Mapa para los ¨²ltimos versos

La poes¨ªa catalana ¡°nunca hab¨ªa gozado de una plenitud tan alta, por n¨²mero, variaciones est¨¦ticas, presencia geogr¨¢fica, traducciones, colecciones editoriales, repercusi¨®n social¡­¡±, enumera el poeta y agitador cultural Vicen? Altai¨® (1954). ¡°Es un buen momento por ser un mal momento social: la poes¨ªa se alimenta del detritus, de los quebraderos de cabeza que esas circunstancias generan en un individuo¡±, apuntala el tambi¨¦n poeta y catedr¨¢tico de Literatura Josep Maria Sala-Valldaura (1947). Un mapa para saber c¨®mo se ha llegado hasta ah¨ª desde los ¨²ltimos 50 a?os es lo que han pretendido confeccionar ambos con Mig segle de poesia catalana. Del maig de 68 al 2018(Proa), 498 p¨¢ginas a caballo entre una muestra ¡ª¡°brinda un panorama est¨¦tico completo, sin partidismos¡±¡ª y una antolog¨ªa, con 232 poemas de otros tantos bardos.

Altai¨® y Sala-Valldaura son cart¨®grafos veteranos del verso: en 1980 ya publicaron Les darreres tend¨¨ncies de la poesia catalana (1968-1979), que ¡°plantaba cara a la antolog¨ªa program¨¢tica que lanzaron Joaquim Molas y Josep Maria Castellet en 1963, donde hab¨ªa la intermediaci¨®n del espacio social, del realismo¡±. Afirman que en la actual tampoco est¨¢n ¡°instrumentalizados por cuestiones sociopol¨ªticas: hubiera sido f¨¢cil adjetivar el dato de 2018 con, por ejemplo, Primavera, pero el contenido est¨¢ al margen¡± y tampoco se han incluido ellos mismos. Pero s¨ª pesa, y mucho, el corte: la fecha de nacimiento de 1940 ha sido el requisito para la admisi¨®n, lo que provoca dolorosas ausencias, como las de los influyentes Feliu Formosa, M¨¤rius Sampere, Francesc Garriga, Albert R¨¤fols-Casamada o Joan Margarit, entre otros.

Bajo esa premisa, el libro se divide en tres partes, la ¨²ltima con algunas reflexiones de especialistas, con ¨®pticas muy distintas, que han alimentado las tesis de los ant¨®logos, mientras el n¨²cleo central del volumen son los 232 poemas/poetas.

La aportaci¨®n que, como pretenden sus autores, har¨¢ susceptible su an¨¢lisis acad¨¦mico est¨¢ en la primera parte del libro, 26 p¨¢ginas que exponen los ejes de la evoluci¨®n de la poes¨ªa catalana desde 1968. Altai¨® y Sala-Valldaura parten de un concepto generacional, a partir de tres bloques. El primero es el que han bautizado como ¡°Generaci¨® de la revolta¡±, la que empieza a publicar a partir de 1968 y que se cerrar¨ªa a finales de los 70. Ah¨ª, con 80 nombres de autores nacidos entre 1940 y 1958 y ordenados por su onom¨¢stica (de Carles Santos a Andreu Vidal, pasando por Pere Gimferrer, Enric Casasses o Perejaume), se re¨²nen los que sucedieron a los del ya decadente realismo. Nacidos en la posguerra, siguen reivindicando un catal¨¢n que no estudiaron; mantienen, pues, el compromiso c¨ªvico y ling¨¹¨ªstico y de Pa?sos Catalans. Jugaron con la poes¨ªa visual y el happening y apuntaron a la naciente posmodernidad. El pulso entre los sellos Llibres del Mall y Quaderns Crema y la reivindicaci¨®n de Foix o Brossa por su vanguardia representar¨ªa literariamente a un grupo que tendr¨ªa su referencia hist¨®rica, seg¨²n los ant¨®logos, en el Mayo del 68, pespunteado por el movimiento hippie.

Como ¡°Generaci¨® de la normalitzaci¨®¡± (nacidos entre 1959-1979), la que tiene su simb¨®lico episodio hist¨®rico en la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn, entienden los autores que son los que estallaron a partir de 1978, hijos de la primera globalizaci¨®n, los que gozaron ya de cierta normalizaci¨®n del catal¨¢n en la escuela, que tuvieron mayor presencia p¨²blica influidos por el auge de la cultura-espect¨¢culo, pecaron de cierto ¡°individualismo que a veces concluye con versos de escepticismo moral¡± y donde el lirismo y ¡°una menor carga ideol¨®gica¡± ba?an sus composiciones. La reivindicaci¨®n de Josep Carner o el nacimiento del grupo Els Imparables ser¨ªan las coordenadas literarias de 88 poetas, de David Castillo a Sebasti¨¤ Alzamora, pasando por Susanna Rafart o Manuel Forcano.

Mujeres mayoritarias

Cierra el estudio la ¡°Generaci¨® de la insurrecci¨®¡± (nacidos entre 1975-1997), v¨ªctimas del resquebrajamiento del estado del bienestar, marcados por la ca¨ªda de las Torres Gemelas y la crisis global, lo que genera desencanto y desconfianza que puede reseguirse en sus versos, que ahora tienen, am¨¦n de un regusto m¨¢s ¡°subjetivo y despoetizado¡±, una dimensi¨®n oral o parateatral a veces m¨¢s importante que la escrita. No hay mucha iron¨ªa y s¨ª cierta presencia del concepto muerte en la obra de estos 64 escogidos (Carles Rebassa, Josep Pedrals, Eduard Escoffet¡­), que acaban con el desagravio hist¨®rico de las mujeres como ex¨®ticas (N¨²ria Mart¨ªnez-Vernis, Maria Cabrera, ?ngels Gregori¡­), ahora ya ¡°mayoritarias¡±.

Una de las tesis centrales de Altai¨® y Sala-Valldaura es que, en literatura, una corriente no fagocita a la otra, no se dan cortes bruscos. Les avala dos coincidencias entre el primer y el tercer grupo: hoy, como entonces, muchos poetas son, a su vez, peque?os editores, punta de lanza de la po¨¦tica catalana actual; y, adem¨¢s, reivindican a veteranos de la primera, como Casasses, Maria-Merc¨¨ Mar?al, Sampere o Joan Vinyoli. ¡°Las generaciones s¨®lo son carreteras para avanzar por el mapa¡±, dice Sala-Valldaura. Y las carreteras, muchas veces, se cruzan.