Im¨¢genes que cuestionan la cultura de masas
Carles Congost expone en Fabra i Coats sus videocreaciones m¨¢s recientes
En sus im¨¢genes es f¨¢cil reconocer una realidad cotidiana y tangible, en la que acostumbra a haber alg¨²n elemento disonante que abre puertas a nuevos mundos. A Sense of Wonder, que viene a ser la capacidad de maravillarse, es la propuesta art¨ªstica que re¨²ne las obras m¨¢s recientes de Carles Congost (Olot, 1970) y, como el mismo artista expresa, ¡°un espacio donde se produce el extra?amiento a partir de la realidad¡± y provoca ¡°momentos de suspensi¨®n del sentido¡±.
El misterio recorre la mayor¨ªa de trabajos de su nueva exposici¨®n: un total de ocho videocreaciones, realizadas entre 2010 y este a?o, que, partiendo de formatos y registros diversos, mantienen muchas conexiones tem¨¢ticas y formales. Comisariado por David Santaeul¨¤ria, el proyecto es una coproducci¨®n entre los centros de arte B¨°lit de Girona y La Panera en Lleida y puede verse hasta el 22 de julio en el Centre d¡¯Art Contemporani Fabra i Coats.
En la exposici¨®n permite comprobar la evoluci¨®n de Congost con respecto a su antigua trayectoria, ¡°m¨¢s literal¡± y ¡°directa¡±, seg¨²n el artista, y m¨¢s preocupada en el qu¨¦, ¡°explicar ideas y conceptos tem¨¢ticamente¡±, que en el c¨®mo, ¡°me importaba menos d¨®nde estuviese la c¨¢mara¡±. Un cambio m¨¢s centrado en la exploraci¨®n de las posibilidades del lenguaje cinematogr¨¢fico que en las tem¨¢ticas. El mundo del arte, el paso de la adolescencia a la madurez, la sociedad de consumo y un sinf¨ªn de referencias a la cultura pop y de masas contin¨²an siendo los referentes y las motivaciones que envuelven su obra mediante el humor y la iron¨ªa. Ahora, busca ¡°la capacidad de sugerir sin una narrativa cerrada¡± para generar nuevas preguntas, porque sus creaciones no quieren ser ¡°un manifiesto ni un panfleto¡±.
El giro estil¨ªstico ya se entrev¨¦ en Bad Painting Series, episodios con un final autoconcluyente ¡°que beben de las ficciones televisivas de HBO a nivel de est¨¦tica y lenguaje¡±, explica Congost, pero el viraje definitivo se produce con Paradigm, una historia de suspense sin di¨¢logos, cuyas escenas nos remiten al imaginario cinematogr¨¢fico de las producciones policiacas norteamericanas. ¡°Me gustan los g¨¦neros y las cosas que est¨¢n establecidas¡±, se?ala el artista, que en sus obras parte de est¨¢ndares f¨¢cilmente reconocibles para conducirlos a la indeterminaci¨®n y al extra?amiento. La cotidianidad de la escena policiaca se rompe cuando entran en juego un grupo de ni?os cantando una canci¨®n espiritual. Las constantes y on¨ªricas referencias a David Lynch son f¨¢cilmente reconocibles en su obra.
Las siguientes creaciones de A sense of Wonder siguen la misma l¨ªnea: v¨ªdeocreaciones que entroncan con el cine experimental, documentales que solo lo son en apariencia o conciertos filmados a modo de videoclip, como Nova esplendor. Tras una superficie liviana y equ¨ªvoca, Congost esconde una cr¨ªtica punzante a las contradicciones del primer mundo. En Simply the best crea una narraci¨®n ficticia a partir de la vida de un bombero. En realidad, quiere hablar sobre ¡°nuestra relaci¨®n con el dinero y el trabajo¡±, una forma de ¡°esclavitud moderna¡±, mediante aquellas caracter¨ªsticas de la sociedad suiza que son extrapolables al mundo occidental. No exenta de sarcasmo, la ¨²ltima escena del filme consiste en la actuaci¨®n de un coro g¨®spel protagonizado por cantantes blancos cuyas letras, en lugar de ¡°abordar la libertad¡±, cantan sobre c¨®mo hacerse una p¨®liza de cr¨¦dito.
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