedido pero lo hicieron muy tarde.

Seg¨²n la informaci¨®n oficial quienes s¨ª estuvieron a la altura fueron los profesionales del Ayuntamiento de Madrid ¡ªPolic¨ªa Municipal, Bomberos y Samur¡ª, haciendo su trabajo al atender a una persona que requer¨ªa sus servicios y afrontar la situaci¨®n creada ante los disturbios de acuerdo a sus competencias.

En cualquier caso, y junto a la cr¨ªtica, creo que tenemos la obligaci¨®n pol¨ªtica y ¨¦tica de traer a primera l¨ªnea algunos problemas que este conflicto vuelve a destapar, y actuar pensando en la ciudad y en los ciudadanos y ciudadanas que viven en ella, sea cual sea su situaci¨®n administrativa y su origen.

En primer lugar, pensemos en Lavapi¨¦s, un barrio de enorme riqueza por la diversidad de las personas que lo habitan, que cuenta con un 25% de poblaci¨®n extranjera, y que requiere del apoyo del Gobierno local para impulsar su creciente actividad social, econ¨®mica y cultural, pero tambi¨¦n para contribuir a mejorar la vida de todos sus vecinos y vecinas, especialmente de aquellos que tienen m¨¢s dificultades.

Lavapi¨¦s se merece m¨¢s respeto por parte de los representantes p¨²blicos. Nuestras declaraciones no deber¨ªan empa?ar la imagen de un barrio que siempre se ha caracterizado por su apertura, su integraci¨®n y su convivencia multicultural e intergeneracional. Lavapi¨¦s siempre ha sabido encontrar v¨ªas pac¨ªficas y dialogantes para resolver sus problemas. Quienes estamos en la vida p¨²blica debemos aportar soluciones a los problemas en lugar de generar crispaci¨®n.

Madrid acoge a muchas personas que han huido de la pobreza, la violencia y la desigualdad en sus pa¨ªses de origen, y que a menudo encuentran exclusi¨®n y discriminaci¨®n en nuestro pa¨ªs. Ante esto se hace imprescindible trabajar en pol¨ªticas que incorporen a la vida ciudadana a quienes est¨¢n en una situaci¨®n administrativa irregular con propuestas como la tarjeta de vecindad, un documento vinculado al acceso a servicios municipales y actuaciones de car¨¢cter social, econ¨®mica y cultural.

Hace a?o y medio que el Gobierno municipal tiene este proyecto encima de la mesa, puesto que fue aprobado en el pleno a propuesta del Grupo Municipal Socialista, y sin embargo a¨²n seguimos esperando su puesta en marcha.

Es leg¨ªtimo levantar la voz contra las injusticias del sistema capitalista, pero pierde legitimidad quien puede desde un Gobierno contribuir a cambiar las cosas y no lo hace. Es el momento de actuar.

Purificaci¨®n Causapi¨¦ es portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid.