Condenados al barro

Los j¨®venes alumnos de la Escuela de F¨²tbol Villa de Madrid, en Carabanchel, se han hartado esta lluviosa primavera de jugar en el barro y sus padres de limpiar sus botas. Y sin embargo deber¨ªan estar ya jugando sobre c¨¦sped artificial, pero un fallo del Ayuntamiento lo ha impedido.

Quienes han jugado al f¨²tbol sobre tierra alguna vez saben lo diferente que es hacerlo sobre c¨¦sped, aunque sea artificial. ¡°Cuando llueve, se embarra mucho, y cuando hace calor sale un polvo que nos impide ver¡±, resume Alejandro Reverte, de 13 a?os, alumno de la escuela. ¡°Y los chicos que tienen asma muchos d¨ªas no pueden jugar¡±. Reverte, adem¨¢s, cat¨® otro de los problemas de jugar en tierra: las lesiones. ¡°Hace dos a?os pis¨¦ mal y, como hay muchos baches en el suelo, se me separaron dos m¨²sculos de la cadera¡±.

En la capital hay 171 campos de f¨²tbol (112 de f¨²tbol 11, 53 de f¨²tbol 7 y 6 de minipich). De ellos, son de c¨¦sped artificial 78 de los de f¨²tbol 11 (el 69,6%), 36 de f¨²tbol 7 (67,9%) y los 6 de minipich (100%). El vicepresidente de la escuela de Carabanchel, Jos¨¦ Antonio San Gil, contaba los d¨ªas para que empezaran las obras que cambiar¨ªan el signo de su campo, la instalaci¨®n deportiva b¨¢sica de San Mart¨ªn de Porres. M¨¢s que el placer del juego, lo que ten¨ªa presente eran las cifras de la escuela, que en cinco a?os ha perdido el 80% de su alumnado, pasando 270 alumnos a 60 chicos de entre 6 y 18 a?os. ¡°Este a?o, con tanta lluvia, hemos tenido que anular seis entrenamientos y cuatro partidos oficiales¡±, explica para acabar de subrayar la necesidad del cambio.

¡°El suelo que tenemos es el de toda la vida antes de que se generalizara el c¨¦sped artificial¡±, explica. ¡°Cuando gobernaba el PP siempre nos fueron dejando para el final. Y cuando lleg¨® el cambio de signo pol¨ªtico nos dijeron que nos pondr¨ªan c¨¦sped artificial. Nos pusimos content¨ªsimos¡±, relata.

¡°Uno de los objetivos del Ayuntamiento es que todos los campos de f¨²tbol de la ciudad est¨¦n dotados de c¨¦sped artificial, a fin de que los ciudadanos puedan disfrutar y mejorar en la pr¨¢ctica deportiva en las mismas condiciones de calidad y seguridad¡±, le escribi¨® alguien del Consistorio cuando pregunt¨® cu¨¢ndo se har¨ªa el cambio. San Gil se lo cont¨® emocionado a los padres de todos los alumnos.

En marzo de 2017, gracias a una enmienda, se aprob¨® finalmente el cambio de suelo por un coste de 700.000 euros. ¡°Comenzamos las gestiones administrativas y nos dijeron que en agosto del a?o pasado empezar¨ªan las obras. Luego, en septiembre, nos dijeron que el c¨¦sped estar¨ªa listo a principios de 2018. En noviembre, que no, que empezar¨ªan las obras el 14 de mayo de 2018¡±, cuenta San Gil. ¡°Y ese retraso ya no nos lo cre¨ªmos. Primero, porque nuestro campo est¨¢ pegado a la pradera de San Isidro y por seguridad sab¨ªamos que era imposible que se empezara a hacer el cambio justo el d¨ªa antes de la fiesta all¨ª. Todo nos ol¨ªa fatal¡±.

El 7 de junio, en la Junta Municipal de Carabanchel, Ciudadanos pregunt¨® a la concejal Esther G¨®mez por el suelo del campo, y esta lo remiti¨® a la Direcci¨®n General de Deportes. All¨ª contestaron que, por un problema t¨¦cnico, el presupuesto se hab¨ªa adjudicado a una partida como obra nueva y no como una modificaci¨®n de algo que ya existe y no se hab¨ªa podido hacer nada. ¡°Vamos¡±, resume San Gil, ¡°que lo dejaron morir¡±.

El Ayuntamiento ha informado a la directiva de la escuela que va a intentar anotarlo como una inversi¨®n financieramente sostenible con el remanente que no se ha gastado en 2017 y que tras la salida de Montoro de Hacienda se va a poder gastar. ¡°Nos dicen que empecemos de nuevo las gestiones administrativas y que estiman que empezar¨ªan con las obras durante el ¨²ltimo trimestre de 2018¡±, dice un incr¨¦dulo San Gil.

Un portavoz del Ayuntamiento responde lo siguiente a las preguntas de este peri¨®dico: "Este equipo de Gobierno est¨¢ haciendo un esfuerzo in¨¦dito para dotar de c¨¦sped a los campos de f¨²tbol madrile?os, especialmente los que est¨¢n fuera del centro. Ya se han estrenado 30 campos de f¨²tbol de c¨¦sped y en los pr¨®ximos meses se estrenar¨¢n nuevos, como el de San Mart¨ªn de Porres".

Mientras tanto, para mantener la supervivencia de la escuela, los entrenadores han tenido que rogar a sus escasos alumnos que no se borren. ¡°Este a?o hemos sufrido con plantillas supercortas¡±, cuenta Jonathan Reverte, entrenador. ¡°En cadetes he tenido a nueve alumnos y he tenido que llevarme a infantiles a los partidos. Muchos se han jugado gracias a que los padres han ido antes a achicar agua con cubos y a barrer a los lados con cepillos¡±. Su sobrino, el chico que se lesion¨® la cadera, piensa continuar en la escuela. Ha interiorizado lo que le ha transmitido su t¨ªo: ¡°Somos una familia¡±.