El fot¨®grafo que hizo sonre¨ªr a Rodoreda

¡°La escritora Merc¨¨ Rodoreda no quer¨ªa ver a nadie; se sent¨ªa mayor y no quer¨ªa que le hicieran fotograf¨ªas, pero por mediaci¨®n de su editor, Josep Maria Castellet, pude acceder. Despu¨¦s de un rato con ella la convenc¨ª para que se tumbara sobre un sof¨¢ de piel de vaca del sal¨®n o se apoyara en el pub marroqu¨ª, como si fuera una actriz de los a?os treinta. Al d¨ªa siguiente llam¨® ¡®horrorizada¡¯ a Castellet dici¨¦ndole que le hab¨ªa hecho hacer el rid¨ªculo y que destruyera los negativos. Por suerte, el editor la convenci¨® para que las viera: ¡®Son las fotos de mi vida¡¯, dijo despu¨¦s de ver que sal¨ªa sonriente y radiante, como nunca¡±. La imagen de Rodoreda sonriente, algo ins¨®lito en la autora de La Pla?a del diamant, es una de las 390 fotograf¨ªas que pueden verse en la retrospectiva que le dedica el Palau Robert al fot¨®grafo Antoni Bernard (Barcelona, 1944), un artista que ha centrado sus 50 a?os de trabajo en los retratos y en la fotograf¨ªa de moda y que recuerda como ayer su encuentro con la escritora.

Las fotos de Bernad se han colocado en la exposici¨®n que ha comisariado Antoni Llena -¡°nos conocemos desde que ten¨ªamos nueve a?os¡±- sin orden tem¨¢tico ni cronol¨®gico, siendo perceptible el momento de la imagen, actual o hace d¨¦cadas, por c¨®mo van vestidas las modelos, no por la calidad de las fotograf¨ªas, ya que todas est¨¢n cuidadas de forma exquisita. Y es que en las fotograf¨ªas de moda de Bernad la ropa de la marca que se anuncia es lo de menos. ¡°No me gustan los estereotipos, quiero que todo parezca de verdad, que sean mujeres normales, no diosas¡±, asegura este hombre de car¨¢cter afable y risue?o con el que seguro que se ha ganado la confianza de muchas de estas j¨®venes durante sus cientos de sesiones por medio mundo. ¡°Llegu¨¦ a la fotograf¨ªa por culpa del franquismo gris y triste¡±, explica este autor autodidacta que comenz¨® en 1966 con un trabajo sobre Manuel Pertegaz para la revista Telva, explica Bernad junto a la imagen de la maniqu¨ª Montse Bulnes, una de las musas del modisto que encarnaba el ideal de belleza que puso de moda Audrey Hepburn.

Desde entonces sus im¨¢genes esteticistas en las que se nota su amor por la arquitectura, el cine, el teatro o la m¨²sica y su dominio por la composici¨®n y el control de la luz, han protagonizado portadas de las revistas m¨¢s importantes del mundo como Elle, Vogue, Vanity Fair, Marie Claire, AD, Telva, El Pa¨ªs Semanal, Yo Dona, Woman y clientes como Pronovias, Chanel, Cartier, Van Cleef & Arpels, Carolina Herrera, Emporio Armani, Zara, Massimo Dutti, Pertegaz, Mango, entre otros muchos.

Con la misma simpat¨ªa se ha ganado durante a?os el afecto de los personajes que ha fotografiado: escritores, poetas, arquitectos, dise?adores, artistas y pol¨ªticos. ¡°Era inteligente, simp¨¢tico, maravilloso, un amigo, con una conversaci¨®n maravillosa¡±, dice en referencia a Salvador Dal¨ª al que retrat¨® en muchas ocasiones. En 1973 en la casa de Bernad de la calle Muntaner, como si fuera una piedad con un joven efebo desnudo entre sus piernas. ¡°Es uno de los artistas con el que he estado m¨¢s a gusto¡± dice este artista influido, asegura, por fot¨®grafos como Richard Avedon, Irving Peen, Diane Arbus y Cecil Beaton, ¡°del que todo el mundo dice que es un cursi, pero es porque no conocen sus fotograf¨ªas de guerra¡±.

Bernad recuerda todos y cada una de las vivencias y an¨¦cdotas que hay detr¨¢s de sus retratos protagonizados por figuras como Paloma Picasso, Horst, David Hockney, Antoni T¨¤pies, Francesc Catal¨¢-Roca, Manolo Blahnik, Joan Mir¨®, Josep Pla (impresionantes sus manos), Nuria Espert, Teresa Gimpera y el periodista Ryszard Kapu?ci¨½ski, buscando lo que hab¨ªa detr¨¢s de la imagen p¨²blica y reconocida de cada uno y enfrent¨¢ndose a ellos ¡°como si no los hubiera visto nunca¡±. Del arquitecto Jos¨¦ Antonio Coderch recuerda que no se dejaba retratar hasta que le mencion¨® el retrato de su madre que ten¨ªa en su despacho. ¡°Hice lo que quise con ¨¦l. Cuando vio las im¨¢genes le dijo: ¡°Me has sacado como soy, un perro rabioso¡±. Muchos de estos retratos, se publicaron en 1984 el libro Catalans. Retrats, que ha sido motivo de exposiciones y que se reedit¨® hace dos a?os.

Hace dos a?os y despu¨¦s de trabajar de forma incansable dej¨® de hacer fotos. ¡°No lo a?oro. Es muy cansado, que trabajen otros. Ahora solo hago fotos a los ¨¢rboles¡±, asegura sin dudarlo y con una amplia sonrisa. Algo tiene que ver su paso de la fotograf¨ªa anal¨®gica a la digital: ¡°De sentirte como un mago, pasas a ser un bicho raro¡±, remacha.