Dal¨ª y su familia, al desnudo
Fotograf¨ªas, cartas y manuscritos, muchos de ellos in¨¦ditos, permiten reconstruir los entresijos de la familia del pintor
El ¨¢lbum en el que el padre de Salvador Dal¨ª re¨²ne los recortes de prensa que hablan de su hijo a partir de 1925; la carta que manda a Joan Mir¨® agradeci¨¦ndole que abra camino a su hijo en Par¨ªs; el pasaporte de Anna Mar¨ªa Dal¨ª o una foto del pintor de campamentos en Sant Pere de Rodes (El Port de la Selva) en 1920, son algunos de las fotos y documentos in¨¦ditos que re¨²ne Los Dal¨ª de Figueres. La familia, el Empord¨¤ y el arte,una muestra que puede verse en el Museu de l¡¯Empord¨¤ (hasta el 4 de noviembre) y que profundiza y deja al desnudo la vida de familia del figuerense m¨¢s universal.
El Ayuntamiento de Figueres encarg¨® hace seis a?os a la historiadora del arte Mariona Seguranyes, una investigaci¨®n exhaustiva sobre la familia Dal¨ª para que se convirtiera en un libro y una exposici¨®n. Ya son una realidad. La muestra incluye 135 piezas, entre ellas 13 ¨®leos, 27 dibujos y 62 documentos originales, como manuscritos, cartas y fotograf¨ªas.
La muestra teje la vida y la obra de un artista ¨²nico y complejo, cuya trayectoria es imposible de entender sin conocer sus ra¨ªces, su entorno familiar y su paisaje del Cap de Creus. A trav¨¦s de fotos y documentos, algunos de los cuales pueden escucharse en audio de voz en off, reconstruye el relato de la vida de Dal¨ª, la relaci¨®n con el padre, Salvador Dal¨ª Cus¨ª; con la madre, Felipa Dom¨¨nech, y con la hermana, Anna Maria. Una familia que funciona como un engranaje al servicio del pintor y su consolidaci¨®n.
La familia del pintor funciona como un engranaje a su completo servicio
La muestra tiene tres ¨¢mbitos: uno dedicado al padre, notario de profesi¨®n, figura clave para entender la vida del pintor; otro dedicado a la constelaci¨®n femenina que rodeaba al artista, y el ¨²ltimo a la hermana. Una parte importante de los documentos relacionados con el padre se exponen por primera vez y sacan a la luz su trayectoria profesional e intelectual. Gracias a sus pulcros papeles se ha podido reconstruir su vida. Entre los documentos nunca vistos, est¨¢n las cartas que escribi¨® a Lu¨ªs Bu?uel o Garc¨ªa Lorca para contarles que hab¨ªa expulsado a su hijo de su casa de Cadaqu¨¨s.
Inquietudes del hijo
El acercamiento al notario a trav¨¦s de su periplo profesional e ideol¨®gico ayuda a entender el gran escollo que tuvo que vencer el artista para vivir como quer¨ªa, lejos de sus pautas, su protecci¨®n y del bienestar donde se hab¨ªa resguardado. El padre es clave para entender las pugnas del genio consigo mismo. El notario no ahorr¨® medios para satisfacer las inquietudes art¨ªsticas de su hijo, siguiendo los consejos del profesor Juan N¨²?ez ¡ªde quien tambi¨¦n se muestra un autorretrato¡ª y de sus amigos Josep Pitxot y Josep Puig Pujades, quienes, junto a los Cus¨ª, fueron los primeros en comprarle obra. Entre los cuadros, dos pintados a los 11 y 13 a?os.
Tambi¨¦n por primera vez se exponen las cartas entre Anna Maria y Manuel Brunet y documentos de ella que desvelan aspectos de las relaciones ¨ªntimas del pintor con su familia. Entre ellos las anotaciones a mano que hace en la edici¨®n de La vida secreta que Dal¨ª que les mand¨® en 1944 desde Nueva York. Ella escribe en cada p¨¢gina en lo que est¨¢ de acuerdo, o no y asegura no entender porqu¨¦ su hermano no cita nunca a Garc¨ªa Lorca. Los dos hermanos compartieron amigos y arte. La infancia y adolescencia de ella gir¨® entorno a ¨¦l, fue su modelo, secretaria y su c¨®mplice de aventuras art¨ªsticas. Pero la fractura familiar desmenuz¨® tambi¨¦n su intensa relaci¨®n fraternal. Prueba de esta relaci¨®n es un audiovisual en la que un juego de im¨¢genes permite verles bailar charlest¨®n en la casa de Es Llaner, mientras suena la canci¨®n son¨® entonces.
Documentos y fotograf¨ªas tienen en esta exposici¨®n el mismo valor que las obras y todas ellas se conjuran para contar la historia ¡°secreta¡± de los Dal¨ª. Los hermanos crecieron con la ternura de la madre, Felipa, de la tieta Catalina, ¡ªque se cas¨® con su cu?ado al morir su hermana¡ª, de la abuela Anna, y de la ni?era. En la casa, cuyo interior aparece en fotograf¨ªas in¨¦ditas, estaba muy presente el primer Salvador, el hermano mayor, que muri¨® con 21 meses. La exposici¨®n muestra fotos nunca vistas de todos ellos, del peque?o, de su madre retocada a l¨¢piz y de la tieta Catalina, a quien en 1946 Dal¨ª mand¨® desde EEUU un cat¨¢logo dedicado: ¡°para la tieta esta nueva edici¨®n de mi cat¨¢logo con mil cosas afectuosas y con un fuerte abrazo de su Salvador¡±. Al lado, les representa a ambos ¡ª¨¦l peque?o¡ª de la mano y mirando las estrellas.
La ruptura entre el pintor y su familia se exterioriza con la llegada de sus nuevos amigos surrealistas a Cadaqu¨¦s en julio de 1929. En semanas pas¨® de estar log¨ªsticamente en manos de su padre a las de Gala. Pocas im¨¢genes existen de todos ellos juntos, una in¨¦dita de 1948 muestra a Gala y Dal¨ª sentados en una mesa en el jard¨ªn de la casa y delante Anna Maria, su padre y su tieta.
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