Mujeres en la c¨¢rcel

La manifestaci¨®n de este domingo reuni¨® a mucha gente en Barcelona, a los independentistas se sumaron los comunes y los sindicatos. El Paralelo y sus ¨¢mbitos hab¨ªan quedado hasta ahora casi siempre fuera de los recorridos del proc¨¦s. Pero es que ahora pasan m¨¢s cosas. La criminalizaci¨®n indiscriminada y el rigor legalista del estado inquietan. Las viejas calles de la Barcelona obrerista de hace un siglo se llenaron as¨ª de amarillo, el color de estos meses catalanes. Es un color que identifica tanto a quienes lo branden como a quienes lo rechazan. Entre la plaza Espa?a y las Atarazanas, las gentes se iban desparramando por las calles de Sant Antoni y las tres chimeneas y luego iban tomando el Raval. Hac¨ªa d¨ªas que la ciudad vieja no viv¨ªa algo as¨ª.

Hay que ver las cosas, constatarlas, lo que no es sencillo ahora. Por ejemplo, en t¨¦rminos de c¨¢rcel. Sabemos muy poco sobre lo que sucede en ellas. Sobre todo, en las c¨¢rceles de mujeres. En la Modelo recuperada se celebraba este mismo domingo una de las sesiones continuas de estos d¨ªas organizadas por la activa plataforma ¡®No callarem¡¯, y all¨ª cant¨® Valt¨°nyic y habl¨® el otro rapero cuestionado, Pablo Hasel. Mientras, en las calles amarillas de m¨¢s abajo, en el Paralelo, se pon¨ªa el acento en las pol¨ªticas encarceladas. Hasta ahora, se ha hablado poco de ellas. Parece mentira (o no), pero tambi¨¦n en esto hay brecha.

Hay que hacerlo, hay que hablar de las prisiones de mujeres. A ra¨ªz del encarcelamiento de las pol¨ªticas catalanas, Elisabet Almeda, doctora en sociolog¨ªa y profesora titular de la Universidad de Barcelona, ha tenido ocasi¨®n de publicar art¨ªculos en la prensa diaria sobre los sistemas de ejecuci¨®n penal de la poblaci¨®n reclusa femenina. En Alcal¨¢-Meco, donde est¨¢n las pol¨ªticas catalanas, est¨¢n presas 700 mujeres de las casi 4.500 del estado espa?ol. ¡®Es dif¨ªcil llegar all¨ª, porque los autobuses no pasan con la frecuencia que deber¨ªan. Constru¨ªdo en 1978, es uno de los centros m¨¢s antiguos y de instalaciones m¨¢s precarias de todas las c¨¢rceles actuales de la Comunidad de Madrid, lo que a menudo se repite en el encarcelamiento femenino, que siempre se da o bien en las instituciones de reclusi¨®n peores y m¨¢s viejas o bien en los m¨®dulos peores de las prisiones de hombres.¡± (Ara, 17-11-2017).

Diversas cuestiones de g¨¦nero deben afrontar las presas. Un trato penitenciario de marcado signo sexista, pues los hombres tienen siempre mejores opciones y talleres. Una disciplina y un control mucho m¨¢s estrictos. Una medicalizaci¨®n desmesurada. Mayor incomprensi¨®n de las relaciones afectivas o amistosas entre las presas, y en Alcal¨¢-Meco el mayor ¨ªndice de abusos sexuales por parte de los funcionarios. Falta de profesionales de servicios sociales para atender a las mujeres con responsabilidades familiares. Como si los hombres no las tuvieran, estas responsabilidades, ni sufrieran por sus familias y su subsistencia cuando ellos est¨¢n en prisi¨®n. Son las cuestiones espec¨ªficas que apunta la profesora Almeda, que tambi¨¦n recomienda a las presas que hagan durar sus materiales de higiene ¨ªntima, pues en Alcal¨¢-Meco no se dejan entrar y en el economato son mucho m¨¢s caros y no hay de marcas blancas. Y as¨ª es que a partir del encarcelamiento de estas pol¨ªticas podemos saber algo de la vida dentro de las c¨¢rceles para tantas mujeres que no cuentan con tanto apoyo exterior como Carme Forcadell y Dolors Bassa ni menos a¨²n con familias que las puedan proveer y ayudar.

La situaci¨®n pol¨ªtica es dif¨ªcil, sin expectativas inmediatas, m¨¢s all¨¢ de que se vuelvan a convocar elecciones dentro de un mes. Pero ya se hicieron en diciembre, con el 155 por delante, y los resultados volvieron a repetirse casi iguales en lo que respecta al voto independentista. Hechos que se reproducen en bucle, sin interlocutores, incluso entre los partidos y fuerzas pol¨ªticas del mismo signo o similar. Mientras, emergen situaciones de debajo de la alfombra. No s¨®lo sabemos algo m¨¢s de c¨®mo va el proc¨¦s y c¨®mo se est¨¢ desquitando el estado, tambi¨¦n podemos ver el cariz de otras instituciones. Las c¨¢rceles de mujeres, por ejemplo. O la prisi¨®n preventiva, que se est¨¢ convirtiendo en una sentencia firme sin haber juicio todav¨ªa, lo que ya es tremendo, sino incluso aunque las acusaciones ¨Crebeli¨®n, terrorismo¡ªse sostengan mal. Reflexiones y quejas as¨ª se o¨ªan en las calles de Sant Antoni y el Raval este domingo. Las presas de Alcal¨¢-Meco deben alucinar con sus ahora colegas pol¨ªticas.

Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF.