Adi¨®s al ¨¢gora cultural

Cuando en julio de 2014 se present¨® el proyecto de ampliaci¨®n del Macba se dijo que al a?o siguiente el museo ocupar¨ªa todos los edificios que rodean la plaza dels ?ngels; que el museo saldr¨ªa del edificio construido dos d¨¦cadas antes por Richard Meier para abrazar esta plaza que pasar¨ªa a ser un espacio m¨¢s del museo: un ¨¢gora cultural. El proyecto tendr¨ªa su guinda con la incorporaci¨®n de la Capella de la Miseric¨°rdia de la calle Montealegre ¡ªla segunda, junto a la del Convent dels ?ngels¡ª que pasar¨ªa a ser, con sus 3.000 metros cuadrados, el lugar donde se expondr¨ªa la rica colecci¨®n de arte contempor¨¢neo del museo. Pese a la crisis econ¨®mica se lleg¨® a anunciar que un pasillo subterr¨¢neo conectar¨ªa el cubo blanco de Meier con el edificio desacralizado. El lugar ya estaba reservado, se dijo, pero el director de entonces, Bartomeu Mar¨ª, reconoci¨®: ¡°No hay presupuesto para intervenir. Es un deseo, un proyecto en el horizonte, pero somos ambiciosos¡±.

Con este abrazo se buscaba tambi¨¦n potenciar el eje cultural en el que coinciden tres universidades: la Blanquerna, la Ramon Llull y la Universidad de Barcelona; dos entidades culturales: el Centre d¡¯Estudis i Recursos Culturals del Pati Manning y el CCCB de la Diputaci¨®n de Barcelona, adem¨¢s del propio Macba.

Pero desde entonces, lo ¨²nico que ha cambiado ¡ªaparte de obras de conexi¨®n entre la Capella y Convent dels ?ngels con el Centro de Estudios¡ª, es el equipo directivo del centro: Mar¨ª tuvo que dimitir tras la censura de una obra en la que el rey em¨¦rito era sodomizado.

Ha pasado el tiempo y el Macba se ha encontrado con la cruda realidad de que un centro de salud, el Cap del Raval Nord, que buscaba nueva ubicaci¨®n, se ha hecho con su guinda y ya no hay pastel.