El asesino de la flor, Hitler y el Ku Klux Klan

Los Mossos creen que Vitervo A. V., de 45 a?os, qued¨® el 8 de marzo del a?o 2000 para comer con su verdugo, un exmilitar hom¨®fobo al que conoci¨® a trav¨¦s de un anuncio de contactos en la prensa comarcal. Bebieron en abundancia, y despu¨¦s acabaron en el piso del anciano al que Vitervo cuidaba, en Montgat (Barcelona). Cuando ya estaba desnudo, su asesino le acuchill¨® hasta la muerte, y le dej¨® tirado en su propia sangre. Antes de irse, cogi¨® una flor de pl¨¢stico de la casa, de color amarillo, y la enred¨® cuidadosamente en su oreja. En la pared, escribi¨® con su propia sangre: ¡°Hitler ten¨ªa raz¨®n¡± y ¡°K K K¡±, en referencia al clan supremacista blanco. 18 a?os despu¨¦s, cerca de la prescripci¨®n del delito, los agentes han dado con el presunto asesino de Vitervo, que ha sido detenido en Colombia, donde espera en prisi¨®n para ser extraditado a Espa?a, seg¨²n inform¨® ayer Mossos.

El suceso trascendi¨® en su momento como un posible caso de racismo. El hijo del anciano de Montgat, que en el momento del crimen estaba en una residencia donde le hac¨ªan curas diarias, fue quien encontr¨® a Vitervo en una habitaci¨®n, envuelto en su propia sangre. En la pared, alguien hab¨ªa dejado los mensajes supremacistas. La v¨ªctima era ecuatoriana.

Pero enseguida la Guardia Civil, que en su momento era la competente para investigar el crimen, dud¨® del m¨®vil racista. Era demasiado obvio, la v¨ªctima estaba desnuda y hab¨ªa un especial ensa?amiento en el asesinato. El autor hab¨ªa tomado las precauciones de borrar cualquier rastro, y ninguna de las dos puertas de la vivienda, en la calle de Riera d¡¯en Font, ten¨ªa la cerradura forzada. Pero la investigaci¨®n se atasc¨®.

Tres a?os despu¨¦s, alguien llam¨® a una prima de Vitervo y le hizo escuchar una grabaci¨®n. A ella le pareci¨® reconocer la voz de su primo, suplicando que no le matasen. Adem¨¢s, cont¨® que hab¨ªan dejado flores en la tumba de Vitervo, y no hab¨ªa sido ni ella ni ning¨²n otro familiar. La Guardia Civil intervino el tel¨¦fono desde el que se hizo la llamada y obtuvo abundante informaci¨®n sobre el tr¨¢fico de drogas, pero ninguna pista del asesinato.

De ese hilo estir¨® Mossos hace dos a?os, cuando la jueza les hizo llegar los datos y orden¨® la reapertura del caso. Algunas de las personas dedicadas al tr¨¢fico de drogas que hab¨ªan aparecido en la investigaci¨®n de la Guardia Civil hab¨ªan sido investigadas tambi¨¦n por Mossos. Lo primero que hicieron fue desbrozar la tarificaci¨®n telef¨®nica de la v¨ªctima, y estudiar a todas las personas que en su d¨ªa llam¨® o lo llamaron. Y entre todas ellas, se fijaron en las que ten¨ªan antecedentes, ya fuese por tr¨¢fico de drogas o agresi¨®n sexual, y comportamientos sospechosos.

Se centraron en un hombre con antecedentes por agresiones sexuales que despu¨¦s de nueve a?os en Espa?a (2000-2009), hab¨ªa regresado a Colombia, su pa¨ªs natal. Analizaron las denuncias y comprobaron que los patrones coincid¨ªan con el asesinato de Montgat: el hombre agredi¨® a sus v¨ªctimas cuando iban bebidas, igual que Vitervo, a una la amenaz¨® con un cuchillo, el arma que us¨® para matar a Vitervo, y una de las mujeres denunci¨® que hab¨ªa sido grabada pidiendo clemencia, lo que tambi¨¦n coincid¨ªa con lo que le hizo supuestamente a Vitervo.

Posteriormente, comprobaron que desde la casa del anciano al que cuidaba la v¨ªctima, cuatro d¨ªas antes del asesinato, alguien llam¨® a un n¨²mero que sal¨ªa en un anuncio de contactos, en una revista comarcal. Ese tel¨¦fono les llev¨® hasta un domicilio en Vilafranca de Pened¨¨s donde viv¨ªan diversas personas, entre ellas el hombre del que los Mossos sospechaban, que en ese momento estaba casado con una mujer.

Desde entonces, la polic¨ªa catalana ha interrogado al entorno del ahora detenido, que fue soldado en Colombia y lleg¨® a alistarse en el ej¨¦rcito espa?ol, donde estuvo un a?o, y del que aseguran que tienen ideolog¨ªa nazi. Algunos de ellos han asegurado que les confes¨® que hab¨ªa matado a un homosexual en Barcelona.

De esa forma, 18 a?os despu¨¦s, los Mossos han reconstruido lo que creen que sucedi¨®. Sospechan que Vitervo qued¨® con su asesino, al que contact¨® a trav¨¦s de un anuncio, para mantener relaciones sexuales. Le recogi¨® en la estaci¨®n de tren de Montgat, comieron y bebieron copiosamente, hasta que el hombre le mat¨®. Despu¨¦s de limpiarlo todo, a las cinco de la tarde, regres¨® en tren hasta su casa en Vilafranca. Y sigui¨® libre, durante casi dos d¨¦cadas.