Lazos amarillos, camisas pardas

Quienes piensan que el proc¨¦s se ha acabado, que termin¨® con las pasadas elecciones del 21 de diciembre, o con la elecci¨®n de Torra como presidente, o con el levantamiento del art¨ªculo 155, creo que se equivocan de medio a medio. El proc¨¦s sigue: muy vivo, muy complejo, cada vez m¨¢s violento.

Alg¨²n d¨ªa acabar¨¢, seguramente cuando las urnas den un respaldo amplio a las opciones pol¨ªticas partidarias de la Constituci¨®n, de la autonom¨ªa catalana y de seguir permaneciendo en Espa?a y en la UE. Pero no veo cercano este d¨ªa, el mal sembrado desde hace tanto tiempo florece con fuerza primaveral, campa a sus anchas por las calles, impone su voluntad por la fuerza, con la violencia moral de los lazos amarillos, con violencia f¨ªsica de los CDR, con la manipulaci¨®n de las conciencias que ejercen ciertos medios de comunicaci¨®n, oficiales o comprados. El Gobierno de la Generalitat controla a la polic¨ªa para que se desarrollen actividades ilegales, destituye a los mossos profesionales y nombra a sus afines ideol¨®gicos para que los violentos act¨²en impunemente.

Tambi¨¦n para que act¨²en en la Universidad, en todas, ¨²ltimamente en la de Barcelona con ocasi¨®n de un homenaje a Cervantes organizado por Sociedad Civil Catalana (SCC) que no pudo celebrarse porque lo impidieron estas bandas incontroladas. El asunto me ha recordado un homenaje a Picasso en la Facultad de Derecho de Barcelona, en la segunda mitad de los a?os 60, no recuerdo exactamente el motivo, pero en todo caso era un a?o en se le estaban rindiendo tributos de admiraci¨®n en todo el mundo. En Espa?a ello no era posible porque, se dec¨ªa, era miembro del partido comunista. Pero el acto se celebr¨®, con una asistencia masiva, con un alto significado pol¨ªtico y con la tolerancia de las autoridades acad¨¦micas de aquella facultad, siempre c¨®mplices de las actividades antifranquistas que organizaban profesores y estudiantes.

En el semanario Destino se public¨® una breve nota dejando constancia del acto y, al final, se a?ad¨ªa que, si bien se trataba de un homenaje modesto, en aquellas circunstancias, ante el silencio de las autoridades espa?olas, pod¨ªa considerarse como el s¨ªmbolo de un homenaje nacional al gran maestro. En aquellos tiempos, como se sabe, el arte era un arma cargada de futuro. N¨¦stor Luj¨¢n, con su agudeza habitual, dijo por esta ¨¦poca que ¡°se politizaba todo¡­ hasta las burbujas del agua de Vichy¡±.

Precisamente, la nota sobre el homenaje a Picasso ocasion¨® la primera multa administrativa a Luj¨¢n, director de Destino. Despu¨¦s vinieron muchas m¨¢s, incluso fue objeto de una condena penal e inhabilitado como director. El semanario fue clausurado durante dos meses. Jos¨¦ Verg¨¦s, el due?o de Destino, pag¨® las multas sin rechistar, N¨¦stor aguant¨® imp¨¢vido los costes personales que le causaba todo el asunto. Eran gente digna, liberales admirables, compromet¨ªan su dinero y su profesi¨®n.

La multa sobre la nota del homenaje a Picasso fue, naturalmente, recurrida en las instancias pertinentes y, tambi¨¦n naturalmente, la sentencia confirm¨® las pretensiones del Ministerio que entonces dirig¨ªa Fraga Iribarne. La sentencia argumentaba que si bien en la nota nada se dec¨ªa que contradijera los Principios del Movimiento, l¨ªmite que se?alaba la ley de prensa, su intenci¨®n era menoscabarlos y despreciarlos. Se condenaba por intenciones. Pero ten¨ªa raz¨®n el juez. Lo puedo asegurar porque entonces trabajaba en Destino y redact¨¦ aquella nota con toda la mala intenci¨®n posible. Su objetivo, como el del homenaje, era desprestigiar al R¨¦gimen haciendo ver lo absurdo que era que el Gobierno de Franco no se sumase a los festejos mundiales de alguien que hab¨ªa nacido en M¨¢laga y segu¨ªa siendo espa?ol. Se lo merec¨ªa Picasso, sin duda, pero el acto se inscrib¨ªa claramente en el proceso de lucha contra el franquismo.

Lo sucedido con el homenaje a Cervantes me record¨® el de Picasso por una diferencia notable: entonces las autoridades acad¨¦micas fueron valientes y respaldaron dicho homenaje, ahora son cobardes, se excusan en el peregrino motivo de que la polic¨ªa no puede entrar en la universidad para dejar el campo libre a los b¨¢rbaros. En los a?os 30 eran las ¡°camisas pardas¡±, grupos de choque al mando de R?hm, un nazi siniestro, asesinado m¨¢s tarde por orden de Hitler en 1934 tras la ¡°noche de los cuchillos largos¡±. Ahora son los CDR con lazos amarillos protegidos, si no instigados, desde el poder de la Generalitat. Entonces quer¨ªan infundir miedo, ahora tambi¨¦n. El proc¨¦s sigue.