Debate de hoy, rencor de ayer
Iceta y Dom¨¨nech compiten por ver qui¨¦n es m¨¢s valiente al proponer un acuerdo global
Me ha ca¨ªdo encima como una estaci¨®n espacial china a la deriva una frase de Xavier Dom¨¨nech en su primera intervenci¨®n de este mi¨¦rcoles: ¨¦ste es el tercer pleno en una semana. Madre m¨ªa, es cierto. La vor¨¢gine del d¨ªa a d¨ªa me hab¨ªa ocultado la dura realidad: en menos de siete d¨ªas, tres sesiones, sobre lo mismo. Sobre m¨¢s o menos lo mismo. Plenos convocados deprisa y corriendo, con la inmediatez de aquel grupo de colegas que improvisa gracias al Whatsapp una salida a tomar unos vinos (si no existe, se impone tambi¨¦n un grupo de Whatsapp de portavoces de partidos con el president Torrent para tanta iniciativa express.Aunque ser¨ªa un grupo de esos en los que alguien cuelga un dibujo gracioso y recibe un vac¨ªo tenebroso como respuesta, o incluso una notificaci¨®n de Fulanito ha dejado el grupo).
Hab¨ªa propuestas para declarar a Puigdemont investible, para pedir la dimisi¨®n de Roger Torrent, o para lanzar a la cara del PP el documento de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU sobre los derechos pol¨ªticos de Jordi S¨¢nchez. Un documento que parece un mu?eco de ventr¨ªlocuo: cada cual le hace decir lo que quiere. El texto admite a tr¨¢mite la denuncia de Jordi S¨¢nchez sobre su derecho a ser investido, pero no entra a valorar el contenido. Eso s¨ª, recuerda, y ah¨ª est¨¢ la perla, que los derechos de los electos deben respetarse. Los independentistas se han acogido a esa frase con devoci¨®n mariana ¡ªcon perd¨®n¡ª porque, en efecto, alguien ha considerado necesario recordarle al Estado espa?ol que debe respetar los derechos civiles. De todos modos, ah¨ª est¨¢ Israel ¡ªese referente para tantos nacionalistas catalanes¡ª para explicarles con qu¨¦ alegr¨ªa se puede uno pasar por el arco del triunfo y el muro de las lamentaciones las resoluciones de la ONU, y seguir con aquella alegr¨ªa.
Ser¨¢ por mi edad, pero creo que el gran momento del debate fue el cara a cara entre Miquel Iceta y Ernest Maragall. Un viejo contencioso con la sensibilidad a flor de piel. Contencioso del proto-proc¨¦s, del a?o 2006, cuando el aparato del PSC forz¨® la liquidaci¨®n pol¨ªtica de Pasqual Maragall al impedir que se presentara a la reelecci¨®n como president de la Generalitat. (Alg¨²n diputado de hoy ni ten¨ªa edad de votar, otros abr¨ªan el peri¨®dico por el suplemento de Cultura, e incluso alguno por las p¨¢ginas de deportes).
Fue dur¨ªsimo Ernest Maragall, que atacaba a Iceta hoy ¡ª¡°sus palabras me suenan vac¨ªas¡±¡ª con la mente puesta en el ayer. El socialista actual, muy metido en papel de dialogante, regate¨® cuanto pudo; es m¨¢s, se permiti¨® cerrar el cara a cara con algo que son¨® muy parecido a ¡°¨¦ste es el principio de una buena amistad¡±. Nada menos.
En las ¨²ltimas horas, Iceta y Dom¨¨nech compiten por ver qui¨¦n es m¨¢s valiente proponiendo un acuerdo global. El Com¨²n ha concretado m¨¢s: un gobierno de independientes con un mandato limitado en el tiempo. Hay grupos que a esto le responden con un comentario de sorna, otros que no se permiten ni una debilidad que les suavice el gesto de ofendidos, y unos terceros a los que brillan los ojos al o¨ªr la propuesta pero tratan de fingir un poco de escepticismo, porque siempre sobrevuela el sorteo de ¡°traidor del mes¡±. Ya saben, ¡°siempre toca¡±.
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