Las fuerzas independentistas replantean su rumbo

El refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre, la declaraci¨®n fallida de independencia, la intervenci¨®n del autogobierno y las elecciones del 21-D marcan el fin de una etapa para las formaciones independentistas catalanas. Todas empiezan a buscar su sitio en una nueva situaci¨®n que tampoco acaba de arrancar por la falta de un Govern. ERC ratifica su abandono de la unilateralidad; en el PDeCAT hay una lucha por la hegemon¨ªa entre puigdemonistas y moderados. La CUP se bunkeriza.

Las negociaciones para elegir a un president y formar un Ejecutivo en Catalu?a han reavivado un viejo contencioso en las tripas del PDeCAT. El nacimiento de la formaci¨®n en el verano de 2016, con la herencia de la extinta Converg¨¨ncia sobre los hombros, fue una lucha entre dos bloques: el moderado, que result¨® vencedor y apoy¨® finalmente a la actual direcci¨®n de Marta Pascal, y Moment Zero, que con otras corrientes apoy¨® al exconsejero Jordi Turull. Esta plataforma aglutinaba a los cuadros de menos de 40 a?os, con cargos medios en el Gobierno de la Generalitat e independentistas desacomplejados. Para ellos, el PDeCAT deber¨ªa ser un nuevo partido pensado para ¡°un nuevo Estado¡±.

Pascal fue elegida coordinadora del PDeCAT aunque inicialmente hab¨ªa estado en Moment Zero. Su designaci¨®n para liderar el partido fue recibida como una traici¨®n por sus antiguos compa?eros. El t¨¢ndem de Pascal y David Bonveh¨ª, coordinador organizativo del partido, no ha logrado cohesionar la formaci¨®n ni program¨¢tica ni org¨¢nicamente.

La coyuntura ha jugado en contra de sus planes para romper con la herencia del pujolismo. El adelanto electoral del 21-D les cogi¨® con el pie cambiado y el giro a la moderaci¨®n que quer¨ªan efectuar se vio sobrepasado por la realidad. Al PDeCAT no le qued¨® otra salida que ceder ante Puigdemont para que fuera su candidato, incluso sacrificar sus siglas e inhibirse en la elaboraci¨®n de las listas de Junts per Catalunya.

Los de Moment Zero encontraron refugio en el puigdemonismo. Personajes destacados como Miquel Buch, exalcalde de Premi¨¤ de Mar y con muchas posibilidades de ser el pr¨®ximo consejero de Interior, es uno de ellos. Ven ahora una oportunidad para lanzar una OPA a Pascal y Bonveh¨ª, hacerse con la c¨²pula del PDeCAT y reorientar la formaci¨®n.

Golpe de tim¨®n

Buch fue el promotor de una cena en Rub¨ª (Barcelona), seg¨²n revel¨® el diario Ara, donde se formaliz¨® el deseo de dar un golpe de tim¨®n al partido para llegar a las pr¨®ximas municipales con el panorama claro. Los exconvergentes son la primera fuerza en los Ayuntamientos catalanes. La idea es forzar un congreso o aprovechar la asamblea program¨¢tica que debe celebrarse en alg¨²n momento, dentro del pr¨®ximo a?o y a partir de julio, para tomar el control y acercar al PDeCAT a los postulados de Puigdemont. La actual c¨²pula se ha abierto a intentar hacer ajustes pero pide que el debate se haga de puertas para adentro y por los canales oficiales.

En ERC el debate se vive de una manera m¨¢s serena. El partido no se recupera del golpe an¨ªmico de tener a su l¨ªder, Oriol Junqueras, en prisi¨®n y a Marta Rovira, la n¨²mero dos, huida en Suiza para no responder ante la justicia espa?ola. En las pasadas elecciones ya hab¨ªan dejado ver cu¨¢l ser¨ªa su nueva estrategia: dejar la unilateralidad e intentar forzar un di¨¢logo con el Ejecutivo central.

El borrador de la conferencia pol¨ªtica que ERC celebrar¨¢ a finales de mayo acepta que la rep¨²blica no se declar¨® realmente. Se?ala que los pasos dados han ayudado a tener m¨¢s defensores del independentismo que nunca pero admite que a¨²n se est¨¢ lejos de superar el 50% de la poblaci¨®n requerido para lograr la rep¨²blica catalana. Con sus cabezas ausentes y el liderazgo de Pere Aragon¨¨s en construcci¨®n, los republicanos se enfrentan tambi¨¦n a explicar a unas bases que lo han dado todo que se vuelve, de cierta manera, a la casilla de salida.